Así funciona el autosabotaje inconsciente de una relación sentimental
Expertas señalan los motivos por los que esta coraza con fines de autoprotección es en realidad un tanque contra las relaciones amorosas y la felicidad en general
La Dra Raquel Peel ha dedicado parte de su carrera a estudiar por qué hay personas que de forma inconsciente, sabotean sus relaciones amorosas. Junto a su equipo de investigación, ha creado la Escala del Sabotaje de las relaciones, con la que aspira a medir de forma empírica el autosabotaje tras haber entrevistado tanto a psicólogos especializados en relaciones románticas, como a personas de a pie. La psicóloga ha descrito a tres tipos de autosaboteadores de relaciones: quienes encadenan citas, pasan apresuradamente de una relación a otra y hacen evaluaciones rápidas mientras buscan a “la persona indicada”; aquellos que mantienen una relación a largo plazo, pero terminan por alejarse emocionalmente y quienes deciden dejar de entablar relaciones por completo.
“No hay conocimiento suficiente para explicar por qué algunas personas que han comenzado una relación saludable se embarcan en una andadura hacia la destrucción. En el momento en el que conocen a alguien genial, comienzan a encontrar errores y a desconfiar de esa persona. Dan por hecho que la relación se va a terminar. Son cuatro los rasgos más habituales de estos perfiles, y fueron ya señalados por el psicólogo e investigador John Gottman: la crítica constante, la actitud defensiva, el desprecio y la actitud evasiva. En la mayoría de los casos, el fin es protegerse a sí mismos”, explica en su TED Talk Why do we sabotaje love? (¿Por qué saboteamos el amor?). Al ahondar en sus investigaciones al respecto, señala en la charla el caso de una participante de 34 años que explica por qué cree que sus relaciones nunca funcionan. “Evito a las personas a las que les gusto. Creo que les pasa algo malo”.
Al decir la frase, el público ríe de forma inmediata, pero lejos de ser un chiste, estas creencias son más habituales de lo que pensamos. “Estoy viendo a un hombre al que claramente le gusto, y eso me genera desconfianza. Pienso que le ocurre algo, que tiene algún problema. Llevo desde los 14 años siendo rechazada por hombres y escuchando ‘eres muy simpática, pero...’. Así que, con 40 años, es imposible que mi cerebro piense que alguien en su sano juicio quiera conocerme. Es totalmente normal que piense que si un hombre quiere conocerme, ese señor no está bien. Es cuestión de lógica y de seguir un patrón”, explica a S Moda Carmen Raya, Project Manager de 40 años. ¿Piensa que a veces, cuando lo pasa mal en una relación, en realidad está provocando de alguna forma inconsciente que ocurra precisamente eso que teme? “Totalmente. Una se engancha a llevar la razón. Mi vida sentimental/emocional se ha construido a través del rechazo. Es una apuesta segura decir que me van a dejar o que no les intereso. Como decía antes, es un patrón. Si ese patrón no se cumpliera, mi vida se desmoronaría. No puedo dejar que eso ocurra, así que haré todo lo posible para que me dejen. No puedo permitirme estar equivocada”, responde.
Silvia Sanz, psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja, señala que este es un claro caso de una profecía autocumplida, motivada en muchas ocasiones por las experiencias pasadas, que conducen a las personas a adelantar los posibles escenarios que puedan suceder. De esta forma, de manera inconsciente, provocan aquello que temen. “Nos podemos dar cuenta de que realmente estamos saboteando nuestra relación cuando sufrimos durante la misma, provocando todo aquello que tememos. O lo que es peor aún, cuando ni siquiera intentamos la relación por evitación o cuando se provoca un alejamiento del otro”, advierte. “En este sentido, podríamos hablar de múltiples tipos de autosabotaje: por excusas, por bloqueo, por procrastinación, por impulsos, por no terminar las cosas o por perfeccionismo. Aunque, independientemente del tipo, aparecen fuertes consecuencias ligadas como son la frustración, la decepción y el fracaso, que merman la autoestima y son señales inequívocas que nos indican que nos encontramos en un claro caso de autosabotaje cuya finalidad es evitar la felicidad”, asegura Sanz.
El autosabotaje es una forma en la que algunas personas se manipulan para poner en marcha un mecanismo de defensa que pretende evitar un futuro sufrimiento o situaciones de incertidumbre. Silvia Sanz, explica que existen distintos motivos que conducen al autosabotaje, que suele estar provocado por algún pensamiento inconsciente capaz de mantener a quien lo tiene en un lugar ‘seguro’. “Nos hace creer, sin darnos cuenta, que es mejor no avanzar ni realizar cambios para mantenernos en la posición que ya conocemos y en la que tenemos una sensación de falacia de control. También puede estar provocado por el temor a sufrir en el futuro a causa del paso que estemos dando, del cambio, por no saber manejar la incertidumbre de lo que sucederá después, por falta de control sobre la situación, por baja autoestima…”, explica. “Implicarnos en una relación y sentir puede ser positivo en muchas ocasiones, pero a causa de estos actos de autosabotaje, no nos permitimos disfrutarlo. Otro de los motivos puede ser no sentirnos preparadas para avanzar o comprometernos en una relación enfocándonos en todos los aspectos negativos de la misma, o simplemente en nuestros defectos o miedos a lo que puede suceder después, imaginando escenarios poco probables que nos mantienen en ese paso previo a iniciar una relación más comprometida”, asegura.
Núria Jorba, directora del Centre Núria Jorba, psicóloga, sexóloga y terapeuta de parejas, indica que lo más importante es conseguir identificar la emoción que conduce al lado contrario del deseado. “Muchas veces intentamos trabajar las cosas demasiado desde la acción sin antes plantearnos cómo está la emoción. El autosabotaje ocurre porque hay sentimientos de base, emociones no resueltas. Quizás queremos estar bien con nuestra pareja, pero hay una rabia contenida porque no nos sentimos cuidadas. O quizás queremos conectar sexualmente, pero nos sentimos inseguras con nosotras mismas y con nuestro cuerpo, por lo que lo evitamos”, asegura.
El primer paso para evitar el sabotaje inconsciente no es otro que hacerlo consciente, es decir, reconocerlo. Quien no comunica sus deseos, necesidades y pensamientos, quienes siempre se fijan en el lado oscuro de las cosas, los que no extraen enseñanza alguna de sus relaciones pasadas, los que siempre dicen lo que el otro quiere escuchar para evitar la confrontación y quienes provocan los celos de forma deliberada han de ser conscientes de que estas señales, que en ocasiones no se advierten hasta que son indicadas por los demás, son las de quien sabotea sus relaciones. “Quien quiera rompe el patrón de sabotaje ha de ser amable consigo mismo. Es normal querer protegernos, pero la forma de salir de ese ciclo es pensar cómo somos en una relación, lo que esperamos de nuestras parejas y cómo poder colaborar con ella. Porque después de todo, quien sabe quien es en una relación permite a la pareja conocerle, para poder romper juntos ese patrón de sabotaje. El amor nunca va a ser fácil, pero sin autosabotajes, es mucho más sencillo de de alcanzar”, dice la Dra Raquel Peel al finalizar su TED Talk.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.