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Retina para HP

¿Tu software está anticuado? Cuidado con los virus que te acechan

Dejar que tus programas queden obsoletos no sólo te priva de las últimas novedades abre las puertas de tus dispositivos a todo tipo de amenazas

Getty Images

Tu software no es como el vino. No le sienta bien la edad. Envejece como lo haría una muralla, pero lo hace a pasos agigantados: para venirse abajo, más que siglos necesita unas semanas. Se afea, se cae a cachos, se debilita. Y, más pronto que tarde, deja la puerta abierta a visitantes no deseados. Es la eterna condena de la obsolescencia programada, las nuevas versiones que se muerden la cola y el cibercrimen, siempre en busca de un eslabón débil.

Los sistemas operativos, programas y aplicaciones que pueblan nuestros ordenadores, teléfonos y demás dispositivos pueden ser una barrera más de protección o un ladrillo suelto con todas las papeletas para ser utilizado en nuestra contra. La diferencia la marca una actualización hecha a tiempo.

¿Un ejemplo? Wannacry. El 12 de mayo de 2017, este ramsonware -virus que encripta la información del dispositivo, dejándola secuestrada, para pedir un recate- infectó ordenadores de todo el mundo e hizo lo propio con las portadas de los periódicos. No era para menos: según las estimaciones, Wannacry habría alcanzado más de 200.000 equipos en más de 150 países. Y lo hizo aprovechando una vulnerabilidad en el software.

En un mundo ideal, Wannacry habría chocado con sistemas operativos actualizados, preparados para esquivar la infección sin despeinarse, pues Microsoft había difundido parches para solventar la vulnerabilidad que explotó este malware pocos antes del 12 de mayo. En el mundo real, hubo dos tipos de víctimas: quienes no instalaron las actualizaciones a tiempo y aquellos cuyos sistemas operativos no estaban incluidos, por obsoletos, en el paquete de parches desarrollado por la compañía.

No es que la batalla esté perdida, es que exige esfuerzo casi constante. Para los aquellos cuyos dispositivos han sido o van a ser aplastados por la rueda de la obsolescencia programada, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) prescribe, un balance de pros y contras. ¿Cuánto hace que dejamos de poder actualizar nuestros programas? ¿De cuándo es nuestro último sistema operativo? ¿Qué nos saldrá más caro? La cuestión cobra importancia cuando hablamos del ámbito empresarial: "Realmente si nuestra actividad está soportando procesos que requieren de tecnología no nos debería preocupar el renovar parte de ese parque tecnológico o parte de esas infraestructuras", razona Marco Lozano, coordinador del área de empresas y profesionales de Incibe.

Si los recursos en juego son más valiosos que el coste de renovar el equipo, la salida es invertir, cuando sea posible, en la compra de un dispositivo más moderno. El lado bueno del lado malo que supone el gasto de dinero es que los fabricantes suelen equipar sus nuevos modelos con los sistemas operativos más recientes, compatibles con próximas actualizaciones de programas. Es el caso de la gama HP EliteBook, que trae consigo Windows 10 y es consecuentemente resistente a las implicaciones del cese del soporte de Microsoft Windows 7, que se hará efectivo en enero de 2020.

Para los que ya están al día en el apartado de hardware, reina la máxima "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Al recibir notificaciones de actualizaciones disponibles, es mala idea posponer la instalación. "Esas actualizaciones lo que hacen es corregir fallos de seguridad que o bien son descubiertos por la propia empresa que desarrolla ese software o sistema operativo o bien por investigadores independientes", explica Lozano. Si decidimos que tomar medidas es un problema para nuestro yo del futuro, se nos puede complicar la vida más de lo que calculábamos.

¿Y si tengo mi antivirus hecho un pincel? Tampoco es excusa para dormirse en los laureles. El antivirus es solo parte de la fortaleza. Olvidar las actualizaciones es dejar una trampilla abierta. Del mismo modo, los fabricantes empiezan a sumar a estas defensas sistemas de seguridad que se integran en los propios equipos, como HP Sure Click, que está disponible en la gama HP EliteBook y proporciona seguridad implementada por hardware para los navegadores web y ayuda a proteger a tu ordenador de las páginas web infectadas con malware, ransomware o virus. Un antivirus en muchas ocasiones no va a ser capaz de detectar esas vulnerabilidades. "Vulnerabilidades es una cosa y programas maliciosos es otra. Por eso un usuario debe tener un antivirus por un lado para protegerse de las aplicaciones maliciosas y por otro el sistema y las aplicaciones actualizadas con lo último para evitar vulnerabilidades". Por todo ello, cobran importancia las medidas que van más allá de instalar uno de estos programas, como el mantenimiento de un equipo actualizado y la elección de dispositivos que automaticen en cierta medida las tareas de protección y, si ocurre lo peor, tengan herramientas para resolverlo. Es el caso de la misma gama de HP, que lleva integrado el sistema HP Sure Run, que permite al PC autorrepararse y mantener las defensas activas en caso de ataque.

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