El verdadero lujo es dormir a pierna suelta: cinco brumas de almohada para inducir el sueño más placentero
La pandemia nos ha hecho más insomnes y estos sprays de aceites esenciales prometen inducir al sueño a través del ritual del aroma.
Si el lujo es lo que muchos desean y pocos obtienen, en 2020 dormir bien es el último lujo. Ya hace un par de años el New York Times advertía que el sueño se estaba convirtiendo en un símbolo de estatus, y la pandemia y la incertidumbre global en las que vivimos no han hecho más que agudizarlo. Lo confirma la BBC: en los últimos meses ella también ha detectado un mayor número de trastornos del sueño. Estamos cansados, dormimos peor y, encima, nos hemos enganchado a las redes sociales: lo dicen hasta en Pikolin, mirar el móvil justo antes de dormirse es una mala idea.
La industria de la belleza, que se está reconvirtiendo a pasos agigantados en la del bienestar, buscaba aportar su propia solución y en este clima nacieron hace un par de años las llamadas pillow mists o brumas de almohada, un producto a medio camino entre la estética, los rituales y la terapia que se engloba dentro de la llamada cosmética interior. La actualidad les ha dado este año un nuevo contexto, un nuevo mercado y una nueva visibilidad. Desde marcas de farmacia a las llamadas “nicho”, estos vaporizadores forman una prometedora división en el autocuidado y prometen inducir al descanso.
Basados en los beneficios de la aromaterapia, se formulan con aceites esenciales con propiedades relajantes, ya que el olfato está directamente relacionado con la parte del cerebro que regula las respuestas fisiológicas y las emociones ante determinados estímulos (el sistema límbico). Por ello sus ingredientes más comunes son botánicos y muy olorosos, con esencia de plantas como la lavanda (conocida como un calmante), la menta (que ayuda a respirar) o la camomila (relajante), algo a lo que algunos estudios neurológicos dan cierta validez, como publica la revista Health. Pero si funcionan como enganche para el sueño es también por el ritual de repetición e intención que les acompaña.
Todos estos sprays comparten un modo de uso: atomizar la almohada, sábanas o incluso el pijama con el mismo número de vaporizaciones todas las noches antes de meterse en la cama, para preparar la mente y condicionar la conducta con ese gesto y ese aroma. Algunos están inspirados en tradiciones indias (como la bruma para almohada Sleep Dharma de Mauli) o japonesas (como el spray Forest Therapy Wellness Mist de Aromatherapy Associates) y otros son directamente una respuesta moderna a un problema clásico (como Serenity Bruma Rostro y Almohada del laboratorio Sesderma, o Cocon de Sérénité de L’Occitane). La oferta es cada vez más variada y encaja muy bien con la tendencia del bienestar fotogénico: tiene hasta su propio hashtag en Instagram, #pillowmist, con casi 20.000 publicaciones.
Como tomarse una tila antes de dormir, pero algo más sofisticado.
Cinco brumas de almohada para inducir el sueño:
Aromachologie Pillow Mist, de L’Occitane.
Con una combinación de aceites esenciales como lavanda, bergamota, mandarina, naranja dulce y geranio, es uno de los productos más vendidos de la firma botánica francesa. La idea es vaporizarla sobre la almohada todas las noches para que su aroma nos predisponga al sueño.
Pillow Mist, de LA Bruket.
Contiene aceite esencial de mandarina, lavanda y madera de cedro a los que se asocian propiedades calmantes, calmantes y relajantes, lo que le aporta un aroma ligeramente dulce, amaderado y herbal pensado para contrarrestar el insomnio relacionado con el estrés. En la marca sueca explican así su poder relajante: «En el invierno necesitamos dormir más que en los meses de verano. Esto es por la mayor oscuridad (particularmente aquí en Escandinavia), que causa una mayor producción de melanina (la hormona del sueño). La Nº200 Pillow Mist con mandarina, lavanda y cedro proporciona una esencia relajante que te facilita el sueño».
Serenity Bruma Rostro y Almohada, de Sesderma.
Se trata de un spray liposomado basado en los beneficios de la aromaterapia, su fórmula está enriquecida con una alta concentración de melatonina, un activo con propiedades regeneradoras que aumenta la energía celular para conseguir un «efecto buena cara» al día siguiente.
Bruma para almohada Sleep Dharma, de Mauli.
Inspirada en los rituales de bendición tradicionales indios, aprovecha los ingredientes botánicos más relajantes de la naturaleza: bergamota, manzanilla, lavanda, vetiver, geranio, salvia y mejorana. Además de ayudar a inducir a un estado de sueño «profundo y armonioso», la marca británica le atribuye propiedades más esotéricas o espirituales, ya que aseguran «fomenta la paz interior y eleva el espíritu para que la mente pueda descansar». Lo llaman «el arte de dormir».
De hecho, el frasco viene con un hilo rojo con dos colgantes en forma de campana que se puede utilizar de pulsera como un recordatorio de «valorar el pasado, vivir el presente y tener esperanza en el futuro».
Deep Sleep, de This Works.
Esta marca londinense ha llegado a Sephora convertida en un icono entre los sprays inductores al sueño. Está formulado a base de aceites esenciales de lavanda, vetiver y camomila salvaje de origen natural para favorecer el descanso y la relajación. En su página web tiene 1.071 valoraciones con una media de un 4,7.
Eau Plurielle, de Diptyque.
Se trata de un agua multiusos «que evoca el aroma de una sábana fresca puesta en un lecho de hiedra y rosas turcas», dicen en la marca. Elaborado a base de estos dos ingredientes naturales, se puede rociar sobre las sábanas, la almohada, la ropa de cama e incluso la piel.
Spray de Lavanda Francesa Spa of the World, de The Body Shop.
Su ingrediente principal es el aceite esencial de lavanda y su función la de vaporizarlo sobre la almohada, ya que como bien explican en la marca, ya en el siglo XIV el rey Carlos VI de Francia exigía almohadas rellenas de lavanda para relajarse y dormir bien. El ritual que proponen ahora es el siguiente: “Rocía varias veces en tu almohada antes de acostarte. Cierra los ojos. Visualiza campos morados de lavanda francesa”.
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