Ojos más grandes, mirada penetrante: así se llevará eyeliner negro en 2020
Si en 2019 el foco de atención estuvo en las pestañas fantasía (“volumen ruso” han sido las dos palabras del año en los salones especializados), 2020 comienza recuperando el arte del delineado en su versión más dramática.
Ningún otro trazo de maquillaje es capaz de marcar con la misma intensidad la mirada y el carácter de la mujer que lo lleva como un lápiz de ojos negro. Cleopatra, Brigitte, Madonna: aquellas que hicieron del delineador la marca de su temperamento escribieron también su propia página en la historia. Qué deseable ser tan reconocible, tanto como para que una línea negra testifique tu huella en el mundo. Qué deseable apoderarte de un gesto que hable para siempre de tu temperamento. Qué deseable, en definitiva, que un solo trazo de khöl sea capaz de sintetizar el discurso y el tiempo que vive una mujer. Y qué envidiable, también, semejante pulso ante el espejo.
Si en 2019 el foco de atención estuvo en las pestañas fantasía (“volumen ruso” han sido las dos palabras del año en los salones especializados), 2020 comienza recuperando el arte del delineado en su versión más dramática. Basta fijarse en las propuestas de belleza del próximo verano de las firmas prescriptoras para observar la relevancia de la raya en el ojo: Chanel, con un arcoíris en tonos fríos; Dior con una propuesta verde lima; Marc Jacobs en versión bicolor; Zara (sí, también pone de moda la manera de maquillar a sus modelos), en color blanco. Las marcas proponen pero siempre es en la calle donde la anécdota pasa a ser tendencia, y para todas aquellas que quieran replicarla con una dosis de realidad, el trazo negro, denso y marcado es la solución.
¿Cómo dibujar el delineado perfecto?
A Andy Torres, influyente digital mexicana afincada en Amsterdam, es la pregunta que más le envían sus más de 800.000 seguidoras en Instagram. Lleva más de seis años practicando su trazo (“son incontables las veces que lo he dibujado… es cuestión de práctica. Antes no me quedaba tan preciso pero he ido agarrando el modo”, nos cuenta) y tan deseada es su destreza de 50 segundos que ha grabado un tutorial –con miles de reproducciones– explicando su técnica.
“Lo más importante para elegir un buen eyeliner es, definitivamente, la forma de la punta (biselado, con un lado plano) y la textura del lápiz (mejor de fieltro flexible, para que deslice de manera suave). Para el tipo de trazo que me hago yo (cat eye, por la forma felina que dibuja) el delineador líquido es el que mejor funciona. Suelo utilizar una tinta waterproof ligera que se seca muy rápido (Wonder Wing, de Rimmel London). Para que salga bien, dice, resulta clave la posición ante el espejo: “Levanto un poco la cabeza y me coloco totalmente de frente. Al hacer este gesto se crea el espacio preciso en el párpado para poder realizar el trazo”, añade. Primero dibuja su contorno, comenzando desde el punto superior del lagrimal hacia el extremo y marcando la curvatura del rabillo; después, con el mismo lápiz, rellena la raya.
Cómo conseguir que dure (de verdad) el día entero
No importa la marca para la que trabajen, los maquilladores profesionales siempre insisten en lo mismo. El truco –o mejor dicho, ritual– está en cómo preparar la piel antes del maquillaje, también en el caso del cat eye. “Siempre utilizo crema para el contorno del ojo, antes de empezar. Después aplico unos toques de corrector y una base (la sombra en crema difuminable de larga duración Paint Pot, de M·A·C), y a continuación la sombra de ojos en polvo. Después es cuando dibujo el eyeliner y para terminar aplico un fijador (Setting Spray de NYX Professional, ¡con los ojos cerrados!) y me dura todo el día”, revela Torres. Su inspiración, el trazo elegante pero emblemático de Audrey Hepburn.
Lo que todas desean: efecto ojos más grandes
El efecto más explorado del eyeliner es, efectivamente, el de la dosis de drama o profundidad que aporta al ojo. Sin embargo, existe un truco hasta hace bien poco reservado a los profesionales que ha comenzado a asomar en YouTube: la técnica conocida como tightlining, que comenzó a utilizarse en la moda en los años 70 y que posteriormente aplicaron a las celebridades make up artists como Laura Mercier o Kevyn Aucoin. Este gesto consiste en marcar el delineador por dentro de la línea acuosa superior de las pestañas, la llamada línea de flotación, lo que proporciona una mayor definición y estructura del trazo, y maximiza el contraste con los iris, sin ser excesivamente obvio. En definitiva, los ojos parecen más grandes y más brillantes, aunque este trazo no se aprecia a simple vista.
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