La laca, el producto que necesitas para potenciar tus peinados

Resulta imposible no sentir cierta fascinación por esas melenas cardadas hasta el extremo del último desfile de Moschino. El diseñador de la firma, Jeremy Scott, se inspiró en los concursos televisivos de los ochenta y las glamurosas azafatas de El precio justo, en un alegato a favor del sentido del humor y la individualidad. El propio peluquero Jimmy Paul lo reconoció al final del espectáculo: «Estos peinados se pueden describir con tres palabras: divertidos, sexys y cómicos. Las melenas voluminosas se convirtieron en una especie de firma personal».

Pero Moschino no ha sido la única firma que ha echado mano de imaginario popular y exceso de laca. En el último desfile de alta costura de Chanel, las modelos se paseaban por una fabulosa villa, a imagen de la serie Dinastía, con tupés revueltos que desafiaban la gravedad. «Un cruce entre los bouffants del siglo XVIII [como los de Kirsten Dunst en María Antonieta] y los peinados eléctricos de los Blitz Kids y el David Bowie de los ochenta», explicaba el peluquero de la maison, Sam McKnight.

Quizá ese es el problema al que se ha enfrentado la laca en los últimos años. Siempre presente en nuestro tocador, ha conseguido trascender en el tiempo, pero no sacudirse los prejuicios. Craso error. La laca Elnett es uno de los productos infalibles del backstage. Cualquier estilista enumeraría las razones sin titubear: se retira con un ligero cepillado, protege el cabello de la humedad y permite jugar con el peinado. Porque al contrario de lo que cree la mayoría de la gente, no solo sirve para fijar.

En la era del bob long –ese corte recto por encima de la mandíbula que popularizaron las Kardashian–, y las melenas XXL, la laca puede ser nuestra mejor aliada si se sabe utilizar. Sobre todo, en cabellos finos y lacios. Un truco que utilizan muchos profesionales es pulverizar sobre las raíces, siempre a 30 centímetros y con la cabeza hacia abajo, para conseguir más volumen o ese envidiable efecto despeinado de Kaia Gerber y Alexa Chung.

El secreto para que una melena de efecto mojado no quede apelmazada también está en la laca. En este caso, los profesionales recomiendan pulverizarla después del gel de peinado y antes de que se seque el cabello para conseguir mayor fijación, sobre todo en los laterales. Lo mismo ocurre con melenas lisas o onduladas. Y si el legendario gesto de vaporizar la laca como acto final lo hacemos justo antes de utilizar las tenacillas, conseguiremos fijación pero con una mayor naturalidad.