Indya Moore, actriz en ‘Pose’ y activista: «Mis privilegios no me dan más valor que al resto»
La industria de la belleza cede su poderoso altavoz a discursos subversivos como el de la activista ‘queer’ Indya Moore, imagen de Carolina Herrera.
Indya Moore (Nueva York, 26 años) podría ser epítome de eso que llaman el sueño americano. Nació en el Bronx, de madre puertorriqueña y padre dominicano, ambos testigos de Jehová que no entendieron que desde pequeña cuestionara los roles de género. Escapó de casa con 14 años y acabó en el sistema de acogida. Sufrió acoso y agresiones, pero se sobrepuso y encontró una salida en la interpretación. En 2018 pasó a formar parte del casting de Pose, la exitosa serie de Ryan Murphy sobre la comunidad LGBTQ+ en los ochenta. Y el resto es historia. Pero Moore rebufa de los clichés y se niega a ser ejemplo: «Medir el valor de la vida de las personas a través de la lente de la celebridad, con una métrica capitalista y clasista, causa daño y permite que se margine más a los que ya lo están. Así que ‘en lo más alto’ quizá no sea el enunciado más preciso para describirme a mí, mi vida o mis metas. Mis privilegios no me dan más valor que al resto».
En 2019 fue nombrada una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time. Ha desfilado para Jason Wu o Telfar y el año pasado posó ante Paolo Roversi en el calendario Pirelli. Acaba de diseñar una colección cápsula con Tommy Hilfiger y ha sido imagen de firmas como Yves Saint Laurent, Calvin Klein o Louis Vuitton. Ahora, junto a los actores KJ Apa, Jorge López y las modelos Taylor Hill o Charlotte Rose, pone rostro a la nueva fragancia de Carolina Herrera, 212 Heroes, un jugo vegano: «Respetan mis valores, tienen bonitos perfumes y ropa increíble. Como marca es una fuente inagotable de creatividad y una firma divertida con la que decorar el cuerpo». Su visión de la belleza también es un concepto amplio, sin estereotipos. «Para mí es la sensación que me da algo que me proporciona placer, curiosidad, inspiración, algo que me hace sentir reconfortada, segura, apoyada y amada. Todos estos sentimientos se traducen en belleza porque los aprecio».
Moore rehúye etiquetas, no se identifica con el género binario y prefiere responder al pronombre neutro they (elle). En su Instagram acumula más de un millón y medio de seguidores, pero tampoco permite que esa cifra elevada tenga influencia sobre su vida o defina quién es, «intento que mi paz interior, mi valor o mi autoestima no estén ligados a la gratificación pública». Pero utiliza su plataforma y cualquier micrófono para dar visibilidad a los problemas de su colectivo: «Nuestra sociedad sigue siendo culturalmente antitrans y antiqueer en muchos sentidos. Tenemos que batallar muy duro contra esas narrativas». Tras tres temporadas, acaba de despedirse de su personaje en Pose, Angel: «Espero que su historia inspire a otras personas trans a expandir su imaginación más allá de todos esos límites que el mundo intenta imponernos.
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