Los polvos ‘mágicos’ que utiliza Grace Coddington para retocarse las canas cuando asoma la raíz
La ex directora creativa de Vogue USA descarta teñirse ella sola antes de poder ir a su peluquero habitual y opta por esa solución casera.
Nada humaniza más a una gran musa de la moda que cuando confiesa sin reparos que también tiene sus trucos de andar por casa para estar guapa. A sus estupendos 79 años, la icónica melena roja de Grace Coddington es, en realidad, canosa. Para mantener las canas a cubierto pasa cada 10 días por el salón de Louis Licari, su peluquero neoyorquino de confianza desde hace 25 años. Cuando estalló la crisis del coronavirus, Grace Coddington y su pareja, Didier Malige, huyeron a su segunda residencia en Wainscott. “Tenemos más espacio y es más tranquilo. Si nos hubiéramos quedado en el apartamento de la ciudad, acabaríamos matándonos”, confesaba recientemente en la edición estadounidense de Vogue la que fuera durante años mano derecha (y contrapunto) de Anna Wintour. Sin su colorista de confianza cerca y con cero ganas de teñirse ella sola, las canas no tardaron en salir. “Llevamos siete semanas y media confinados en Wainscott y tendré casi cuatro centímetros de raíz. Así que las cubro con Color Wow Root Cover Up. Es un truco que aprendí durante una sesión de fotos con Lady Gaga. Mis canas empezaban a asomar y su estilista me dijo ‘deberías probar esto. ¡Yo lo uso todo el rato! Creo que lo estaba usando con la propia Lady Gaga, porque en ese momento ella llevaba el pelo rubio platino con raíces negras. Al día siguiente, vino con un Color Wow en mi tono rojizo. Lo probó sobre mi pelo y fue genial. Las cubrió del todo”.
Hace falta tener unos nervios de acero y una confianza plena en un producto para atreverse a decirle a alguien de la talla de Coddington que se le ven las canas. Pero alguien acostumbrado a bregar con divas como Lady Gaga lleva las espaldas bien cubiertas. Root Cover Up está avalado por 7 premios como mejor producto por la revista Allure (la Biblia de la belleza). La artífice del invento es Gail Federici, actual presidenta del grupo Federici Brands y creadora de Color Wow. No es el primer producto capilar icónico que pone en el mercado. Durante años fue el talento en la sombra en John Frieda, con referentes de sobra conocidos como Frizz Ease. Con esos antecedentes, no es de extrañar que Color Wow se haya convertido en poco tiempo en el secreto mejor guardado en la maleta de los peluqueros de las famosas.
Viene a ser una especie de maquillaje mineral en polvo a base de pigmentos y partículas reflectantes que se aplica con un pincel sobre el cabello seco. Nada más extenderlo, se adhiere al pelo por un principio elemental de magnetismo: contiene partículas de zinc con carga positiva que se sienten irremediablemente atraídas por nuestro pelo. Una vez depositadas, no se mueven hasta que se lava con champú. La fórmula es water resistant y aguanta el sudor, el roce con la almohada mientras duermes y hasta algún chapuzón. En las instrucciones de uso se indica que hay que impregnar una pequeña cantidad en el pincel y extenderlo comenzando por la raíz. Está disponible en ocho tonos, desde el negro al rubio platino, pasando por los castaños y un rojo, que es el que usa Grace Coddington. “Queda un poco crujiente hasta que lo lavas porque es polvo, pero así es como estoy bregando con las canas. A veces lo dejo gris porque realmente queda bien. Otras veces, como cuando hice el directo en Instagram con Edward Enninful, me miré y pensé que mejor hacer algo al respecto. Así que usé Color Wow y, aunque tuve que cubrir un largo considerable, creo que las camufla bastante, bastante bien”, explica entre risas a la periodista. No es barato. Cuesta 38,95 euros, pero el fabricante asegura que un estuche dura seis meses si tienes todo el cabello canoso y hasta un año si solo tienes el 50% o menos de canas.
Los tonos rubios pueden usarse también para prolongar las mechas cuando no tienes tiempo de acudir a la peluquería. Jen Atkin, la peluquera de las estrellas, entre cuyas clientas se encuentra el clan Kardashian y Jenner, reconoce que le da un tercer uso: disimular esas pequeñas calvas o zonas de cabello más fino que clarean al hacer un recogido hacia atrás muy tirante. “Hace que el cabello parezca más frondoso, sobre todo, en las fotos”, confesaba a la revista Allure.
La ex directora creativa de Vogue USA o las Kardashian no son las únicas que recurren a estos trucos para disimular unas canas o unas raíces sin teñir. El peluquero Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez, confiesa que “alguna vez lo utilizado, pero a través de clientas que lo han traído al salón y que nos piden que se lo pongamos nosotros aquí. En nuestro salón tenemos un producto similar, pero en spray: L’Oréal Professionnel Hair Touch Up. Cubre de manera provisional la raíz cuando la clienta no tiene tiempo en la visita de hacerse el color, pero tiene que estar perfecta para un momento especial. También los usamos para rellenar zonas con poco pelo y que no se vea claridad”. Reconoce que este tipo de productos funcionan, aunque son solo una solución puntual, por ejemplo, “cuando la clienta tiene un viaje o no puede acudir a hacerse el color porque acaba de someterse a una cirugía o por enfermedad. Nunca son una solución a largo plazo”.
La principal pega de estos productos cubrecanas de emergencia es que, al tacto, el cabello queda áspero. En el caso de los sprays hay que afinar mucho el disparo para no dejar manchurrones en el cuero cabelludo. “El truco está en aplicarlo a unos 10-15 cm del cuero cabelludo, nunca más cerca, e ir de menos a más. Haces una primera pasada, ves el resultado puesto que seca casi de inmediato, solo si no se ha cubierto bien, repites la operación. La clave para evitar manchas o zonas demasiado espesas está en ir poco a poco, capa a capa, para evitar ese exceso”. Otras alternativas son Retouch.Me, de Kevin. Murphy; Root Retoucher, de Schwarzkopf; o Magic Retouch, de L’Oréal Paris.
En los últimos años se han lanzado al mercado, con desigual fortuna, otros cubrecanas instantáneos. Desde las ceras o crayons fáciles de llevar en el bolso, como el de la colorista Rita Hazan y aptos también para cejas, a otros con un formato similar al de una máscara de pestañas . “Este último no me parece buena opción porque en seguida forma grumos”, señala Sánchez.
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