Aunque las estadísticas aseguran que el tamaño medio de las nuevas construcciones está creciendo en nuestro país, lo cierto es que solo reflejan la realidad de una rara avis demográfica española: aquellos que pueden permitirse comprar una vivienda, normalmente personas en torno a los 45 años. Los jóvenes están abocados al alquiler. Y en las grandes ciudades esta obligación produce relatos inquietantes. En Madrid (donde el metro cuadrado de alquiler alcanza los 10,7 euros de media) y Barcelona (9,6 euros por metro cuadrado), por ejemplo, lo habitual es que el millennial tenga un piso pequeño. O compartido, O pequeño y compartido. Lo que en términos sociales y económicos es trágico y preocupante, en términos decorativos se ha resuelto con ingenio y una estética propia. Según el Observatorio Cetelem en 2018, los españoles gastamos en adquirir muebles 629 euros (un 19% más que el año anterior), un detalle nada baladí dado que el mismo estudio ha comprobado que el consumidor español se ha vuelto más reservado en casi todas las demás áreas (como las compras en tecnología o viajes). En nuestro país, el sector de la venta online de muebles y decoración facturó 918 millones de euros en 2017, según Statista. Forzada a vivir de alquiler, la generación que, en lugar de mentir a sus padres para salir, miente a sus amigos para quedarse en casa rinde culto a su hogar, aunque no sea propio. Los nómadas del siglo XXI se cambian de vivienda en vivienda con su colección de muebles 360: cuantas más funciones, mejor, cuanto mayor sea la calidad que se pueden permitir, mejor, lo que en la práctica se traduce en piezas lowchic intachables con una estética que pueda perdurar en el tiempo.

Sofá-cama, el best seller

Una generación que ha borrado los límites entre trabajo y ocio y entre salón, comedor y dormitorio; que tiende más a la fiesta en casa que sus mayores y, por tanto, es más anfitriona con sus amigos de lo que lo fueron sus padres tiene en el sofá-cama su mueble fetiche. Que sean tan cómodos para dormir como para estar sentados y que plegarlos no requiera un título de ingeniería son factores tan determinantes como su diseño preferiblemente minimal.

Brooke, Sofá convertible escandinavo de 3 plazas gris claro

Elvis, Sofá cama de 3 plazas azul real

Nio, Banqueta-cama de 1 plaza de terciopelo rosa envejecido.

El recibidor: primeras impresiones

¿En qué mandamiento coinciden casi todos los profetas del orden? El mueble adecuado en la entrada es la mejor forma de combatir el caos en el interior de casa. Y estos tres son además una bomba para Instagram.

Harvey, Perchero con 4 cajones de metal y abeto macizo

Flynn, Banco de entrada vintage con 2 cajones de mango L. 120 cm

Harvey, Mueble de entrada con espejo de abeto y metal.

Anfitriones sin fronteras

Como comentábamos, el bar favorito de los millennials tiene muy poco aforo y reservado el derecho de admisión: camareras, muebles de bar y cualquier accesorio de anfitrión, ya sea para una fiesta en la terraza o jardín, ya sea indoor, tiene aquí una o más funciones (además de ruedas).

Sorgues, Mesa de servicio de abeto blanco 2 cestos

La Rochelle,  Camarera de jardín de teca maciza 56 x 94 cm

Industry, Mueble bar con ruedas de metal negro An. 127 cm

Pequeños comedores, grandes ambiciones

Ganan adeptos las casas de open floor plan: no solo porque eliminar tabiques signifique ganar espacio, sino también porque las comidas y cenas son menos solemnes. Los milénicos que aún tienen algo que se pueda llamar mesa de comedor tratan de que tenga más de un uso.

Workshop, Mesa de comedor plegable con 3 repisas para 2 personas

Highway, Mesa de comedor alta de madera blanca satinada An. 120 cm

Pong, Mesa de comedor de mango y metal para 8/10 personas L.207

Almacenaje que multiplica el espacio (y el orden)

Por último, son especialmente codiciadas las piezas que ofrecen opciones de almacenamiento donde no se esperaba: el orden y la paz visual son siempre bienvenidos. El ingenio es imperativo.

Hamptons, lámpara de roble con un cajón

Lewis, Mesa auxiliar redonda de metal negro

Oliver, Banco baúl de 2 plazas de lino verde y hevea.