Así es Lindsey Vonn, la mujer de la que todo el mundo habla

1. Leyenda viva del esquí.

Con 30 años, el pasado domingo, Lindsey Vonn superó el récord de triunfos en la Copa del Mundo de esquí alpino que ostentaba la austriaca Annemarie Moser-Pröll, desde hacía 35 años. Se dice pronto, pero desde que empezó su carrera deportiva con 16 años, esta estadounidense nacida en St. Paul (Minnesota) ha conseguido 63 victorias (32 éxitos en descenso, 21 en el Super-G, dos eslálones, tres gigantes, y cinco combinadas. También dos medallas olímpicas: oro en Descenso y bronce en Supergigante). Cualquiera se queda sin aire al enumerar todo lo que ha ganado.

Vonn celebrando sus últimos triunfos.

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2. Ejemplo de superación.

Llegar a ser una de las mejores esquiadoras de la historia no ha sido nada fácil. En febrero de 2013, cuando la vida le sonreía, era número uno del mundo y toda una celebrity en Estados Unidos, una caída en Austria la llevó retorcida de dolor hacía una lesión que cambiaría su vida. En su país, algunos programas interrumpieron la programación para explicar que se había roto el ligamento colateral medio y el cruzado anterior de la rodilla derecha. El diagnóstico apuntaba a que el tipo de lesión podía separarla para siempre del esquí profesional.

La esquiadora ha sufrido varias lesiones graves.

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Lejos de hundirse, Vonn se sometió a varias operaciones y a unas durísimas sesiones de rehabilitación que compartió con sus seguidores en las redes sociales. Pero cuando todo iba cogiendo forma y ya volvía a entrenar, una nueva caída le devolvió de nuevo al punto de partida de su recuperación. Su determinación para volver al máximo nivel, a pesar de la mala suerte y las lesiones, han hecho de ella una de las mujeres más inspiradoras de Estados Unidos. Este domingo 25, NBC estrenará el documental Lindsey Vonn: The Climb, que cuenta los duros tratamientos a los que se ha sometido para volver a ser una campeona. “Es la mirada más íntima que le he dado al mundo sobre mí, solo espero que inspire a otros”, ha dicho sobre la experiencia de grabar cómo se recuperaba.

3. Depresión.

Por si los problemas físicos hubieran sido poco, la deportista ha asegurado en diferentes entrevistas que también ha tenido que enfrentarse a una depresión. “Tengo días tristes aunque los bajones ya no son tan fuertes como antes. De hecho este último año ha sido el más feliz de mi vida”.

Lindsey Vonn es una habitual de las portadas de las revistas de deporte.

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4. Su relación con Tiger Woods.

La pareja se conoció en un acto benéfico, tres años después del escándalo (con infidelidades y doce prostitutas incluidas) que mantuvo al golfista en el punto de mira de los medios de comunicación. Ambos salían de un divorcio –en el caso de Vonn menos polémico– y Woods presumía de haber recuperado algo de la popularidad que había perdido en los últimos años. Según explicó la propia Vonn en un reportaje en Vogue –para el que fue fotografiada por Anne Lebowitz– al principio fue “una amistad a distancia, con muchos mensajes y llamadas que se convirtió en algo más”. La esquiadora, que no se plantea una relación con "alguien que no comprenda el deporte de alto nivel", ha contado con el apoyo de Woods en los momentos más importantes de su carrera. El golfista mandó su jet privado a Austria para que trasladaran a Vonn a Estados Unidos para una cirugía urgente después de su caída más grave. Además, se presentó por sorpresa en Italia el pasado fin de semana para ver a su novia batir todos los récords en Campeonato del Mundo. La romántica hazaña le costó un diente en un desafortunado e involuntario incidente con un cámara, justo cuando se dirigía a ver la prueba sin que Vonn sospechara que estaba entre el público.

En la gala Met de 2013 junto a su pareja Tiger Woods.

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5. Una apasionada de la moda.

Vonn es una habitual de la Semana de la Moda de Nueva York, trabaja también como modelo, es una de las esquiadoras más coquetas del paranorama deportivo (siempre compite maquillada, como poco con un marcado eyeliner y máscara de pestañas), ha protagonizado decenas de portadas y no hay marca que se resista a patrocinarla. Su pasión por las firmas de lujo ha quedado patente con su última actualización de Instagram, en la que confiesa que ha celebrado sus últimos triunfos comprándose un bolso de Louis Vuitton. "A veces tienes que regalarte algo bonito a ti misma", ha escrito en la red social. Vonn deja claro con cada movimiento que es mucho más que una deportista de élite. Es también el reclamo perfecto para el mundo de la moda y la publicidad.

Es una habitual de los desfiles de Nueva York.

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