Adiós al posado clásico de boda: esto es lo que quieren ahora los novios
Los novios ya no buscan los recuerdos artificiales en los que no se reconocen. Quieren un profesional que sepa captar la naturalidad del momento.
El momento de la boda, tradicionalmente, era un momento solemne, ya que no dejaba de representar una institución, sobre todo religiosa. Quizás por eso, cuando vemos fotos antiguas de bodas, todo el mundo tiene un aspecto muy serio, y un posado muy clásico. Nada que ver con la actualidad.
Las bodas son ahora más que nunca una fiesta. Un momento que cada pareja vive y representa a su manera, rompiendo si hace falta tradiciones y reglas, y en el que ante todo, intentan disfrutar de un día único con las personas que más quieren. Y en el s. XXI ninguna fiesta ha existido realmente si no hay fotografías que lo demuestren.
Quizás por ello, según datos del ‘Libro Imprescindible de las bodas’ del portal Bodas.net, solo el 2% de los novios no cuenta con fotógrafo el día de su boda. De hecho, si bien un 9% cuenta con un amigo, el 89% se decanta por contratar un fotógrafo profesional. En este sentido, destaca que si bien muchos novios siguen teniendo en cuenta las recomendaciones de amigos y familiares, un 44,9% encuentra a su fotógrafo por internet.
En palabras de Rodolfo Mcartney, experto en comunicación de bodas con su agencia ‘No quiero’, las redes sociales, y en especial Instagram, han tenido un gran impacto, que mucho tiene que ver en la renovación del sector. “Muchas parejas buscan inspiración en esta red social y encuentran su fotógrafo en redes sociales, porque le gusta la boda de otra persona, o por lo que transmite el fotógrafo/a en las redes sociales”, y es que Instagram “ha dado una cercanía a un sector que antes era un poco lejano”.
Entonces, ¿en qué se fijan ahora los novios a la hora de elegir al fotógrafo/a de su gran día?
Naturalidad y buen rollo
Si en algo coinciden todos los expertos del mundo de las bodas es que el posado en las fotos de bodas es agua pasada. Ahora la idea es buscar captar la naturalidad del momento. “Lo que buscan es naturalidad, cercanía y unas fotos que se mantengan en el tiempo, que no sean fotos forzadas, que no tengan mucho retoque, sino que se vean a ellos mismos”, aporta Mcartney, que insiste en que esto es también lo que destaca en las redes sociales.
De hecho, las fotos que más gustan en redes no son siempre las de los efectos más llamativos o el vestido más de cuento, sino aquellas en las que “los novios realmente lo disfrutan, bailan en la fiesta, se ríen, disfrutan del vestido. Que el conjunto de la boda habla realmente de ellos”.
No obstante, según el citado libro de bodas.net, el 72% de los novios elige a un fotógrafo no por el precio o el equipo técnico, sino por el estilo de las fotografías. En este sentido, desde el portal especializado en bodas añaden que “los novios millennials buscan la personalización. Van a buscar que las fotos los definan, por eso van a elegir espacios y elementos que los representen y tengan un significado para ellos”.
Es por ello que otro factor clave va ser tener feeling con el fotógrafo. A este respecto, la fotógrafa Natalia Ibarra añade que “los fotógrafos probablemente somos las personas que más tiempo estamos con los novios el día de la boda”. De esta forma, “para poder conseguir esa frescura que buscan en su reportaje, el feeling es básico. Tu fotógrafo tiene que ser una persona afín a ti, con el que te lo pases en grande y con el que te sientas tan a gusto que no tengas reparo en reír, llorar, bailar, saltar y expresarte abiertamente en su presencia”.
Adaptarse a cada pareja
Parece entonces que la clave para tener las mejores fotos de bodas, es precisamente que no sean las mismas que las de todo el mundo y, por ello, es necesario tener un match con el profesional, para saber que vamos en la misma línea. “Antes de la boda mantenemos varias reuniones con las parejas: queremos tener muy claro cómo va a ser su día y qué es lo que esperan de nuestro reportaje, para diseñar un servicio a medida. Por supuesto que escuchamos sus deseos, pero siempre es importante que estén en línea con nuestro estilo”, insiste por su parte el también fotógrafo Javier Arroyo.
Por otra parte, el experto añade que algo que se reclama cada vez más es la rapidez. “Hoy es impensable tardar casi un año en entregar un reportaje, vivimos en la era de la inmediatez”, y por ello también es necesario adaptarse a estos cambios. “Los novios también comparten contenidos fotográficos en sus redes sociales. Por ello en cada imagen buscan un sentido, un storytelling que genere conexión en sus redes y que esté en sintonía con su estilo”.
En la misma línea, la fotógrafa Pepa Málaga añade que la personalización está en saber captar los momentos más efímeros. “Las fotografías que enamoran a nuestras parejas son aquellas en las que pueden revivir emociones e instantes únicos. En nuestro caso, no nos caracterizan las grandes producciones, ni las poses de revista: procuramos capturar sonrisas, gestos, manos, besos, caricias… todos esos detalles que hacen única una historia, que se produjeron ese día, en un momento concreto, y que no volverán a suceder”.
De hecho, ahora la tendencia la marca la llamada fotografía documental. “Ahora los reportajes de bodas son muy documentales. Tanto a fotógrafos como a novios, nos gusta contar y ver lo que realmente sucedió el día de la boda. Esto exige contextualizar las historias, detallarlas de arriba a abajo. Como un escritor que escribe una historia, tenemos que presentar a los protagonistas, ponerles en su contexto, relatar el porqué de su historia, quiénes y cómo la crearon”, relata por su parte Natalia Ibarra.
Fotos que son tendencia
Pese a todo ello, es cierto que sigue habiendo fotos que marcan tendencia, lo mismo que en su momento era imprescindible tener una foto de la novia bajando del coche, o cortando la tarta. A este respecto, Natalia Ibarra señala que a veces los novios hacen peticiones como: fotos con bengalas, fotos al atardecer, o foto en alguna localización concreta. “Ahora, cómo salgan y la frescura que tengan, dependerá de cómo ellos lo vivan”.
Asimismo, Javier Arroyo apunta a que, sobre todo en las postbodas, sí que es cierto que hay peticiones para realizar fotografías en lugares tan emblemáticos como la Torre Eiffel, o en espacios más desconocidos, pero que tienen un especial valor sentimental para la pareja.
Igualmente, el reportaje de la boda ya no se centra solo en los novios, también son grandes protagonistas los invitados, y los momentos especiales con ellos, o los detalles de decoración, sobre todo en las bodas personalizadas, también en boga, en la que los novios llevan meses elaborando estos objetos. “No hay detalle que no tenga importancia. Cada aspecto de la boda la hace única y es importante reflejarlo para contar la historia de cada pareja. Y, por supuesto, el mundo Instagram ha hecho que le demos mucha más importancia a la decoración y a determinados detalles lifestyle que, además, dan mucho juego y aportan un plus al reportaje”, concluye Pepa Málaga.
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