Ojos líquidos, mirada sólida: la tendencia de maquillaje que llegó para quedarse

Aunque fue la pandemia la que incrementó el interés por la mirada —por el uso de mascarillas—, la relajación de las restricciones no desinfla la tendencia. Ahora se demandan productos sencillos e intuitivos con los que conseguir un acabado llamativo. “El consumidor de belleza de 2022 busca conveniencia, color y alta tecnología en una sola aplicación que garantice mayor control y creatividad”, defienden en el último informe anual sobre el sector de la agencia de macrodatos Spate. “Hay una tendencia entre los clientes que demandan productos fáciles, con un resultado inmediato y duradero”, expone Sergio Valle, formador y maquillador de Sisley España. Fórmulas que además no requieren ni de tiempo ni de conocimientos expertos.

La cosmética de color en Europa mueve al año casi tanto como las fragancias: según la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética su volumen asciende a 11.000 millones de euros (frente a los 12.200 del perfume). Entre las sombras de ojos destaca el crecimiento de las líquidas, cuyas búsquedas se triplicaron el pasado año tras aparecer en varios tutoriales de YouTube y TikTok. Se extienden con su propia esponja o incluso con el dedo: “Directamente sobre el párpado, sin difuminar”, recomienda Valle, “se pueden conseguir diferentes intensidades aplicando capa sobre capa, sin trabajar el producto”. Solas o en combinación con las tradicionales sombras en polvo: “En este caso, primero el polvo y luego el líquido, que creará un efecto sellado y luminoso”. Para un acabado natural, el experto aconseja dibujar una línea sobre la base de las pestañas y extender con el aplicador hasta el pliegue del párpado móvil. ¿Para más intensidad? “Superponer otra capa” o mezclar tonos.