Brie Larson, la favorita al Oscar que no lo ha tenido nada fácil
Niña prodigio, cantante pop, eterna aspirante, dj, y ahora, la candidata a arrasar con todos los premios gracias al drama ‘Room’. Brie Larson quiere que te aprendas su nombre ya.
“Me han ofrecido todo tipo de papeles últimamente. Un gran productor me propuso interpretar a una chica guapa que espera en casa a su chico y no pude hacerlo. Esa no es la historia que quiero contar”. A sus 26 años, Brianne Sidonie Desaulniers, conocida artísticamente como Brie Larson, tiene muy claro hacia dónde dirigir su carrera. Quizás sea porque su camino hacia el estrellato no ha sido el prototípico en las actrices jóvenes de hoy en día. Ningún cazatalentos se fijó en ella mientras caminaba por la calle. Tampoco un director de casting le dijo “te queremos a ti” cuando fue a acompañar a una amiga a una prueba. Su carrera ha sido tan prematura como atípica; pasando de niña prodigio a estrella pop fracasada, y de actriz en bancarrota a favorita en la próxima edición de los Oscar.
En el último par de años, los halagos de la crítica por sus papeles en Short Term 12 y Trainwreck (Y de repente tú), en la que interpretaba a la hermana de Amy Schumer, la han preparado para el éxito con Room. El drama –que llegará a España en marzo– ha situado su nombre en todas las quinielas de premios y ya le ha proporcionado varios, entre ellos el Gran Premio del Público en Toronto o la Mejor Actriz para la National Board of Review. El papel que interpreta, una mujer secuestrada durante años en una habitación junto a su hijo, es de esos que fascinan a la crítica: antes del rodaje se encerró un mes en casa sin probar un solo carbohidrato, no se lavó ni el pelo ni la cara hasta finalizar la grabación y, en pleno verano californiano, tenía que salir a la calle enfundada en pantalones largos, chaqueta y sombrero para aislar su piel del sol. La actriz, que hasta escribió un diario sobre la infancia de su personaje, también ha confesado que interpretar a Ma le recuerda a una etapa de su niñez. Sus padres, dos quiroprácticos, se divorciaron cuando ella tenía 6 años, y se mudó junto a su madre y su hermana a Los Ángeles con apenas 700 dólares ahorrados. “Vivíamos en un apartamento horrendo de una sola habitación en el que la cama bajaba desde la pared y apenas teníamos tres prendas de ropa cada una”, declaró a The Guardian.
Larson era una niña talentosa y algo extravagante (confesó a Conan O´Brien que le gustaba comer en la ducha), que supo muy pronto que quería ser actriz. Su primer trabajo fue en el The Tonight Show de Jay Leno haciendo varios sketches que parodiaban anuncios de Barbie de la época. “Me habían rechazado tantas veces que fue el primer sabor de victoria que tuve. Di mi vida en ese papel”, reconoció Larson en una mesa redonda de la revista Variety. Tanto que la volvieron a llamar y apareció en una docena de ellos, además de en series y películas infantiles. Pero su incipiente carrera quedó estancada durante su adolescencia. “Nunca he sido un cliché y eso siempre ha ido en mi contra. No era tan guapa como para interpretar a la chica popular, ni lo suficientemente tímida para ser la amiga, así que nunca encajaba. Me quedaba cerca, pero nunca lo conseguía y fue muy doloroso”, contó a The Hollywood Reporter. Evan Rachel Wood o Ellen Page fueron las elegidas en su lugar para los papeles protagonistas de Thirteen o Juno y tuvo que sobrevivir haciendo de dj en las fiestas de Hollywood y llevándose a casa la comida del catering de los rodajes para poder comer.
Tampoco le fue mucho mejor en la industria de la música. Con un estilo a medio camino entre Avril Lavigne y Pink, la actriz lanzó a los 14 años su primer single, She Said, que llegó al puesto 31 de la lista Billboard en 2004. El buen resultado de la canción llevó a Universal Music a apostar por ella y un año después vio la luz su primer álbum, Finally out of P.E., con la mayor parte de las canciones escritas por ella misma. El fracaso fue estrepitoso, logrando vender apenas 3.500 copias en Estados Unidos.
Envy Adams, la exnovia rockera a la que dio vida en la película de culto Scott Pilgrim contra el mundo, la volvió a situar en el mapa en 2010. Un papel que preparó a conciencia junto a su pareja, Alex Greenwald, cantante del grupo Phantom Planet (¿no te suena? Escucha estos acordes). Después, llegaría la serie United States of Tara con Toni Collette y roles en las películas Don Jon, Infiltrados en clase y The Spectacular Now (Ahora o Nunca), donde se hizo inseparable de Shailene Woodley. “Cuando Shai y yo nos conocimos, ¡fue un boom! Nos entendimos instantáneamente. Somos el faro de la otra: la luz siempre enfocada que te guía a casa”, confesó Larson. “En Brie, reconocí de inmediato otro fuerte espíritu femenino. Ella y yo siempre nos sentimos diferentes, y, de repente, cuando nos conocimos, todo fue bien. De hecho, fue genial”, apuntó Woodley.
Ellas representan al nuevo modelo de estrellas de Hollywood, veganas y activistas, más preocupadas por el mundo que las rodea que por las luces que las enfocan. Shailene Woodley no tiene hogar fijo y transita de sofá en sofá de amigos, mientras que Larson vive en una casa en las colinas de Los Ángeles sin cobertura móvil y dedica la mayor parte del tiempo a su gran pasión, las tipografías (ya ha diseñado varias fuentes). Ambas han conseguido el éxito en un mundo que han eludido todo lo posible. Por eso no sorprende que cuando en 2014 recibió la invitación para la gala MET de Nueva York, el evento social más importante de la moda, Larson decidiera no aceptar cualquier cosa que Prada tuviera en mente. “Demasiadas veces me he puesto un vestido y unos tacones intentando ser la persona que querían que fuera, y eso me hería. Se hacen fotos en esos eventos, y solo sirven para que las mujeres se comparen a sí mismas y se depriman. Así que mi vestido en la gala tiene que ser una representación de mí misma. No quiero ir como la idea que tiene alguien de mí, eso sería mentir”. La actriz se reveló contra el engranaje de la industria y fue partícipe de la elaboración de su propio vestido, inspirándose en la figura de Juana de Arco. Miuccia Prada y su equipo creó un conjunto para la actriz a imagen y semejanza de las imágenes de iglesias y pinturas renacentistas que ella misma les envió. Un órdago con el que reafirmó su personalidad subversiva al tiempo que se convertía en una de las más originales de la alfombra roja.
Pero los honores y alabanzas para Larson no han hecho sino empezar. Se da por segura su próxima nominación para los Oscar y despierta curiosidad su papel protagónico en el taquillazo Kong: Skull Island, la nueva película de la saga de King Kong junto a Tom Hiddleston y Samuel L. Jackson; en la que apostamos, no correrá con tacones. Su último gran logro es su reciente aparición en la portada de The Hollywood Reporter como una de los ocho grandes del momento junto a ‘la Blanchett’, ‘la Winslet’ o ‘la Lawrence’. En el voluble mundo del séptimo arte uno sabe que se ha convertido en estrella cuando llega la anteposición del artículo a su apellido para referenciarlo. Parece que ha llegado el momento de ‘la Larson’. Ahora solo queda disfrutar de la historia que ella nos quiera contar.
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