_
_
_
_

Así se adaptan los finlandeses a la futura inteligencia artificial

Según Lasse Rouhiainen, experto en tecnologías disruptivas, las universidades deben abordar reformas estructurales para adaptarse a las nuevas exigencias del mercado laboral

Getty Images

Por cada informe que subraya que la inteligencia artificial (IA) eliminará millones de empleos, otro llama a la calma con el mensaje contrario, destacando que esta tecnología generará un sinfín de puestos de trabajo e incluso dará lugar a profesiones que aún no existen. De hecho, Gartner pronostica que en 2020 los empleos creados por la IA superarán en número a los destruidos por esa misma disrupción: 2,3 millones frente a 1,8 millones.

Pero en la práctica ese balance positivo no se traduce directamente en oportunidades para todos. Para ilustrarlo, Lasse Rouhiainen, que acaba de publicar Inteligencia artificial: 101 cosas que debes saber hoy sobre nuestro futuro (Alienta), recurre al siguiente ejemplo: si en ese hipotético escenario un taxista se queda sin trabajo por la irrupción de los vehículos autónomos en el transporte público, quizás no lo tenga tan fácil para recolocarse rápidamente como desarrollador de chatbots u otra actividad similar por falta de conocimientos o habilidades.

Más información
Por qué Estonia es el ejemplo digital de Europa
El ejemplo finlandés: así es el laboratorio de la inteligencia artificial

“Está muy bien resaltar el impacto de la IA en cuanto a generación de empleo, pero el problema es que mucha gente que pierda su trabajo necesitará una reeducación para aspirar a esos nuevos puestos, así que todos deberíamos estar ya preparándonos para ello”, afirma Rouhiainen. Se trata de algo que ha entendido muy bien el gobierno de Finlandia, país de origen de este autor afincado en Alicante, cuyo Ministerio de Empleo y Economía publicó el pasado junio un informe que destaca la necesidad de proteger y reforzar las habilidades de los empleados en la era de la inteligencia artificial. En concreto, el Ejecutivo ha anunciado que hay que reeducar a un millón de finlandeses (el 20% de la población) para que aprendan nuevos conocimientos y habilidades, así como la idoneidad de una formación continua.

Las iniciativas públicas de Finlandia en torno a la IA han acelerado reformas universitarias para adaptarse a los nuevos tiempos. Tal es así que incluso el rector de la Universidad de Haaga-Helia, donde Lasse Rouhiainen colabora como profesor externo, afirma que en tan solo unos años esta institución pasará a denominarse “plataforma de aprendizaje”, ya que además de las carreras tradicionales ofrecerá microcursos de diferentes temáticas para jóvenes y adultos, sobre todo orientados a reeducar a los profesionales para responder a las exigencias del cambiante entorno laboral. “Hablamos de una reeducación y de una formación continua cuya impartición se tendrá en cuenta a la hora de otorgar subvenciones a las universidades”, apunta Rouhiainen.

Lasse, durante una conferencia.
Lasse, durante una conferencia.

De momento, los ciudadanos muestran bastante interés por esta formación. No en vano, el pasado mayo la Universidad de Helsinki creó un curso gratuito sobre IA que ya ha superado los 100.000 alumnos. Además, las universidades de Haaga-Helia, Laurea y Metroplia han empezado a utilizar una herramienta que aplica la IA para analizar en tiempo real las necesidades de las empresas, investigando las competencias solicitadas en los anuncios de empleo para después personalizar rápidamente sus ofertas formativas según los requerimientos del mercado.

Por otro lado, Rouhiainen apunta que casi todos los partidos políticos de Finlandia están difundiendo sus propias propuestas sobre cómo adaptarse a esta nueva situación en el mercado laboral, “mientras que en España todavía no se está teniendo muy en cuenta este asunto o se habla muy poco porque se da mayor relevancia a otros problemas internos, aunque ya esté claro que el presente tecnológico que vivimos marcará una nueva realidad en nuestra sociedad”.

Así las cosas, este experto anima al gobierno español a seguir los pasos de Finlandia y otros países que han hecho una clara apuesta por la IA, entre los que destaca los casos de Dinamarca, que ha nombrado a Casper Klynge embajador de tecnología en Silicon Valley; y Emiratos Árabes Unidos, que ha designado a Omar Bin Sultan Al Olama ministro de Estado para la inteligencia artificial: “Estos cargos especializados dentro del gobierno ayudan a mantenerse al día con los últimos avances en tecnología, al mismo tiempo que a supervisar cuestiones clave como la privacidad, el uso ético y los beneficios públicos”.

Aun así, Rouhiainen muestra ciertas dudas sobre la estrategia de Emiratos Árabes Unidos en torno a la IA: “Mi desconfianza es que quizás sigan la misma ideología que China, es decir, que primero desarrollen aplicaciones y luego ya revisen cuestiones éticas, cuando debería ser al revés”. Esta visión crítica también recae sobre la competitiva carrera entre China, Estados Unidos y Rusia para demostrar quién posee la mayor capacidad para estar a la vanguardia de la IA: “Se ha convertido en una especie de concurso, pero lo realmente inteligente sería que colaboraran entre ellos, lo cual daría lugar a creaciones increíbles”.

Y hablando de invenciones llamativas, una de las que más titulares ha acaparado en los últimos meses, la robot humanoide Sophia, no parece convencer mucho a Rouhiainen, ni tampoco la concesión de la ciudadanía saudí a esta máquina: “Aunque está bien mostrarla en ferias para compartir posibles avances, no soy muy fan de Sophia. Por un lado, más que integrar una inteligencia artificial avanzada parece ser que está programada para responder ante ciertas preguntas y, por otro lado, que Arabia Saudí le otorgue derechos civiles es un mal ejemplo porque es una acción oportunista para hacerse publicidad en su afán por convertirse en el segundo Dubái”.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_