El regreso de los polvos compactos: ¿se acabará, por fin, el reinado del ‘glow’?
Las texturas pesadas y espesas de principios de los 2000 evolucionan con fórmulas ligeras e hidratantes que se adaptan a todas las edades y tipos de piel. Las firmas lanzan nuevos polvos compactos que ponen en jaque a los destellos tan en boga en los últimos años. Expertos analizan el fenómeno
Considerados desde hace tiempo como obsoletos y desterrados de las rutinas de belleza por el auge imparable de mostrar un rostro tan brillante como un donut glaseado, muchas marcas apuestan por lanzar polvos compactos en el último año. En enero, Huda Beauty lanzó uno, en mayo lo hizo YSL Beauty, este verano sorprendieron las versiones de Prada y Tom Ford y, hace dos meses, Too Faced Cosmetics y Rare Beauty presentaron los suyos. Durante mucho tiempo las texturas aterciopeladas han competido con los brillos para conseguir el protagonismo y, aunque los destellos han ganado la batalla de forma aplastante en los últimos años, esta temporada los efectos mate amenazan con encontrar su sitio.
El interés por este producto comenzó en febrero del 2023 cuando, durante la actuación de Rihanna en el descanso de la Super Bowl, la cantante sacó la polvera Invisimatte 2.0 de Fenty Beauty (firma propiedad de la artista) y matificó su rostro en segundos. El gesto captó la atención de prensa especializada y los polvos fueron los protagonistas de multitud de titulares. Este verano la historia se repitió cuando Simone Biles fue fotografiada retocándose el maquillaje (con los mismos polvos que Rihanna) en la final del equipo femenino de gimnasia artística en los Juegos Olímpicos de Paris 2024, patrocinados por la firma de maquillaje. La imagen de Simone Biles y el interés por el producto que tenía entre las manos dio la vuelta al mundo. Y ahí no acaba todo: una simple búsqueda en Google Trends muestra que en España el interés por los polvos compactos se ha incrementado casi un 100% desde marzo y, durante este año en Estados Unidos se ha buscado maquillaje mate el doble que maquillaje brillante.
En cierto modo, algún día tenía que pasar porque las tendencias son cíclicas y las pieles húmedas llevan en boga demasiadas temporadas. ¿Significa que hemos llegado al fin de los destellos? “Muchas firmas han apostado por ellos, pero dudo que el glow se acabe porque es una tendencia muy favorecedora que nunca desaparecerá del todo. Un glow controlado es sinónimo de piel sana y esto nunca pasa de moda. Pero es cierto que las texturas mate están en auge”, explica a S Moda Isabel Auernheimer, reconocida diseñadora de maquillaje en películas y series de televisión. Miguel Ángel Álvarez, maquillador de YSL Beauty incide “el glow no se ha acabado, pero hay una tendencia glow mate”.
¿Cómo han evolucionado los polvos compactos?
Muchas aún sienten escalofríos al recordar el efecto espeso y plano de las fórmulas polvadas que triunfaban a principios de los años 2000. “Hace dos décadas, dejaban en la piel un aspecto pesado, seco y, en ocasiones, artificial. El ingrediente principal de aquellas fórmulas era el talco y se utilizaban con el objetivo de controlar los brillos, aunque su textura súper densa acentuaba las líneas de expresión y dejaba sensación de rigidez en el rostro. Sus usos eran muy limitados porque la tecnología de entonces no permitía conseguir acabados tan naturales y ligeros como los de ahora”, explica a S Moda Mireya Lorenzo, directora de producto de Saigu Cosmetics. Los expertos marcan la textura como el punto de inflexión en su evolución. “Ahora los utilizamos para fijar la base, controlar el brillo y proporcionar un acabado suave y pulido. Las nuevas fórmulas dejan la piel fresca y difuminada; además, suavizan la apariencia de los poros sin dejar pesadez y logran el aspecto de piel natural tan deseado. No creo que el brillo desaparezca por completo, pero hay una tendencia creciente hacia el skinimalismo, donde el enfoque está en lograr un aspecto natural, suave, mate y pulido con el mínimo esfuerzo y que, además, permanezca inalterable todo el día”, afirma Patricia Cuesta, Head of Education & Artistry EMEA de Too Faced Cosmetics.
