ck one Summer, la fragancia de una generación para un verano irrepetible
Hace ya más de 20 años Calvin Klein creaba la primera fragancia para ser compartida por hombres y mujeres. Este verano la vuelve a reiventar en una edición especial.
La llegada del verano pone en marcha un peculiar ritual que se repite año tras año: cambiar a un armario más colorista y desinhibido, salir más, adorar al sol y buscar cualquier momento libre para darnos un refrescante chapuzón en la playa, la piscina o cualquier lago azul que se precie. Si hay algo que describa los días de más calor es la necesidad de cambio, de estrenar, de vivir experiencias nuevas, chispeantes, sorprendentes. Vivirlas y recordarlas el resto del año con espíritu diferenciado. Por esto y porque nuestro cuerpo pide una fragancia más ligera y estival surgen las recreaciones olfativas veraniegas. Efímeras y especiales, como el propio verano.
ck one Summer surgió en respuesta a esa búsqueda de emociones refrescantes, hedonistas y opuestas a la rutina del resto del calendario. La caja y la botella destilan ese azul Capri innegablemente veraniego, que evoca el mar, la piscina o el cielo raso de un día perfecto bajo el sol. La tipografía en naranja nos transporta al atardecer, esa hora mágica de la puesta del sol donde se pone el broche final a una jornada plácida en la playa (o en ese desierto que presagia una fiesta salvaje bajo la luz de la luna o al auspicio de las hogueras). La hora mística donde arranca la fiesta y que, por qué no, se celebra con una copa y música de chill out sobre la arena. El sopor de la tarde contrasta con el frío helado de los cubitos de hielos. Huele a verano, sabe a vacaciones y la música sugiere optimismo despreocupado. ck one Summer encierra todas esas emociones en una fragancia tropical, refrescante y subversiva. Un aroma que se liga innegablemente al verano. De salida, acordes de mojito con lima y dulce guayaba. A continuación surge una frondosa vegetación templada por el sol que libera una avalancha picante con notas de pimienta que culminan en un atrevido fondo de azafrán, aceite de guaiac y almizcle cremoso. La fiesta es para todos. La fragancia, también.
Porque ck one Summer sigue la estela de su hermana mayor, la mítica ck one. La primera fragancia creada específicamente para ser compartida por hombres y mujeres. Sin distinción de sexos, razas o edad. Si pertenecías a la tribu, esa era tu fragancia. Tu seña de identidad. Nacida en 1994 supuso una ruptura en el universo de la perfumería. Una revolución que venía de la mano del diseñador Calvin Klein, todo un pionero en el arte de provocar con la publicidad. No hay más recordar a una jovencísima Brooke Shields con sus vaqueros y nada más o los anuncios para Obsession firmados por Bruce Weber con modelos desnudos cual dioses griegos. ck one se apuntaba a la línea de no dejar a nadie indiferente pero con una imagen más mundana: jóvenes guapos, andróginos, vestidos con camisetas simples y ropa interior. Terriblemente delgados y dispuestos a disfrutar de la fiesta sin límite, a ensalzar la amistad por encima de prejuicios, a amarse sin cortapisas. Allí estaban Kate Moss, Stella Tennant y Donovan Leitch, entre otros, convertidos en los modelos antitops. Y para ellos – y miles y miles de jóvenes como ellos – nacía un eau de toilette para compartir. Como se comparte la ropa en un piso de estudiantes o el último cigarrillo cuando se agota el presupuesto. El éxito no se hace esperar. Se convierte rápidamente en la fragancia más vendida del mundo. Se venden 20 frascos al minuto, 24 horas al día, 7 días a la semana. La generación andrógina ya tiene su propia fragancia. El resto ya es historia. Dos décadas después la fiesta sigue. Aunque en verano cambie de look.
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