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El viral y adictivo horror de ver a famosos besándose como si nadie les mirara

Dos de las imágenes que más se han viralizado esta semana tienen un nexo común: dos apasianados besos que se han convertido en carne de meme.

Timothée Chalamet y Lily Rose Depp/ Shawn Mendes y Camila Cabello.
Timothée Chalamet y Lily Rose Depp/ Shawn Mendes y Camila Cabello.

Un nuevo género ha llegado para amenizar el consumo de entretenimiento y esparcimiento digital: el de convertir en meme a famosos besándose como si no hubiese mañana (y nadie les mirara). Dos parejas, Timotheé Chalamet con Lily Rose Depp y Shawn Mendes con Camila Cabello, han propiciado este nuevo ecosistema en el que el horror y fascinación se mezclan a partes iguales y dan pie a nuevas narrativas con las que identificarnos para sobrevivir en el día a día. Es decir, ofrecer suculento material para el clásico meme en el que se toma una foto de un famoso y sobreimpresiona un mensaje que apela a las angustias de nuestra vida cotidiana.

Primero fueron Timothée Chalamet y Lily Rose Depp, pillados por un paparazzi en Capri hace unos días, besándose apasionadamente en un barco. La secuencia de imágenes primero dio pie a bromas sobre la aparatosidad del encuentro:

Para después pasar directamente a convertirse en carne de cañón para el meme de angustia existencial y transformar su propio significado:

Los siguientes en sumarse a esta tendencia han sido Shawn Mendes y Camila Cabello, que tras lanzar juntos el tema Señorita, han querido tomarse con sentido del humor el furor mediático sobre su relación sentimental compartiendo un vídeo en el que se besaban exageradamente. “Vimos en twitter que no paráis de hablar de la forma en que nos besamos, que os parece raro, como si nos besáramos como peces”, dice Mendes. Para acto seguido empezar a enrollarse con Cabello a-la-Chalamet.

El esperpéntico beso, como era de esperar, ha dado pie a multitud de memes en la misma línea que los de Chalamet y Depp.

Dentro de la lógica virtual, es comprensible que estas cuatro personas hayan propiciado un alud de memes y chistes en redes sociales y no hayan sido otras las que lo hayan capitalizado. Tanto Chalamet como Mendes o Cabello son figuras que copan el interés de la cultura stan (el anglicismo que une la palabra stalker y fan), cuyo ingenio funciona con más viralidad que cualquier empresa de marketing promocional. La periodista Amanda Hess ha analizado recientemente una vertiente de este fenómeno, el de la cultura fan politizada a través de los virales descontextualizados de representantes políticos en un delicioso especial en The New York Times: «Estamos presenciando una gran convergencia entre política y cultura, valores y estética, ciudadanía y comercialismo. Aquí, la participación cívica se convierte perfectamente en hábito del consumidor». Algo que también pasa cuando vemos a Chalamet besándose apasionadamente y lo convertimos, entre memes de astrología y bromas sobre las resacas, en un bien de consumo más.

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