La introducción de nuevas materias primas y el abandono del tacto como ingrediente principal ha supuesto una auténtica revolución en el sector de la belleza. “El uso de siliconas y polímeros avanzados ha mejorado aspectos como la textura, el acabado y la facilidad de uso en un enfoque más integral. Buscamos productos de alta calidad que se sientan bien sobre la piel y ofrezcan un acabado natural sin comprometer la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente. La cosmética actual es sofisticada y consciente. Aunque el talco se permite en ciertos productos, su uso está sujeto a estrictas regulaciones para garantizar que esté libre de contaminación cruzada por asbesto, un mineral cancerígeno. En la actualidad muchas fórmulas optan por el uso de alternativas como la sílica, el almidón de maíz, la mica y los polímeros de origen vegetal”, asegura Mireya Lorenzo de Saigu Cosmetics. Miguel Ángel Álvarez habla claro “ahora las texturas son mucho más finas y delicadas, el producto no satura la piel y muchas fórmulas incorporan ingredientes hidratantes como el ácido hialurónico para ofrecer el acabado glow mate tan deseado”. Y es que cada vez son más versátiles y permiten ser utilizados para tratar diferentes problemas “incorporan partículas con forma de microesferas que se deslizan mejor y aportan un efecto muy suave. Los proveedores de materias primas las comercializan de diferentes calidades y tamaños. La elección de un tipo frente a otro condiciona las características del producto final. Por ejemplo, las partículas más porosas absorben mejor el sebo de la piel y otras dispersan la luz y logran un efecto soft-focus”, dice Teresa Alcalde, directora del máster en Dermocosmética Farmacéutica, de IL3-Universidad de Barcelona. En la actualidad los polvos incorporan ingredientes calmantes y tratantes, y además, protegen de la polución y los rayos solares.
¿Para qué se utilizan los polvos compactos?
Durante años su uso se ha centrado en evitar los brillos y convertirse en el comodín infalible de pieles mixtas y grasas. “Ahora los polvos se usan para fijar la base, controlar el brillo y proporcionar un acabado suave y pulido. El efecto es el mismo que con los polvos sueltos, pero al estar prensados en una forma sólida son ideales para llevar en el bolso y efectuar retoques durante la jornada”, explica Patricia Cuenca. “A mi me gusta utilizarlos para matizar y perfeccionar las partes grasas del rostro. En las zonas secas, como las mejillas, prefiero no aplicarlos para no aumentar la sensación de tirantez. Podemos elegirlos de un tono idéntico al de la base o transparentes. Durante los años veinte, sacar la polvera para retocarte era un símbolo de mujer poderosa y libre y ese concepto ha sobrevivido a lo largo del tiempo. Si tengo que elegir prefiero las fórmulas libres de talco, ya que al ser un ingrediente súper astringente con poder matificante alto, puede agrietar la base y marcar arrugas que no nos pertenecen”, aclara la maquilladora Isabel Auernheimer.
Tips para utilizarlos como un experto
Los polvos perfeccionadores son un imprescindible en cualquier neceser y complementan a la perfección con la estética glow: porque una cosa es lucir una tez luminosa y saludable, y otra un aspecto tan húmedo que parece sudado. La rutina empieza con la hidratante, sigue con la base y acaba con los polvos. Patricia Cuenca de Too Faced Cosmetics aclara “las diferencias entre una piel radiante y una cara sudorosa se reducen al equilibrio, la textura y la colocación del brillo. La piel radiante se ve luminosa y saludable porque desprende una luz suave y natural. Los destellos se concentran en los puntos altos del rostro como pómulos, hueso de la ceja, arco de cupido y puente de la nariz. Un rostro sudoroso tiene un brillo generalizado, con un aspecto aceitoso o húmedo en la zona T (frente, nariz y barbilla) donde la piel produce más grasa de forma natural”. El maquillador Miguel Ángel Álvarez apostilla “Los brillos son bonitos, pero tienen que estar controlados para no dar un aspecto sudoroso. Por eso, el glow debe concentrarse en la zona de los pómulos y en los labios y dejar el resto con un efecto mate y luminoso. Me gusta aplicar los polvos matificantes en la zona T, encima de las mejillas (incluida la ojera) y en la zona de la mandíbula respetando el pómulo, justo donde ponemos el colorete para que no pierda su brillo natural y el efecto sea jugoso”.
