Esto es lo que puedes conocer de un hombre por su fragancia
Un aroma vale más que mil palabras. Bodybell descifra el significado de algunas esencias masculinas.
Las mujeres son de Venus y ellos, de Marte. A ellas les gusta comunicar lo que sienten, ellos tienden a guardar sus sentimientos para dentro. Pero no tanto. El psicólogo Gregory Jantz sostiene que hay ciertas diferencias en el uso de los campos cerebrales que llevan a los hombres a ser más proclives a la acción y menos comunicativos que las féminas. Afortunadamente que se decanten por una fragancia u otra revela mucho de su personalidad sin necesidad de palabras.
El temerario
Fascinado por todo lo que excite la adrenalina. Lo mismo puede ser practicar boxeo, que participar en carreras de coches, practicar salto base o tener su propia banda de rock. Por su aspecto es fácil de reconocer: el típico ‘malote’, con sus tatuajes, alguna que otra cicatriz, guitarra eléctrica en ristre y esa sensación de que exprime la vida con sus propias manos.
El libre
Huye de las ataduras físicas. En cuanto tiene un rato de ocio abandona la gran ciudad y se lanza a practicar algún deporte al aire libre, sobre todo, en el agua. Nada de piscinas, él es hombre de aguas intensas, ya sea para nadar contra las olas o para navegar en su yate donde ningún ruido le molesta de esa sensación de libertad.
El Peter Pan
Desde los 90 la presencia de este colectivo que se niega a crecer es constante entre los varones. Ciertas profesiones como publicista, informático, fotógrafo o todas las vinculadas al cine tienden a alimentar a estos niños-hombre apasionados por el cómic, las películas de ciencia ficción y los personajes de Marvel y DC. Tal vez mañana gane un Óscar o un premio Nobel de Física, pero nada supera al afecto que siente por sus réplicas de superhéroes como Batman, Superman o todo lo que suene a Star Trek o Star Wars.
El elegante
Christian Grey, el pesonaje de la novela 50 Sombras de Grey, de E. L. James, existe. Es ese hombre de traje impecable con el que te cruzas en la fotocopiadora. No es de muchas palabras, podría pasar desapercibido, pero en un nanosegundo te lanza una mirada tan reveladora como cargada de magnetismo. Es correcto, elegante, ambicioso. Se sabe atractivo con las mujeres, le gusta seducir y conquistar… pero se revuelve ante el compromiso.
Guardar
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.