Adiós al mito: ahora son los hombres los que quieren tener más hijos

El Día del Padre tiene su futuro asegurado. Esta es una de las primeras conclusiones que podemos extraer de Los hombres y la fertilidad, una encuesta promovida por la compañía de ciencia y tecnología Merck y cuyos resultados se publican en el marco de este significativo 19 de marzo. Tras consultar a más de mil personas en edad fértil (de 18 a 45 años) de toda España, uno de los hallazgos más reveladores es la confirmación de que los hombres sienten un mayor deseo de tener hijos que las mujeres. Hasta el 66,2% de los varones ratifica su voluntad de ser padre, un número cuatro puntos por encima que la media femenina (62,5%). El dato de la encuesta realizada por la consultora GAD3 confirma una tendencia creciente en los últimos años y que la inmensa mayoría de los consultados achaca al históricamente silente o infravalorado instinto paternal. Además de las consabidas estabilidad laboral y económica o el apoyo del cónyuge, nueve de cada diez tildan de determinante este impulso.

“El instinto paternal existe, aunque sea menos evidente que el de la mujer porque se habla menos de él”, sostiene Estefanía Pereira, coach de fertilidad de la Clínica Fertility Madrid, que alude también a la influencia de la percepción social sobre este aspecto: “Hoy en día que los hombres confiesen su deseo paternal empieza a considerarse un valor socialmente positivo y, sin embargo, hay mujeres a las que les pasa lo mismo que les pasaba a ellos antes: les cuesta confesar su instinto maternal porque parece que son menos modernas o peores profesionales”. Otra diferencia entre sexos es el momento de aparición de este instinto. Mientras que en los hombres se presenta entre los 30 y los 34 años, en el caso de la mujer lo hace antes: entre los 25 y los 29.

Un estudio realizado en Estados Unidos en 2013 ya aventuraba este vuelco en el deseo de ser padres, que puede tener su origen en diferentes factores como el mayor control de la natalidad o los cambios de mentalidad en la sociedad. Sin embargo, tal y como afirmaba la periodista Tracy Moore en el artículo New Trend: Men Wanting Babies, Women Wanting Freedom (Nueva tendencia: los hombres quieren bebés, las mujeres quieren libertad) publicado en Jezebel, quizá el factor más importante sea que “cada vez más mujeres saben que el peso de tener hijos recaerá sobre todo en ellas, incluso hasta cuando los hombres afirman que lo soportarán ellos”.

La encuesta también arroja luz acerca de los prejuicios de unos y otros a la hora de buscar soluciones en caso de toparse con dificultades para tener hijos. Además de que algo más de la mitad de los hombres sentiría dañada su autoestima si esto ocurriera, uno de cada cuatro dice rechazar la opción de recurrir a la reproducción asistida. El 34% afirma que si tuviese descendencia gracias a este tipo de ayuda preferiría no comentarlo. Unos datos que corroboran que este sigue siendo un tema tabú entre la población masculina de nuestro país y a los que se añade el hecho de que el 60% descartaría la opción de un donante de semen frente al 44% de las mujeres. “Son cifras que demuestran que todavía hay mucho trabajo que hacer para que estos temas se aborden con naturalidad y se normalicen en la sociedad”, sostiene la doctora Isabel Sánchez Magro, directora médico de Merck.

Los hombres españoles tampoco salen bien parados en lo relacionado al conocimiento y cuidado de su salud reproductiva. El 37% de los encuestados nunca o casi nunca visita a su médico especialista y nueve de cada diez reconocen que jamás se han sometido a un estudio reproductivo para valorar la calidad del semen. La ignorancia a este respecto se agudiza si tenemos en cuenta que casi el 30% no sabría a qué especialista acudir ante una dificultad reproductiva, y un buen número de los que dicen saberlo aseguran que acudirían a un ginecólogo. Una percepción que prueba que todavía hoy perdura una alta asociación de la infertilidad con la mujer. Sánchez Magro desmiente esta creencia: “Hoy sabemos que las causas que desencadenan la infertilidad están presentes de manera similar en hombres y mujeres, teniendo origen masculino en el 30% de las parejas con problemas para tener hijos, femenino en otro 30% y combinado en el 25% de los casos. El 15% restante se debe a causas desconocidas”.