Para conseguir un acabado impecable y duradero no hay que dejar nada al azar. “Recomiendo utilizar una brocha suave para un look natural o una esponja para una mayor cobertura. Es importante que la base de maquillaje está bien fijada antes de aplicar los polvos. Después, pasa ligeramente la brocha o la esponja por los polvos y retira el exceso para evitar que quede apelmazado. Concéntrate en la zona T para controlar los brillos con un suave movimiento de espolvoreado con la brocha, o presiona y enrollar la borla para conseguir un efecto más pulido. Cuando acabes pule con una brocha limpia para lograr un rostro uniforme”, dice Patricia Cuenca. Aunque los expertos concentran este producto en la zona T también hay otros usos. “Me gusta ponerlos debajo de los ojos y en las aletas de la nariz para evitar que el brillo resalte los poros o las líneas finas. Un acabado mate alrededor de la boca y la línea de la mandíbula ayuda a que el maquillaje se vea pulido. Enfoca el brillo en los pómulos y hueso de las cejas para un aspecto fresco y radiante sin parecer grasoso”, dice Cuenca. La maquilladora Isabel Auernheimer incide “los profesionales también los utilizamos para matizar y evitar que resalten zonas donde el volumen es muy evidente como una frente abombada, una nariz voluminosa o una barbilla muy sobresaliente. Las nuevas fórmulas matifican sin resecar por lo que se pueden utilizar sin problema en las pieles maduras. Eso sí, no los recomiendo en pieles deshidratadas, con rosácea ni con arrugas muy marcadas porque, además de producir una sensación incómoda, destaca las líneas en lugar de camuflarlas”.
7 polvos perfeccionadores que merece la pena probar
1-Polvo Matificante Multiusos All Hours Hyper Finish Powder, de Yves Saint Laurent
Matifica y fija durante 24 horas, atenúa las imperfecciones, reduce el aspecto de los poros y suaviza la piel. Los polvos All Hours Hyper Finish de YSL (65 €) incorporan ácido hialurónico, niacinamida y limón dulce que no reseca la piel.
2-Polvo Fijador Reset Rebalancing Setting Powder, de Prada
Polvo reequilibrante con acabado mate, que controla el brillo durante todo el día. Reset Rebalancing Setting Powder de Prada (80 €) se enriquece con escualeno de origen vegetal para que la piel esté fresca e hidratada. El color verde se vuelve transparente al contacto con la piel.
3-Polvos Born This Way Soft Blur, de Too Faced Cosmetics
Fijan, retocan y matizan el maquillaje con una textura sedosa que ayuda a ocultar los brillos sin sensación de pesadez. Born This Way Soft Blur, de Too Faced (39 €) difumina los poros con efecto segunda piel.
4-Tinted Pressed Powder, Rare Beauty
Difuminan, alisan, reducen los brillos y fijan el maquillaje con cobertura ligera y modulable. Tinted Pressed Powder, Rare Beauty (34,99 €) permanece intacto sin agrietarse, sin acumularse en las líneas de expresión y sin obstruir los poros.
5-Polvo matificante Invisimatte 2.0, de Fenty Beauty
Los polvos favoritos de Rihanna incluyen extracto de semilla de chía que fija el maquillaje, difumina los poros y combate el brillo al instante. El polvo blanco de Invisimatte 2.0 (35,99 €) se adapta a todos los tonos de piel.
6 Easy Bake and Snatch, de Huda Beauty
Polvos compactos que iluminan, fijan y difuminan las imperfecciones en segundos. Easy Bake and Snatch de Huda Beauty (39,99 €) están enriquecidos con ácido hialurónico y un derivado del aguacate que ofrece una textura cremosa para crear un acabado luminoso con efecto lifting.
7-Polvos Compactos Mineralize Skinfinish Natural de M.A.C
Polvos con pequeños pigmentos perlados que aportan un brillo tridimensional muy favorecedor. Mineralize Skinfinish Natural (48 €) está enriquecido con minerales y vitamina E. Se puede utilizar como producto final para fijar la base de maquillaje o para efectuar retoques durante el día.
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