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De este año no pasa: resoluciones cosméticas que sí podrás cumplir en 2012

Objetivos realistas para aquellas que, más que propósitos, quieren soluciones.

mischa

Basta de propósitos imposibles y frustraciones. ¿Qué tal si para este 2012 te marcas objetivos seguros y asequibles? Todos los unos de enero se escriben las clásicas listas repletas de ideas como "ir al gimnasio", "hacer dieta" o "conseguir el tipazo que llevo deseando tener toda mi vida". Ya es hora de añadir a esa enumeración de resoluciones para el olvido algunos que sí te ofrecerán resultados visibles y sin milagros. ¡Otro año nuevo es posible! Toma nota.

1. Comeré con coherencia

Cada comienzo de año miles de personas entusiasmadas por perder peso se ponen a dieta. Y también otras tantas empiezan un coleccionable inverosímil. Pasados unos meses ¿cuántos continúan su régimen y sus fascículos? En vez de plantearnos unas normas estrictas de alimentación dejaremos actuar a la coherencia: desayunar de forma contundente, cenas ligeras, reducir el consumo de alcohol y refrescos al igual que las cantidades de comida en el plato, aumentaré las verduras en mi alimentación, no abusaré del aceite… No es física cuántica, es seguir pequeños trucos que ya todos conocemos.

Madonna se ha tomado muy en serio su propósito de comer más saludablemente.

Gtres

2. Utilizaré protector solar cada día de mi vida

¡Y no solo cuando vaya a la playa! El sol está ahí, incluso detrás de las nubes o cuando trabajas en tu oficina. Sus rayos son capaces de atravesar todo aquello que se interponga a su paso y afectan a tu piel. Cada día, después de la crema hidratante, hay que aplicar una capa de protección solar con un factor que tenga un mínimo de 15. También puedes recurrir a nuevas soluciones cosméticas que llevan el SPF incorporado. Nunca sin tu escudo protector.

3. Me aplicaré un sérum cada mañana

No busques milagros en una crema hidratante. Pero sí la eficacia en las gotas del sérum, con mucha más concentración de activos. No requiere apenas esfuerzo: justo antes de la crema hidratante, se extiende por el rostro y el escote, preferiblemente mañana y noche. Además, se absorbe inmediatamente. Los tienes de todo tipo, desde los más caros a otros más asequibles.

Un cutis como el de Rooney Mara es posible si aprendes a maquillarte.

Getty

4. Aprenderé a maquillarme

Y esto es básicamente maquillarse de forma natural. Hay que elegir una base adecuada para nuestro tono de piel y no demasiado clara o demasiado oscura. Cuidado con las texturas: las ligeras serán siempre las más adecuadas porque se extenderán mucho mejor. Además, aprenderé a utilizar el iluminador para evitar desastres bajo los ojos y, muy importante, a aplicarme el colorete para realzar las mejillas. Un curso de automaquillaje es una buena solución para cumplir este propósito… o buscar un tutorial para practicar en casa.

5. Me desmaquillaré cada noche

Puede parecer una obviedad pero es una rutina que no todo el mundo cumple. Pregunta a tu alrededor y te sorprenderás con más de un "yo me desmaquillo ya cada mañana". Además de para no manchar las sábanas con máscara de pestañas, el desmaquillaje es muy importante. La suciedad obstruye los poros y hace que la piel esté grasa, con los poros abiertos y menos luminosa, además de favorecer la aparición de granos y puntos negros. Por no hablar de lo poco higiénico de unos ojos completamente maquillados para dormir. Se tarda menos de un minuto en utilizar un algodón empapado en producto o una toallita. ¡No hay excusas para no hacerlo!

Una de las tendencias de la temporada, el eyeliner en banana.

Imaxtree

6. Me atreveré con las tendencias de belleza

No hace falta volverse loca y trasladar tal cual un look de pasarela a la vida real. Basta con pequeños detalles como un labial de temporada, maquillajes más asequibles o colores de uñas de moda. Es simplemente un toque de diversión en nuestro día a día.

7. Haré ejercicio físico de acuerdo con mis preferencias

Hay gente que puede ir al gimnasio dos horas al día o correr cada mañana a las 7. Y hay gente que no, de ahí que es innecesario pagar una cuota para no ir más que un día a hacer pesas a regañadientes o comprarse las zapatillas de jogging más caras para no utilizarlas jamás. Existen otras formas de hacer ejercicio que no son las de siempre. El yoga ya es un viejo conocido, como el Pilates, pero hay variantes como el yogilates o aeroyoga. Pero no todo se debe hacer sobre una colchoneta: bailar, nadar, caminar, hacer estiramientos o jugar al paddle también sirven para ponerse en forma.

Lady Gaga lleva el yoga a su terreno.

Cordon Press

8. Descubriré la cosmética nicho

Ya sabemos que no es el mejor momento para gastar en caprichos, pero un poco de experimentación no le hace daño a nadie. Regálate de cuando en cuando algún producto de belleza nicho, esa de pequeñas marcas escogidas generalmente de corte ecológico, packagings de lujo e ingredientes exquisitos. Prueba en perfumerías como JC Apotecari, Le Secret Du Marais o Elle Est Belle y empieza a conocer la belleza más exclusiva y sensorial.

9. Por fin encontraré el corte de pelo perfecto para mí

Ya te descubrimos que ese estilo comodín que favorece a todo el mundo es el más sencillo. Busca un buen asesoramiento profesional y convierte de una vez por todas a tu peinado en una seña de identidad y no en un drama cada vez que te tienes que arreglar.

10. Me plantearé la belleza con los pies en la tierra

Es el resumen de este artículo pero, por si no te ha quedado claro, siempre podremos especificar más. Por ejemplo, no buscaré milagros en las cremas por muy caras que sean, no intentaré emular los looks de las famosas porque no a todas nos queda bien lo mismo, no me creeré que las inyecciones son la solución a todo, no haré dietas exprés, no depositaré toda mi fe en un producto de cosmética… No hay nada que no sepas, solo necesitas aplicártelo.

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