El Bosón de Higgs: no sé qué es pero quiero uno
Los científicos anuncian el inminente descubrimiento de esta partícula; recuperamos el shopping que le dedicamos al bosón.
Los avances científicos viven en perpetuo idilio con el mundo de la cosmética para crear productos que parecen más propios de una guerra galáctica que de una perfumería. Pero el último objeto de estudio de los investigadores ha seducido a un buen número de nerds de la moda, que lo han convertido en inspiración para ropa y un sinfín de complementos. Es el Bosón de Higgs, una partícula sobre cuya existencia se lleva investigando años pero sobre la que hoy han anunciado que estamos más cerca de encontrar que nunca. Su mecanismo fue planteado en 1964 por Peter Higgs, científico a quien debe su nombre. Esta partícula elemental, aún hipotética, tendría un importante papel en el origen de la masa de otras partículas y podría estar vinculada a los posibles viajes en el tiempo.
Pero mientras se confirma o no su existencia, los fans de la ciencia más cachondos llevan años homenajeando al famoso bosón. ¿Extravagancia geek? ¿Divertimento de frikis de la ciencia con aspiraciones hipster? Un poco de todo pero, sobre todo, grandes dosis de buen humor.
¿Quién le iba a decir a un señor tan serio como Peter Higgs que iba a terminar posando con su propia partícula de peluche? Es una creación de Particlezoo, una tienda online que vende infinidad de peluches que representan todo tipo de partículas y elementos. El sonriente bosón cuesta 10,49 dólares y forma parte del Pack de 5 Bosones, donde también hay un bosón Z, un W, un gluón y un fotón. ¿No son adorables?
En Etsy la marca FurWillFly también creó su versión del bosón, aunque ya está agotada.
«Encontré al Bosón de Higgs. Estuvo debajo del sofá todo el tiempo».
RedBubble
Si hay una prenda que es territorio empollón por excelencia esa es la camiseta. Y, por supueto, el pequeño bosón ha dado lugar a unas cuantas piezas dignas de cualquier miembro de The Big Bang Theory. Tenemos algunas sarcásticas que dudan de la existencia de la partícula y que aseguran que siempre ha estado debajo del sofá.
Otras son más críticas y ven al pobre bosón como algo peligroso mientras que las más fidedignas se limitan a plasmar la idealización de la partícula en una impresión sobre el pecho.
Las hay que tienen fe absoluta en el descubrimiento de Higgs, como ésta que asegura que "Votar por el bosón de Higgs es votar por Dios". ¡Eso sí que es fe! Puestos a creer, otros lemas son aún más directos: "Yo soy el bosón de Higgs".
Este bolso le pide al bosón que nos permita viajar en el tiempo.
Trendyboutique
La parafernalia creada alrededor del bosón de Higgs es inagotable. La bolsa de lona, un clásico de los lemas y del merchandising, también ha caído en sus garras. Por 18 dólares de nada podemos tener una colgando del brazo que asegura que el bosón nos dejó viajar en el tiempo.
Existe una versión para embarazadas también, aunque esta tienda nos permite comprar todo tipo de camisetas con mensajes científicos. Y es que las mujeres dedicadas a la ciencia también tienen derecho a exhibir su amor por su trabajo durante la gestación.
En Urban Dictionary ofrecen un sinfín de artículos conmemorativos del bosón, incluyendo tazas, imanes de nevera y hasta almohadillas de ratón.
Zapatilla customizada con la representación gráfica del bosón.
Zazzle.com
A alguien se le ocurrió también customizar una zapatilla de lona de la marca Keds con una representación gráfica del bosón. Y quedó así de moderna y graffitera, y con un precio de lo más asequible: 60 dólares a través de la web Zazzle.com.
Hay más: Algunos han llegado más allá y han creado melodías basadas en el bosón. También existe una práctica aplicación para Android que te mantiene al día de la evolución de esta investigación.
Y si con todos estos elemenos no conseguimos visualizar al bosón de Higgs, siempre podemos utilizar la imaginación. Como hizo este simpático joven, que se disfrazó de uno de ellos para una fiesta con muy buenos resultados. Total, aunque hasta finales de 2012 no tengamos más datos sobre su existencia, de momento su peluche o espumillón del disfraz nos sirven.
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