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Mentiras (y medias verdades) acerca de la celulitis

Afecta al 90% de las mujeres. Pero ni todo el deporte ni las cremas logran erradicar del todo la temida piel de naranja.

cover celulitis
Cordon Press

La celulitis la causan toxinas

Cierto que suele ir asociada a una mala alimentación, habitualmente pasada de rosca en grasas, pero la causa no son las toxinas. NI una dieta détox ayudará a deshacerse de la celulitis. La celulitis se origina cuando los depósitos de grasas bajo la piel crecen y empiezan a empujar de manera desordenada el tejido conectivo que los rodeada (imaginemos un envoltorio de papel celofan, resistente pero fácilmente deformable). Ese tejido conectivo puede estar debilitado por las hormonas, falta de tono muscular, mala circulación o un exceso de grasa, pero no por las toxinas.

Las cremas la eliminan permanentemente

Desafortunadamente, no. Mejoran transitoriamente su aspecto, de ahí que se usen más en verano. Pero la celulitis no es un problema exterior de la piel, sino un desbarajuste de los tejidos internos. “Los tratamientos cosméticos se basan en producir cierto efecto tensor en la piel o en eliminar los líquidos acumulados en la zona pero no pueden actuar en el quid de la cuestión que son los tabiques fibrosos deformados. Las cremas solo sirven como punto de partida en casos de celulitis poco severa”, señala el doctor Vicente Paloma, cirujano plástico y estético del Centro Médico Teknon de Barcelona http://www.drpaloma.com/. Cuando se dejen de usar, volverá.

La crema actúa sola

No. Es fundamental el masaje mientras se aplica. Y dedicarle al menos dos-tres minutos a cada muslo. En realidad, es el masaje lo que favorece la microcirculación que eliminará esos residuos grasos. La cafeína de la crema hará que sea más fácil su eliminación, pero ella sola no hace todo el trabajo.

Los hombres no tienen celulitis

Algunos sí tienen. Pero no llegan al 10% de los varones y no suele revestir casos tan dramáticos como en el género femenino. A la hora de buscar culpables hay que señalar a la propia esencia femenina. Primero, nuestras hormonas – fundamentalmente, los estrógenos – favorecen la retención de líquidos y la acumulación de grasas. Por si fuera poco la disposición de las fibras de la hipodermis femenina en la mujer es perpendicular a la piel. Basta que los acúmulos grasos presionen hacia arriba para que se acaben formando los montículos de grasa que originan la piel de naranja.

Es genético

Los genes no son una condena inevitable. Solo una predisposición. Tirarse todo el día sentada, no hacer ejercicio, mal comer, no beber la suficiente agua o abusar del azúcar son elecciones personales. Si coincide que la genética es proclive a la celulitis, la naturaleza hará el resto.

Es cosa de gordas

Rotundamente, no. Hay modelos que la tienen. Alessandra Ambrosio así lo reconoce. “En cuanto me la veo, me voy a las escaleras de Santa Mónica y subo y bajo los 170 peldaños de cuatro a seis veces una vea a la semana”, ha afirmado la top. Luego vendrán los masajes, tratamientos estéticos y el bendito PhotoShop que hacen que no se note tanto. Ahora bien, la obesidad suele ir vinculada a una mala alimentación y sedentarismo, dos de las principales causas de la celulitis.

Las deportistas no la tienen

Pueden tener, pero menos. Es lo bueno de pasarse horas y horas entrenando y no con las nalgas recostadas en la silla de la oficina. Vigilar la dieta también ayuda.

El running la elimina.

No todo el ejercicio borra la piel de naranja. De hecho, Joey Atlas, creador de un método de entrenamiento anticelulítico denominado ‘Symulast’ (synergistic muscle layer stimulation), señala que “el exceso de ejercicio cardiovascular e incluso algunos ejercicios de tonificación habituales en gimnasio pueden empeorar la celulitis”. Sus ejercicios, fáciles de realizar, sin aparatología y en el suelo, tienden a estimular “músculos que normalmente no trabajan. Por eso, se atrofian y debilitan al tejido conectivo de alrededor, que es lo que facilita el camino a la celulitis”.

Los aparatos técnicos acaban con ella

El Cellulaze, una láser que derrite la grasa y repara el tejido conectivo estimulando la creación de nuevo colágeno, sí, aunque con matices. “Si la celulitis no es excesivamente avanzada y se evitan los factores que favorecen su aparición (sobrepeso, sedentarismo, mala circulación, etc..) el tratamiento es eficaz y son muy duraderos los resultados”, advierte el doctor Xavier Santos, jefe de Cirugía Plástica y Reparadora de los Hospitales Madrid–Montepríncipe y Madrid-Torrelodones. El resto de aparatos (Cyclone, Velashape III…), la mejoran, pero no la erradican. Y, en cualquier caso, como recuerda Santos, si después del tratamiento persisten las rutinas insanas, la celulitis regresará. Es como Terminator: si dice I’ll be back, es que volveremos a vernos las caras. Centímetro arriba, centímetro abajo, pero volverá. Estás advertida

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