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Adolescentes contra el Photoshop

Una estadounidense de 13 años reúne 85.000 firmas contra el uso abusivo de Photoshop en la revista de moda para adolescentes más popular del país.

seventeencover

Las adolescentes americanas están hartas de ver como sus ídolos juveniles aparecen en sus revistas preferidas tan retocadas, que, además de irreconocibles, ya no les resultan tan cercanas y reales como ansiaban. O lo que es peor, como esas mismas estrellas venden en sus películas, series o canciones que debieran percibirlas -Selena Gomez hizo en verano de 2011 un himno de la canción Who Says tirando de autocomplaciente estribillo estilo "todas somos guapas, yo no soy perfecta" en lo que vendría a ser el Beautiful de Christina Aguilera diez años después- ; es decir, como esa chica-de-al-lado que ya no se traga el cuento de que "la suerte de la fan (fea), la celebridad (guapa) la desea".

El pasado mes de abril, Julia Bluhm, estudiante de secundaria y lectora habitual de la revista Seventeen, cuyo target se sitúa en jóvenes de entre 13 y 15 años aunque su nombre indique lo contrario, inició una cruzada contra el uso indiscriminado de retoques digitales en dicha publicación. Su petición Seventeen Magazine: Give images of Real Girl! la colgó en Change, una web de denuncia pública en la que los internautas presentan sus demandas -las acciones colectivas en internet tienen cada vez más tirón en Estados Unidos- y las someten suscripción popular. "Le pido a Seventeen que, a partir de ahora, se comprometa a publicar al menos una imagen sin perfeccionar en cada número. Quiero ver a chicas que se parezcan a mí en una revista que se supone está dirigida a chicas como yo", proponía Bluhm, que ahora lidera el movimiento SPARK  (Sexualization Protest Action Resistance Knowledge) en contra de la "sexualización de las mujeres en los medios".

A fecha de hoy, el número de firmas adheridas a su reclamación asciende a 85.488; entre ellas madres preocupadas, hijas convencidas, oportunistas que se apuntan a cualquier batalla, y la directora de la cabecera: Ann Shoket. Aunque ha tardado tres meses en pronunciarse, le ha dedicado al tema su Carta de la editora en el número doble de junio/julio, aprovechando, sí, para prometer al estilo monarca que procurará no volver a hacerlo, pero principalmente para contraatacar con su propio tratado. La revancha le ha salido redonda porque éste ya cuenta con más de 87.000 compromisarias y sirve además como bálsamo para calmar el tema de fondo. Los problemas de autoestima e inseguridad que generan estas imágenes en adolescentes que están adaptándose a un cuerpo en pleno proceso de cambio.

Poco y menos ha tardado la hermana pequeña de Vogue, Teen Vogue, en ser objeto de las mismas críticas; dos compañeras de Bluhm en la plataforma SPARK han calcado su modelo y Teen Vogue Give Us Images of Real Girls! acumula ya más de 16.000 firmas. Toparse con peticiones a favor de la reforma sanitaria que no superan los 200.000 firmantes o incluso estancadas en los 10.000 -siendo un asunto de interés general y con el mínimo legal para acceder al senado en medio millón de firmas- o en contra de la pena de muerte por debajo de los 3000 signatarios, da buena cuenta de la preocupación que genera el tema entre parte del público norteamericano.

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