El ‘Club Bilderberg’ de la moda decide hoy las tendencias de 2014

Si alguien se ha preguntado alguna vez dónde y cuándo se produce el punto de partida de las colecciones se habrá topado con mil teorías soporíferas de sociólogos y expertos. Hay quienes afirman que las modas nacen espontáneamente en una sola dirección, de la calle a las firmas (o viceversa). Otros, con más idea, aseguran que todo responde a un proceso de realimentación transversal. Quizás lo más bonito sea pensar que una especie de alineación estelar, en conjunción con la magia de (por ejemplo) Marte y Saturno, consigue que el universo soslaye la realidad provocando un torrente coincidente de tendencias y colores rebautizados como si fueran nuevos. Lamentamos aguar la fiesta a los fans más optimistas de Susan Miller, pero la moda es todo menos azar.

Hasta el viernes París acoge el segundo y último acto de una obra que se repite cada año. Première Vision es la feria textil que constituye la piedra angular de la génesis de las colecciones. O sea, el germen sin el cual nada sería posible. Desde 1973, proveedores de todo el mundo ponen su sabiduría en común para exhibirla al servicio de los mejores diseñadores. Éstos a su vez ajustan sus ideas a la oferta que se les ofrece, adaptándola al máximo a su presupuesto y a sus aspiraciones artísticas más ambiciosas. Resulta inevitable no marcar paralelismos con el famoso Club Bilderberg, esa élite de mandamases que rige las decisiones políticas de los países.

Sin embargo, son muchos los determinantes que condicionan a las casas de moda al decidir un tema sobre el que vertebrar su próximo proyecto. Y el hecho de que cada temporada los diseñadores coincidan en varias líneas de trabajo no es casual, sino que está condicionado por el éxito que determinados expositores tienen a la hora de vender sus tejidos. En declaraciones a S Moda, el creador vasco Ion Fiz califica esta cita como "imprescindible", ya que "supone el punto de arranque de lo que será el resultado final del trabajo". Además, asegura que su proceso creativo "jamás se pone en marcha sin antes asistir a Première Vision". Y debe ser cierto, porque lo pillamos a punto de embarcar rumbo a París.

En esa misma línea se expresa Lander Villar, director creativo de Maguen 11:11: "Estas ferias significan una buena mezcla entre industria y creatividad, y sientan los cimientos sobre los que ponerse a trabajar". El responsable de diseño de esta joven marca española encañona también en otra dirección, y apunta el desgaste que acusan unas iniciativas que "no pasan por su mejor momento". No obstante, las cifras todavía asustan. Première Vision es además una enorme franquicia de ferias textiles, con sedes en Estados Unidos, China, Brasil y Japón. Hablamos, en total, de 3.400 expositores y más de 160.000 visitantes.

El gigante comandado por Philippe Pasquet, cuenta esta edición con la incorporación de nuevos proveedores, entre los que encontramos a los españoles Tejidos Royo (denim), los franceses Codentel (encajes) o los italianos Attilio Imperiali (telas). Desde hace cuatro años, los galardones Première Vision Awards premian a los participantes más creativos. Al frente del jurado encontramos esta vez a Felipe Oliveira Baptista, director creativo de Lacoste. Modamont (accesorios), Expofil (fibras) o Le Cuir à Paris (piel) son otras de las apuestas más especializadas con las que Pasquet refuerza el interés de los diseñadores.

Y por si todo ello fuera poco, justo ahora se celebran Texworld y Apparelsourcing, otras dos ferias paralelas a Première Vision, organizadas por Messe Frankfurt France. Cabe mencionar que en nuestro país contaremos a finales de mes con otro epicentro creativo gracias al XXII Salón Textil Internacional de Barcelona (STIB). El esfuerzo, por lo tanto, es evidente. Tanto, que a estas alturas no nos cabe ninguna duda de que las modas no surgen como por arte de birlibirloque.