Cinco consejos para convertir tus labores en una marca de éxito
Una guía para emprendedoras que hacen ropa a mano descubre todos los secretos para ransformar tu hobby en un negocio con beneficios.
“Que subas los nueve collares que has hecho a tu Facebook para ponerlos a la venta no te convierte en una empresaria del handmade. Hay un abismo muy grande entre esto y aupar un negocio del Do It Yourself (DIY)”. Deborah Marín sabe lo que dice. Hace unos cinco años, “aburrida” de sentarse en la misma silla de la productora de cine de Barcelona en la que trabajaba, decidió dejarlo todo y aprovechar los cursillos del paro para investigar sobre los hobbies que siempre le habían fascinado. Aprendió patronaje, costura, cerámica y serigrafía. Empezó un blog. Creó su marca, diseñó bolsos y complementos y los puso a la venta en su propia tienda online. Para alegría de las crafters (controlar la jerga del DIY es imprescindible en esta comunidad), aconsejaba sobre handmade antes de que Pinterest te robase horas de sueño. Su amplia audiencia virtual le llevó a montar, con varias amigas diseñadoras, el Club Handmade. Un espacio físico en Barcelona en el que las jóvenes creativas podían apuntarse a cursos como 'Ganchillo desde cero patatero', 'Patronaje Freestyle' o a lecciones de peinados imprescindibles en '¿Despeinada yo, ¡nunca!'. Frente a la demanda de acérrimas seguidoras, Marín y sus compinches han optado por trasladar su club a otras ciudades de España. Se trata de la iniciativa Craft and the city (CAFTC), a punto de cumplir su tercera edición en Valencia. Durante tres días, las asistentes (previa inscripción web) pueden disfrutar de paseos, talleres sorpresa y visitas a tiendas para, tal y como defienden, inyectar “ganas de hacer mil cosas, empezar trescientos proyectos y puede que hasta animarse a cambiar tu vida y empezar a currar en el algo que te apasiona”.
Ahora que ya puede “vivir de lo que empezó siendo una afición”, Marín ha decidido poner orden a sus consejos blogueros, ampliarlos y lanzar el eBook Guía para tu empresa handmade. Un compendio de 75 páginas –“que cuesta menos que una tarjeta de metro”– en las que los interesados podrán resolver dudas comunes como encontrar la misión de su marca, dar con un buen nombre, vender más, gestionar el dinero o ir a ferias, entre otros consejos. “El handmade se mueve en un territorio de nadie, la mayoría de gente opera en negro o no vende lo suficiente al mes. Necesitamos poner orden”, indica esta empresaria de 31 años.
Aquí nos avanza cinco claves imprescindibles para atraer el éxito y rentabilizar al máximo tus creaciones:
1. Tu marca eres tú y tú eres tu marca. Tus productos dicen quién eres y cómo eres. Sé tu yo más auténtico, con tus rarezas y tus particularidades. Traslada tu personalidad a todo lo que hagas, empezando por el nombre, siguiendo por el logo y el packaging y acabando en tu página web. Como tú solo hay una, y no nos la queremos perder. Sé única y crea una marca única.
2. No hay diferencias entre vender ordenadores, piezas de recambio de coches, montar un restaurante y vender handmade. Si lo sigues tratando como un hobby se quedará como un hobby (gastas dinero pero no ganas dinero y dedicas sólo tus horas libres), cuando lo trates como una empresa crecerá como una empresa (gastas dinero para ganar más dinero y le dedicas todo tu tiempo).
3. Inspirarse está muy bien, pero perder el tiempo no tanto. Desengáñate, las horas en Pinterest no son para ser más creativa, son para sentirte peor porque todo lo demás es precioso. Visitar quinientos blogs tampoco es necesario. Ni Instagramear todo lo que haces. Concéntrate en hacer y leer cosas que te hagan crecer a ti y a tu marca. Aprovecha las redes sociales pero no dejes que se coman tu productividad, y sobre todo no bombardees a la gente sin ton ni son, ¡hay que ser siempre poco invasiva! Elige cómo quieres gastar tu tiempo, y elige bien. Y guarda mucho rato para descansar y hacer cosas divertidas (¡no es bonito ser una crafter amargada!).
4. No infravalores tu trabajo: ten claros los números, si no hay beneficio no hay nada. Lleva bien las cuentas de lo que gastas y lo que ganas, descubre qué productos te dan más margen en relación a las unidades que vendes, aprende a poner precios coherentes, cobra por tus horas de trabajo. No somos hermanitas de la caridad, quien no lo pueda pagar, que no lo compre. No colocarías tus productos hechos a mano en la misma estantería que el papel higiénico, así que no le pongas el mismo precio que al rollo de papel higiénico.
5. No dejes que nadie (ni yo!) te diga qué tienes que hacer. Este es tu proyecto, y lo que está bien o lo que está mal sólo lo sabes tú, así que aprende a escucharte, pon atención a lo que sientes y sigue tu propio camino. No tengas miedo a equivocarte. Emprender tu propia aventura no deja de ser eso, una aventura. Átate las botas y empieza a andar en la dirección de tus sueños.
Si todavía sigues teniendo dudas, podrás resolverlas en Oye, Deb!, el consultorio/asesoría de marketing para emprendedores, con cursos y talleres online, que Marín se ha animado a montar, porque tal y como resume: “Si yo lo he hecho, todo el mundo puede. Sólo quiero enseñarte cómo”.
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