¿Se practican más cesáreas de las necesarias en España?
Muy por encima de la media que recomienda la OMS, tu parto dependerá de dónde das a luz y si lo haces en un centro público o privado.
¿Se está convirtiendo España en un país de cesáreas? Depende de en qué comunidad autónoma vivas y si te asiste al parto una clínica privada o una pública. Estas dos bazas serán cruciales para que, posiblemente, pases por un parto inducido que acabe en este método. En España se practican, de media, más cesáreas que las que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Una de cada cuatro ciudadanas que dan a luz en nuestro país lo hacen por cesárea (la media es 25,3%, según datos del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad), una ratio que se aleja mucho del 15% aconsejado por la OMS. La mayoría de los ensayos médicos indica, además, que por encima de esa tasa no existe una evidencia científica que muestre mejores resultados sanitarios para la madre y el niño.
Nuestro país no es una excepción. La tasa de cesáreas está aumentando progresivamente en todo el mundo y, en algunos países, se está llegando incluso a superar el 50%. De hecho, el dato español está ligeramente por debajo de la media de los países de la OCDE (25,8 por ciento). En EEUU, el porcentaje es del 32%, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Dime dónde vives y te diré cómo vas a parir
Cómo indicábamos antes, todo depende de dónde decidas dar a luz. Una mujer que viva en Baleares tiene más del doble de posibilidades de alumbrar a su hijo por cesárea (23,3%) que una que viva en el País Vasco (10,7% según datos del INE, 2009). Precisamente el País Vasco es, junto a Navarra, la única comunidad española que se sitúa por debajo de las recomendaciones de la OMS.
El Hospital Universitario de Cruces de Barakaldo, por ejemplo, tiene solo un índice del 10,5 por ciento. Según su jefe de Obstetricia y Ginecología, el doctor Txantón Martínez-Astorquiza, también presidente de la Sociedad de Medicina Perinatal de España (SEMPE), el secreto no es otro que “cumplir estrictamente” tanto los protocolos de la Sociedad Española de Ginecología.
¿Cuándo es necesaria una cesárea?
La falta de progresión durante el parto, el hecho de que la parturienta haya tenido una cesárea anterior, los casos en los que los niños se agotan físicamente debido al esfuerzo del proceso del parto y la presentación de nalgas justifican el 80 por ciento de estas intervenciones médicas, pero a ellas se suman otras como los casos de ciertas patologías de la madre.
Los factores clínicos no parecen explicar por completo el aumento de las cesáreas en nuestro país, así que muchos trabajos enfocados a averiguar el porqué de estas cifras han explorado la influencia de factores no clínicos y, por tanto, mucho más cuestionables, que se relacionan con la medicina defensiva.
“La cesárea es un recurso cómodo en el sentido profesional y los obstetras también son culpables de elegir la vía más fácil", admite el doctor Martínez-Astorquiza. "Yo siempre predico que nuestro deber es salvaguardar el parto vaginal, pero mi posición tiene muchos enemigos”.
También las propias pacientes piden en ocasiones y cada vez más que se les haga una cesárea cuando no hay indicación ninguna, según asegura el doctor Enrique Iglesias Goy, jefe de Ginecología y Obstetricia del Hospital Puerta de Hierro de Madrid y presidente de la Sociedad Madrileña de Ginecología y Obstetricia. "Creen que es el paradigma de todos los bienes, por motivos estéticos, para no dañar su suelo pélvico, para evitar la dilatación extrema de la vagina o por temor a repercusiones en las relaciones sexuales, cuando en todo ello no hay base que lo sustente. La realidad es que la cesárea es una intervención quirúrgica en toda regla, con su anestesia, y por lo tanto con sus riesgos". Luego está la decisión del especialista de aceptar o no esa voluntad. "Habrá médicos sin conciencia, como hay periodistas o abogados sin ella, pero afortunadamente son excepciones", opina Iglesias Goy.
Hospital público o privado, la clave de tu parto
Un dato a tener en cuenta es la disparidad de cifras cuando se comparan las cesáreas de hospitales según su titularidad. En España hay 33,66 cesáreas por cada 100 partos por vía vaginal. En los hospitales públicos el dato se reduce a 28,36, mientras que en los privados asciende a 53,95 de cada 100 si el centro tiene fin de lucro, y al 43,63 de cada 100 si no lo tiene (Estadística de Indicadores Hospitalarios 2005 del INE).
Además de todo está el precio. El coste medio de un parto vaginal para la sanidad pública es de 3.000 euros, mientras que una cesárea sería el doble, según datos aproximados del presidente de la SEMPE, que admite que las cifras son difíciles de contrastar. “Si se provocaran los menos partos posibles se ahorraría mucho dinero en España, porque el parto inducido triplica la tasa de cesáreas”, advierte Martínez-Astorquiza. En el Hospital de Cruces han hecho suya la máxima de que querer es poder. En el 5 por ciento de los alumbramientos en España el niño viene de nalgas y ese pequeño porcentaje es responsable del 20 por ciento de las indicaciones de cesárea. Pero en este centro defienden que pueden existir partos vaginales de nalgas en casos seleccionados, e impulsan desde hace más de diez años una técnica (versión cefálica externa) que permite cambiar la postura del bebé para colocarlo en el canal del parto. Se ha practicado a cerca de 2000 embarazadas con un éxito del 60% y sin riesgo ni para la madre ni para el bebé.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.