Cero riesgo de ser ‘señora de’ Pedro Sánchez
Begoña Gómez ha entrado de lleno en campaña. Quienes la conocen dicen que es muy competente y el mejor apoyo del candidato a la Presidencia. Algunas voces ven exceso de protagonismo.
Begoña Gómez lleva una semana entera con su currículum, tan impresionante como los 50 metros de bandera de España que lució su marido, diseccionado en la prensa. El discurso del candidato socialista a la presidencia del Gobierno se lo comió su propia mujer. “Tiene las ideas muy claras. Pedro se apoya mucho en su criterio porque es una mujer muy competente, aunque habla poco de su trabajo”, apunta un colega de su generación con el que han compartido algunas salidas. Y es que todavía más que en los medios, Begoña Gómez ocupa estos días una parte importante de las conversaciones entre socialistas. En ellas, más que de su trabajo como directora de la consultora Task Force o de lo especializada que está en captación de fondos para ONG, fundaciones y empresas sin ánimo de lucro, se analiza su influencia. El protagonismo que le otorgó Sánchez al ser la única persona que compartió escenario con él, dejó descolocados a unos cuantos. En lo que coincide la mayoría es en que está a la par, sino por delante como apuntan algunos, de su marido. Begoña Gómez es todo lo contrario a la clásica ‘señora de’. Su perfil casa perfectamente con la demanda social de nuevos modelos políticos. “Es un regalo. Tiene soltura y es solvente, ¿qué más se puede pedir?”, dice un miembro de la Ejecutiva.
Desde que hace ahora un año Sánchez ganara las primarias del PSOE, Gómez fue dejando claro cual iba a ser su papel como parte esencial del proceso de construcción del líder. Luis Arroyo, asesor de cabecera Sánchez y culpable en gran parte de la tan comentada puesta en escena del Price, explica que fue ella quién decidió quienes debían aparecer en el famoso vídeo de campaña de primarías de su marido. Los recuerdos de compañeros del Estudiantes, un profesor del colegio, amigos y la propia Begoña sirvieron para componer una semblanza muy de carne y hueso de un político que era un completo desconocido para la opinión pública. Las vacaciones del pasado verano, en las que ambos recorrieron Mojacar de la mano y rodeados de las autoridades locales, evidenciaron que no tenía intención en quedarse en un segundo plano como Viri, la mujer de Rajoy, alérgica a las cámaras y a acompañar a su marido. “Son un matrimonio moderno y joven, eso hay que aprovecharlo”, apunta otro asesor.
Begoña Gómez y Pedro Sánchez acudiendo a votar en las pasadas elecciones.
Cordon Press
Aunque lo que para unos es positivo para otros, no tanto. “Les gusta esquiar y hacer deporte con sus dos niñas, son el vivo retrato de una familia feliz. Hasta ahí, todo bien. Él confía mucho en ella, lo que le da pie a opinar en público de asuntos para los que se supone que ya hay asesores y expertos que basan sus conclusiones en un trabajo previo y en su experiencia. Es evidente que tiene personalidad pero a ella no la ha elegido nadie”, dice un dirigente socialista que no estaba preparado para que Begoña Gómez metiera baza en un encuentro informal en el que coincidieron. Y es que hay un sector que teme que tenga un excesivo peso en las decisiones de Sánchez. El mismo que criticó su presencia en la reunión que el socialista mantuvo con Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas en Nueva York en abril, como si formara parte de la delegación. “No tiene ningún sentido que sentase a su mujer a la mesa en la reunión, como no creo que Pedro asista a las reuniones de trabajo de ella”, opina reticente un diputado.
A Begoña Gómez la están examinando internamente. Por el momento gana la complicidad que destila el matrimonio, más allá de estrategias políticas a las que en este país se está poco acostumbrado. Como si fuese pecado tener una mujer lista que tira de la familia. ¿Hay algo más común al español medio?
El protagonismo que le ha otorgado Sánchez ha dejado descolocados a unos cuantos.
Getty
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