«La producción de hormonas cae en picado y afecta a nuestra piel»: por qué las pieles maduras necesitan cremas específicas
La falta de estrógenos arrastra la producción de sustancias que mantienen firme la dermis, empeorando su apariencia de forma acelerada. Firmas como Smart Skin ofrecen soluciones.
Las personas mayores de 50 años dominan el mercado cosmético en España. De los 4.758 millones de euros gastados en productos cosméticos cada año, 2.190 corresponden al segmento de edad de entre 55 y 75 años. Esto es, acaparan el 47% de la inversión en el sector, según el primer estudio sobre el Mercado de la Belleza entre los séniors elaborado por la consultora Kantar Worldpanel. Las mujeres desembolsan siete de cada diez euros, y una media de 200 euros anuales, por lo que suponen el principal foco de atención para la industria.
Y, sin embargo, este segmento de la población se ha sentido ignorado… Hasta ahora. Los grandes grupos de la industria han empezado a focalizar sus esfuerzos en ellas. Marcas nicho como Smart Skin se lanzan exclusivamente para ellas. No solo en el marketing, también en su oferta. Porque las pieles maduras tienen necesidades especiales. Si a partir de los 30 empieza a disminuir la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico en nuestro cuerpo, alrededor de los 50 la bajada se acelera. «Con la menopausia, descienden los niveles de estrógenos. Como consecuencia la piel se vuelve más fina y quebradiza, pierde luminosidad, se acentúa la flacidez y las arrugas son cada vez más profundas», nos dice la doctora Nuria Martí Fajardo, miembro de la AEDV.
La doctora María Dolores Antón, con clínica en Valencia, nos explica la relación. «Nos quedamos sin estrógenos y por tanto cae la producción de elastina, colágeno y ácido hialurónico en picado. También se reduce la producción de grasa de las glándulas sebáceas». La experta, además, cree que la genética y el deporte ayudan a mantener todo en su sitio en la treintena, pero cuesta más según avanza el tiempo.
La medicina estética ofrece diversas soluciones para combatir estos cambios. «Para mejorar las arrugas utilizamos las infiltraciones de toxina botulínica, ácido hialurónico reticulado y/o estimuladores del colágeno», dice la doctora Martí Fajardo, dermatóloga en el valenciano Instituto Dermatológico. «Si nuestro objetivo es la flacidez, usamos habitualmente radiofrecuencia infiltrada o dispositivos de ultrasonidos que nos permiten alcanzar las capas más profundas de la piel».
Si se quieren eliminar las manchas, la doctora Antón apuesta por los láseres. «Dan uniformidad al tono de la piel». Y recomienda seguir una dieta correcta. «Una buena nutrición dermosaludable ayudará a que los tratamientos tengan mayor efecto».
En cuanto a las cremas, tienen claros los activos indispensables. «El ingrediente ideal a los 50 años es el ácido retinoico o el retinol que nos ayuda a estimular el colágeno y mejorar las arrugas. En caso de piel intolerante podemos utilizar ácido glicólico», comienza la doctora Martí. «Nos interesa utilizar agentes antioxidantes como la vitamina C, la melatonina o el péptido Q10 para lograr una piel luminosa», continúa.
La industria cosmética ha cumplido con sus deberes y ofrece soluciones a estas pieles. De no contar con ellas, a centrar sus esfuerzos en satisfacer sus necesidades. Los grandes grupos se enfocan con gamas propias, y la inversión que estas mujeres dedican a su cuidado personal ha abierto mercado a que nuevas firmas puedan lanzarse pensadas exclusivamente para ellas. Es el caso de Smart Skin, marca española creada por la bailarina profesional de danza clásica Isabel Ramírez. En sus fórmulas, combinan ingredientes tan potentes como péptidos, diferentes antioxidantes, ácido hialurónico o el tan demandado escualano. Desde la compañía, aseguran que investigan las carencias del mercado y formulan para cubrirlas y que todas las mujeres encuentren lo que necesitan.
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