‘Method dressing’ o cómo la trama de las películas se ha ido adueñando de los estilismo en las alfombras rojas
El nombre es una adaptación del método, la técnica de actuación también conocida como el sistema Stanislavski que consiste en ponerse en la piel del personaje de forma plena sin poder salir de él
Meterse en papel requiere a los actores y actrices un gran trabajo. Expresiones faciales, acentos y en ocasiones incluso renovar por completo el look son solo algunas de las tareas que deben cumplir. Ahora, están empezando a llevar esa transformación fuera de la pantalla hasta las alfombras rojas gracias a un fenómeno que se ha dado en llamar method dressing.
El nombre es una adaptación de method acting, es decir, del método, la técnica de actuación también conocida como el sistema Stanislavski que consiste en ponerse en la piel del personaje de forma plena sin poder salir de él jamás. Quienes siguen esta técnica transforman su propia rutina para adaptarse a la del personaje que interpretan. El method dressing es un arte performativo similar.
Si bien uno hace hincapié en los aspectos psicológicos y emocionales de la actuación y el otro se centra en los aspectos estéticos que comprenden al personaje, el objetivo es ir más allá de los límites de la actuación. El periodista André Wheeler fue quién acuñó por primera vez el término el pasado mayo al hacer referencia a los looks de sirena que Halle Bailey llevó para el estreno de La Sirenita.
Wheeler describió la técnica como una oportunidad de extender el proyecto cinematográfico a una alfombra roja. De esta forma, a través de la moda, los actores y actrices se convierten en embajadores de la película, llamando así la atención del público y haciéndose virales en las redes sociales.
Pese a que el method dressing está ganando popularidad en las alfombras rojas es pronto para determinar cuándo tuvo su verdadero origen y el alcance de esta tendencia. El look más antiguo data de 1992 cuando Geena Davis llevó un vestido con costuras que simulaban las de una pelota de béisbol para el estreno de Un equipo muy especial (A league of their own).
La técnica explotó el verano pasado de la mano de Margot Robbie y su estilista Andrew Mukamal con la promoción de Barbie. La actriz vistió diferentes conjuntos inspirados en la icónica muñeca. Esto revolucionó las redes sociales consiguiendo que miles de fans se implicaran hasta tal punto que adoptaron el dress code Barbie como parte de la experiencia de la película. El gran éxito se ha traducido en un libro recopilatorio de todos los estilismos de Robbie titulado Barbie ™: The World Tour que se publicó el pasado 19 de marzo.
Zendaya es una de las actrices más asociadas a emplear esta técnica. Junto a su estilista, Law Roach, crean conjuntos que representan la estética del personaje y la película. “La moda es algo que siempre he utilizado como válvula de escape, como herramienta. Soy una persona tímida, así que me permite crear esta persona, este personaje en el que vivo durante el día”, dijo la actriz en una reciente entrevista para la BBC.
La hemos visto meterse de lleno en el tenniscore, indumentaria inspirada en la ropa y otros elementos que rodean al deporte, para la gira promocional de su último trabajo, Challengers. Su look de robot de archivo de Thierry Mugler para el estreno de Dune: parte dos en Londres acaparó todas las miradas. En una entrevista para British Vogue, Roach confirmó el uso de la técnica: “Los looks son una extensión del vestuario de la película. Fue intencionado y con un propósito. Siempre intento ser un contador de historias más que cualquier otra cosa, y ésta es una historia muy fuerte que contar”, dijo.
El method dressing también está empezando a calar entre ellos. Ryan Gosling llevó su papel de Ken por todas las alfombras rojas durante el pasado año. Thimothée Chalamet emuló el envoltorio de una de las chocolatinas para el estreno de su película Wonka y se unió a su compañera de reparto, Zendaya en algunos de sus estilismos para Dune y Dune: parte dos.
La tendencia de llevar al personaje a la alfombra roja está al alza. No solo hace que el universo cinematográfico se extienda, sino que aporta a todos los eventos promocionales y galas algo novedoso, alejándose en cierta medida de lo habitual. Además, llama la atención del público que se suma a probar las diferentes estéticas de los actores y actrices. A juzgar por todo ello, al method dressing le queda un largo camino por recorrer.
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