11 estrategias de belleza para combatir el invierno
La falta de horas de luz y las bajas temperaturas resecan la piel, debilitan el cabello y fasan factura al ánimo. Repasamos los trucos para poner buena cara al mal tiempo.
01. La melancolía es normal
«El cambio de estación viene acompañado de una ligera tristeza», explica Remedios Gutiérrez, psiquiatra, endocrino y psicoanalista. La popularmente conocida como melancolía otoñal se llama en realidad Trastorno Afectivo Emocional (TAE). Se trata de un empeoramiento en el estado anímico que, debido a los cambios climáticos, puede considerarse normal. «Lo propicia la oscuridad, el frío y los cambios en la presión atmosférica», aclara Gutiérrez. Por lo tanto, no existe motivo de preocupación. Debe aceptarse como algo habitual. Tiene una explicación. La luz natural activa la serotonina, la dopamina y la noradrenalina, tres neurotransmisores que estimulan las neuronas. Cuando faltan los rayos, disminuye la actividad de los neurotransmisores y se ralentiza la transmisión de mensajes.
El sol también controla la glándula pineal, responsable de la melatonina, la hormona de las emociones y del sueño. Así, cuando hay poca luz, se puede producir un desequilibrio hormonal. «Las estadísticas dan porcentajes más altos de mujeres con este trastorno porque tendemos a expresar emociones con facilidad y buscamos consejo profesional», razona la experta.
02. Ginseng y magnesio
Cuando acaba el verano, dejamos de comer ensaladas, fruta y batidos y variamos el aporte de micronutrientes. El resultado: menos vitaminas y oligoelementos. También influye la vuelta al trabajo, con largas jornadas en la oficina donde falta tiempo para comprar y cocinar. Por todo esto, cuando llega el frío, se impone una revisión de la dieta. Alimentación para no decaer. La tirosina es vital: se trata de un aminoácido capaz de avivar las catecolaminas, unos neurotransmisores que controlan el ánimo, la atención, la concentración y la memoria. Otro aliado son las vitaminas del grupo B. El magnesio también es indispensable; es vital para el equilibrio nervioso y la producción de energía. Sin él, nos sentimos decaídos. Otros imprescindibles son el ginseng y la vitamina C, perfectos para la fatiga mental. Para contrarrestar un TAE, ayudan los complejos vitamínicos y reconstituyentes capaces de aportar energía, aunque la mejor medicina es la fuerza de voluntad. «El trastorno suele desaparecer como llegó y el organismo, una vez asimilados los cambios de presión, se reequilibra por sí solo», concluye Gutiérrez.
03. Un escudo a punto
La piel y el pelo necesitan refuerzos en esta estación.
Chute de vitaminas. «Los antioxidantes ayudan a luchar contra las agresiones. Los más potentes son el licopeno y la vitamina A», asegura Paola Rosso, de la Clínica Corporal M+C. Para hacer más resistente su función de barrera contra las agresiones del viento y del frío, es conveniente añadir pastillas de selenio y de vitaminas B2, B3, B6, E y zinc. Las zonas menos vascularizadas y vulnerables al frío, como la piel y las uñas, exigen potasio y magnesio. Por último, el ácido graso gamma-linolénico viene muy bien cuando hace frío porque aporta elasticidad a la piel resecada y tirante por culpa de la calefacción. Expert Hialurónico, ácido hialurónico y colágeno marino, de Forté Pharma (27,50 €).
04. Más luz artificial
La fototerapia combate la depresión. «El tratamiento se realiza con una caja de luz que emite una radiación brillante y filtra los rayos ultravioleta que pueden producir cataratas. Se ha comprobado que mejora la secreción de melatonina y disminuye el número de hormonas responsables del estrés», explica Josefina Royo, subdirectora del IML. «Existe desde los años 80, pero ahora lo llevan incorporado unas viseras. Es muy práctico», puntualiza la doctora. Para iluminar la piel, lo mejor es confiar en productos que reparen el ADN.
05. Maquillaje protector
– Piel abrigada. El fondo de maquillaje protege la dermis, sobre todo en invierno. «En los meses fríos, se impone la base, que forma una película sobre la piel y la aísla de agentes medioambientales negativos como el viento», detalla José Luis García Berjano, maquillador de Givenchy. «Para contrarrestar la sequedad de la oficina, es recomendable un fondo hidratante», añade Francisco Martínez, maquillador de Sephora.
– Rutina especial. En invierno, el maquillaje debería seguir este orden: aplicar hidratante, un filtro solar y una base.
– Adiós ojeras. Es normal tener la piel cansada en los meses de bajas temperaturas. «Es imprescindible usar iluminador y no recargar los ojos; la mirada cansada debe permanecer lo más natural posible», razona Martínez.
