De ‘Los vigilantes de la playa’ a condesa de Devon

Probablemente no le suene el nombre de A. J. Langer. Ni era Pamela Anderson en Los Vigilantes de la playa ni Claire Danes en Esta es mi vida. La primera serie puso de de moda la silicona bamboleante bajo un bañador rojo; la segunda provacaba más suspiros que sonrojos entre la generación adolescente. A. J. Langer no protagonizó ninguna de estas dos series, pero formó parte del elenco de esos iconos pop de mediados de los 90. En Los Vigilantes de la playa hizo de pija que intentaba ligarse al socorrista con abdominales de turno. En Esta es mi vida, su papel más emblemático, fue Rayanne Graff, la amiga alocada de los mil complementos de la naíf Angela Chase (Claire Danes). No habrá estado nunca nominada a un Oscar y su currículo como actriz es puramente televisivo –también salió en Blossom o en Sensación de Vivir–, pero Langer estuvo en la que dicen que es la mejor escena de la historia de una serie teen. La escena. Esa que transcurre en el escenario por antonomasia de la angustia adolescente: el pasillo de las taquillas de un instituto. Sonaba el Late at night de Buffalo Tom y apenas contiene diálogo. Para qué si se ve a Jared Leto (aka Jordan Catalano) acercándose a cámara lenta con su pelazo y su borreguito hacia una Claire Danes (aka Angela Chase) que lo mira con ojitos de cordero degollado. Allí estaba A. J. Langer sonriendo satisfecha viendo a su amiga (y al amor) triunfar:

Langer ha vuelto estos días a los titulares de medio mundo en ese género periodístico tan agradecido en Internet que es el ¿Qué fue de…? Aquí no hay drogas ni escándalo de por medio. Larger, la chica de las mil trenzas y mechas en Esta es mi vida, la que se ponía por pulseras cintas de medir y se emborrachaba como si fuese su último día en la tierra, ahora es condesa. Condesa de Evon, para ser más específicos. Lo desvelaba The Telegraph: la actriz está casada desde 2002 con Charlie Courteney, único heredero del Conde de Evon y actualmente propietario de un castillo (este de aquí) cerca de Exeter.

Langer y el actual conde de Devon se conocieron en Las Vegas, en el Hard Rock Circle Bar. Ella no tenía ni idea de que el chico que parece sospechosamente salido de la tribu Hemworth en realidad era un aristócrata británico. "Llevaba una falda escocesa. Nos sonreímos el uno al otro desde la otra punta en un club abarrotado de gente… No tenía ni idea del castillo ni de los títulos o de nada hasta que me llevó allí cuando llevábamos meses juntos, lo que estuvo bastante bien porque, de todas formas, nunca habría sabido qué hacer con toda esa información", contó a la revista Breezymama cuando estaba embarazada de su segundo hijo.

Con Claire Danes en ‘Es mi vida’, la serie que protagonizaron a medidados de los 90.

Cordon Press

La pareja se casó en 2002 (tienen dos hijos) y allí ella consiguió el título de 'Lady'. Un título caduco ya que desde que su suegro falleciese a principios de este mes ha pasado a ser la condesa de Evon (imaginen a Maggie Smith en Downton Abbey, esa es ahora la chica que fumaba en los baños de Esta es mi vida).

Tal y como ha rescatado la edición estadounidense del Vanity Fair, Langer asumía hace unos años su nuevo rol sin darle demasiada importancia:  "Ellos tienen un arbol genealógico muuuuuy grande. Definitivamente, es una historia interesante para una conversación de lo más animada. ¿Pertenezco a la realeza ahora? No, no soy de la realeza. Por casarme con Charlie me dan de forma cortés el título de 'Lady' y mis hijos pasan a ser 'honorables'. Si Charlie se convierte en el Conde de Devon, mi título sería el de Condesa de Devon y nuestros hijos serán 'Lords' y 'Ladies'. Pero esos títulos no los usamos en nuestro día a día, están ahí y respetamos su historia, pero en nuestra realidad solo somos una familia normal". Una familia normal que tendrá que empezar a asumir los gastos de un castillo con 600 años de antigüedad y 4.000 hectáreas. Vaya con el casting de la serie adolescente: la chica (Claire Danes) ahora es una multipremiada espía de la CIA en constante apuros en Homeland, el chico (Jared Leto) ha ganado un Oscar y tiene una banda de música con millones de fans y la amiga ha acabado siendo condesa y miembro de la aristocracia británica. Menuda promoción la del insituto Liberty.