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Decálogo para llevar sombra de ojos de color rojo sin que parezca un disfraz de Halloween

Diez trucos de experto, tres paletas con las que acertarás y un montón de inspiración.

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Eva Armas Gil

Vistas en pasarelas, alfombras rojas recientes, cine y, sobre todo, Instagram. A pesar de lo arriesgado e intimidante que puede llegar a resultar el color rojo en un maquillaje, parece que por fin -y tras varias intentonas no tan exitosas de diversas marcas de belleza- las sombras de ojos en colores rojizos, granas, rosas y melocotones se han abierto paso y hecho un hueco más que merecido en las tendencias de 2021. Las vimos en desfiles como el de Salvatore Ferragamo para esta temporada y en la última temporada de una de las series del momento, The Bold Type. Pero también en la vida real: en los maquillajes siempre atrevidos de Lucy Boynton y en las últimas apariciones de Taylor Swift (que las combinó con su vestido de Oscar de la Renta en la gala de los Grammy) o Natalia de Molina (a conjunto con un diseño también de Oscar de la Renta que llevó a los Premios Feroz).

Una de las modelos del desfile de Salvatore Ferragamo SS21 (izquierda) y el personaje de Jacqueline Carlyle en ‘The Bold Type’ (derecha).
Una de las modelos del desfile de Salvatore Ferragamo SS21 (izquierda) y el personaje de Jacqueline Carlyle en ‘The Bold Type’ (derecha).

Sin embargo y, si bien hasta ahora estábamos acostumbradas a aplicarlos en labios y mejillas, el rojo en la mirada requiere una técnica aún desconocida y más difícil de dominar. Y es que a pesar de que parezca fácil cuando lo aplican los profesionales, a menudo correremos el riesgo de que pueda parecer más un disfraz de terror para Halloween que un look sexy e hipnótico. Por eso hemos consultado con varios de nuestras marcas de cabecera y hemos elaborado el decálogo definitivo para lograrlo. ¿Lista para intentarlo?

1. Elegir el tono que más te favorezca

“Por regla general, las sombras de ojos rojas favorecen más a los ojos claros, azules o verdes y suelo desaconsejarlas en pieles con rojeces porque podrían dar un aspecto de mirada llorosa o enferma”, explica Junior Cedeño, maquillador internacional de Dior, a S Moda. Si, por el contrario, tus ojos son oscuros, decántate por los burdeos o rosados.

2. Aplicar siempre un primer

“Es imprescindible aplicar una base líquida, a ser posible waterproof, para unificar el tono del párpado y potenciar el color de la sombra, así como su duración”, nos aconseja José Luis García Berjano, Makeup Artist de Givenchy. Más sobre los primers para ojos, aquí.

3. Empezar poco a poco

El truco básico para acertar siempre con una nueva tendencia de maquillaje nos lo da Cedeño: “Si eres nueva, te recomiendo aplicar muy poca cantidad de sombra roja sobre toda la superficie del párpado móvil superior, con un gesto sencillo y una técnica de espolvoreado para que el resultado sea transparente y muy difuminado. La idea es crear una ilusión de color”.

4. Crear un smoky eye

El paso a paso nos lo explica García Berjano: “Para hacer un ahumado aplicaremos el tono rojo con un pincel biselado a ras de las pestañas, e iremos difuminando hacia la mitad de párpado. Si necesitamos más intensidad, realizaremos la misma operación tantas veces como deseemos y así obtener un tono más o menos intenso. Una vez que tenemos maquillado todo el párpado móvil, aplicaremos en el fijo (debajo de la ceja) un tono claro, tipo beige, nude, etc para destacar el arco de la ceja. En la unión de estos dos tonos aplicaremos un tono medio (anaranjado, marrón rojizo, o similar) para evitar un corte brusco del tono primero al segundo y creando un degradado que suavizará la intersección”.

5. O un efecto párpado profundo

“Si prefieres este otro tipo de sombreado, la aplicación se comienza igual que la anterior, pero el tono de transición se elige más oscuro -marrón, granate o negro-, y se aplica sobre las líneas superior e inferior del ojo y alarga hasta la sien. Al llegar al hueso del párpado, se dibuja la línea por el interior hacia el lagrimal separado el párpado móvil y el fijo y aportando un efecto de profundidad”, describe también García Berjano.

6. O un color-block

Solo para las más atrevidas y tal como nos explica Cedeño: “Se puede utilizar la sombra roja en húmedo, con un pincel mojado en agua, para crear un bloque de color ultra pigmentado, vibrante y muy duradero. Aplica sobre toda la superficie del párpado móvil o como un trazo grueso de eye-liner para un resultado más gráfico”.

7. O la versión anaranjada más discreta

Interviene aquí la maquilladora Charlotte Tilbury, que nos da la clave para quienes prefieran optar por colores rosados o anaranjados: “Usa una brocha para extender un tono melocotón como base en todo el párpado. Después, aplica un tono rosado a lo largo de la línea de las pestañas inferiores y difumina un rojizo claro sobre las pestañas superiores”.

La paleta de la gama Walk of No Shame de Charlotte Tilbury.
La paleta de la gama Walk of No Shame de Charlotte Tilbury.

8. Combinar con raya negra

Ambos maquilladores coinciden y nos dan el truco de experto para evitar ese efecto de mirada cansada o llorosa: “Aplica khôl delineando las pestañas superiores e inferiores y difumínalo con la sombra para crear una mirada misteriosa”, comenta Cedeño. “Es importante subrayar la línea de las pestañas, tanto la inferior como la superior e incluso la línea de agua para dotar al maquillaje de un efecto felino”, añade García Berjano.

9. Finalizar con máscara

“En todos los casos es imprescindible aplicar una buena capa de máscara de pestañas, que abra la mirada y dé fuerza a la misma”, aconseja García Berjano.

10. Un plus de rojo

Al contrario de lo que pueda parecer, en este caso, más es más: combina el maquillaje de ojos con un labial rojo atrevido que potencie el look.

Siempre atrevida y acertada, la actriz Lucy Boynton en una de sus últimas alfombras rojas, maquillada por Jo Baker.
Siempre atrevida y acertada, la actriz Lucy Boynton en una de sus últimas alfombras rojas, maquillada por Jo Baker.

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Sobre la firma

Eva Armas Gil
Graduada en Comunicación Audiovisual y Máster en Comunicación Editorial por la Universidad Carlos III de Madrid, ha dedicado su carrera a medios digitales especializados en belleza, moda y estilo de vida. Ha escrito en las ediciones españolas de AD, Glamour, Grazia y Harper’s Bazaar y, ahora, hace lo propio en EL PAÍS y S Moda.

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