De calzar a Dalí a producir para Yves Saint Laurent: las alpargatas españolas Castañer que ha comprado Jill Biden
La primera dama de Estados Unidos ha encontrado un hueco entre sus compromisos oficiales para pasar una tarde de compras por el madrileño barrio Salamanca.
Jill Biden aterrizaba este domingo por la noche en Madrid con motivo de la Cumbre de la OTAN, dos días antes que su esposo Joe Biden, el presidente de Estado Unidos, para participar en una serie de actos en la capital. El lunes por la mañana, se encontraba con la reina Letizia en el Palacio de la Zarzuela, para después visitar juntas la sede de la Asociación Española contra el Cáncer. Esa misma tarde, la primera dama de Estados Unidos quiso aprovechar su tiempo libre para irse de compras por el madrileño barrio Salamanca con dos de sus nietas, Maisy y Finnegan Biden, que la han acompañado en su visita a Madrid.
Biden se paseó por las calles de la capital arropada por un séquito de guardaespaldas con un conjunto rosa con estampado de flores formado por una camiseta de manga corta y una falda plisada, que combinó con unas cuñas negras anudadas al tobillo de una de las marcas que también conforman el armario de la reina Letizia, la española Castañer, firma que no quiso perder la oportunidad de visitar en su jornada de compras por Madrid para adquirir un nuevo par.
La reina Letizia no es la única royal que ha llevado las famosas alpargatas de la firma de calzado española por la que ahora también ha apostado la primera dama de Estados Unidos. Kate Middleton las ha lucido en más de una ocasión, Meghan Markle las incluyó en uno de sus looks en su viaje oficial a las islas Fiyi y la princesa Sofía de Suecia también ha sido vista en alguna ocasión con uno de los modelos de la firma de calzado española. Sus diseños se han convertido en un imprescindible para las casas reales y también para una larga lista de celebrities internacionales como Anne Hathaway, Gwyneth Paltrow, Alexa Chung o Emily Ratajkowski.
Una empresa familiar
El origen de Castañer se remonta varias décadas atrás, cuando el artesano Rafael Castañer empezó a elaborar y vender alpargatas en 1776. Sin embargo, no fue hasta 1927 cuando Luis Castañer fundó la firma junto a su primo Tomás Serra en un pequeño taller de Bañolas, en Cataluña. Una empresa que empezó diseñando el calzado que tradicionalmente llevaban los payeses para trabajar en el campo y que pasó a conquistar la industria de la moda de la mano de Lorenzo Castañer y su esposa Isabel Sauras, la siguiente generación de la casa familiar. En los años cincuenta, empezaron a jugar con el clásico modelo de los campesinos y a reinventar su estética, logrando hacerse un hueco entre la clase media catalana y el exclusivo turismo europeo que visitaba entonces las costas españolas. Grandes personalidades como el pintor Salvador Dalí se paseaba por su ciudad natal, Figueres, con un par de alpargatas de la firma y actrices de Hollywood como Grace Kelly y Catherine Deneuve también comenzaron a usar sus diseños.
Pero su gran salto llegó cuando conocieron a Yves Saint Laurent en París en los años setenta. El prestigioso diseñador francés estaba buscando algún artesano que le hiciera un modelo específico de alpargata y dio con ellos. Elaboraron un diseño de color rojo con cuña (siendo la primera alpargata con cuña de la historia) y detalles en verde y dorado que Saint Laurent subió a la pasarela y supuso el despegue de la marca. «Salvamos la alpargata de un futuro de museo y la mantuvimos viva de una manera muy contemporánea», recordaba Sauras en una entrevista para The New York Times, donde también aseguró que son la única empresa española que sobrevivió después del apogeo que experimentó el calzado de suela de yute entre los años treinta y cincuenta.
La marca no ha dejado de prosperar desde entonces. Además de continuar elaborando alpargatas para Yves Saint Laurent, también han fabricado diseños para grandes firmas como Chanel, Hermès, Christian Dior o Louis Vuitton y han lanzado colecciones cápsula en colaboración con marcas de lujo como Manolo Blahnik o Missoni, mientras han seguido trabajando en sus propias colecciones que venden en diferentes puntos de venta alrededor del mundo. Poco queda de los diseños que llevaban los agriculturas de antaño. Las alpargatas han experimentado cambios tanto técnicos como estéticos en los últimos años, pero el uso de materiales naturales, la producción artesanal y la tradición siguen siendo sus señas de identidad. Su capacidad de reinventar un diseño de origen popular ha llevado a la marca a posicionarse como una de las firmas de referencia internacional en este tipo de calzado y sus cuñas de esparto con cubiertas en diferentes tejidos y colores se han erigido como un clásico en los uniformes del verano.
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