– Colores para sonreír. «En días grises, lo que más ilumina es el eyeliner metálico, capaz de alegrar la mirada en cualquier momento del día. Para un look natural, sombras beis.
06. Un tono saludable
– Corregir rojeces. «Las zonas más indefensas son las que tienen menor riego sanguíneo; es decir, las piernas, los pies, la nariz, las orejas y los dedos», detalla el dermatólogo Ricardo Ruiz. «También sufren más aquellas donde la piel es fina, como el contorno de ojos y los labios», añade el dermatólogo Fernando Ordás.
– Ácido láctico. Las pieles grasas sufren menos que las secas porque su capa hidrolipídica es más gruesa y protege del viento y del frío. «Para recomponer la capa natural son necesarias fórmulas con ceramidas o ácido láctico», recomienda Ordás.
– Bocas doloridas.«Los labios se cortan porque su piel es semimucosa y porosa; es decir, sufre con el frío, el viento y el calor. Además, esta zona carece de glándulas sebáceas capaces de proteger la epidermis y apenas posee melanina, que defiende la piel ante los rayos ultravioleta», afirma Ordás. Conclusión: se deben emplear bálsamos labiales que protejan contra la luz solar.
07. Primeros auxilios en la oficina
Una calefacción excesiva es sinónimo de escasa humedad en el ambiente, lo que favorece la evaporación del agua. El resultado: sequedad y tirantez. Las personas que viven en ambientes climatizados deben beber mucho líquido e hidratar la piel varias veces. «Los cambios de temperatura en la oficina e incluso la luz de los fluorescentes apagan el tono, deshidratan y arrugan. Hay que tener en el cajón un espray de agua termal para revitalizar la piel, una crema hidratante y un contorno de ojos», recomienda Natalia Ribé, directora del Institut Dra. Natalia Ribé (Teléfono: 932 72 42 28). Crema de día Black Pine de Korres (38,95 €).
08. ¡Arriba esas piernas!
Para evitar el bajón otoñal, lo mejor es no parar. «El ejercicio genera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad», sentencia Remedios Gutiérrez, psiquiatra. «Propongo hacer clases en grupo, para interactuar con otra gente. En los días de más energía, mejor una clase de spinning, body-sculpt o cross-fit», recomienda Raúl Quilón, entrenador de Slow Life House.
09. Sanear y darle vida al cabello
Las bajas temperaturas afectan la melena. Recopilamos algunos tratamientos eficaces.
– Pelo seco. Ritual Spa Hidra (10 €) es una terapia para cabellos débiles, que sufren sequedad y se rompen con facilidad. Regenera la fibra y nutre. jeanlouisdavid.com.es
– Alisado de ‘geisha’. Hay expertos que recomiendan distintas técnicas de alisado para evitar el encrespamiento. Se puede optar por el japonés, ideal para un liso total (de 650 € a 750 €). El de queratina logra volumen pero sin encrespamiento (entre 195 € y 350 €). Otra alternativa es el ritual X-Tenso (70 €), adecuado para aflojar el rizo. Salón Yolanda Aberasturi. Bilbao. Tel.: 944 27 09 01.
– Filosofía ayurvédica. Los tratamientos Botanical Theraphy se basan en el ayurveda y buscan reequilibrar el cuero cabelludo. El hidratante, con buriti y granada, combate el cabello seco (29 €).
aveda.es
– Reavivar. El ritual Reconstrucción Fortificante (34 €) consiste en una inyección de materia para reconstruir y sellar en profundidad. En salones de toda España. kerastase.es
10. Remedios contra la humedad
«Salir de una habitación con calefacción a la intemperie supone un desafío, ya que el cabello es higroscópico, es decir, absorbe o cede humedad al ambiente. En invierno, esta aumenta y el pelo se encrespa», explica María Castán, responsable de comunicación científica de Wella. «Una buena estrategia es usar un serum y cubrir la melena con el producto antes de salir, para evitar que el cabello note el cambio brusco de temperatura. Para lavarlo, funcionan los tratamientos que controlan la humedad en el cabello», continúa Castán.
11. Para evitar la caída
Para que no se caiga el pelo es necesario recurrir a las vitaminas del grupo B. La razón: estimulan la renovación del cuero cabelludo en las capas más profundas. Estas vitaminas regeneran las células del folículo piloso. «Para que el cabello crezca más rápido y abundante, conviene tomar píldoras de zinc y azufre. Estas dos sustancias unen las proteínas de la queratina. La vitamina A, por su parte, favorece el crecimiento», explica Rosso. Y añade: «El déficit de esta última puede provocar una pérdida de cabello. También es la responsable de la aparición de caspa a causa de la acumulación de los restos celulares de los folículos pilosos».
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