El brillante futuro de la Península Ibérica en un mundo digital interconectado
Madrid será el nuevo Londres para el tráfico proveniente de África y América. Y si las compañías que no estén allí perderán la oportunidad de hacer crecer sus negocios
Internet está creciendo de forma imparable en todo el mundo, gracias a la creciente demanda de la población y al nacimiento de nuevas compañías, no importa si son operadores, proveedores de servicios por internet o redes de contenidos de cualquier sector. A medida que crece el alcance de las redes y aumenta el ancho de banda, se están creando nuevos hubs digitales en diferentes partes del mundo, sustituyendo o complementando a los tradicionales puntos de interconexión. La Península Ibérica se está beneficiando de esta situación por varias razones.
El entorno digital está transformando la forma en la que se hacen negocios
Actualmente nos encontramos en la antesala de lo que se presenta como una era completamente nueva en la economía global, en la que las empresas están redefiniendo sus actividades y sectores en base a la digitalización. La transformación digital no consiste en un único paso, sino un proceso continuo que cada vez engloba más aspectos de los procesos y modelos de negocio. Incluso las organizaciones que ya son digitales serán aún más digitales con el tiempo y para ello necesitarán un nuevo régimen de servicios de interconexión para los servicios que van a desplegar en los próximos años. Las tecnologías nuevas y transformadoras, como el Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés), la Inteligencia Artificial (IA) y el 5G están acelerando el ritmo del cambio que están sufriendo los mercados a nivel global.
El entorno digital está redefiniendo los productos y transformando los modelos de negocios
Las compañías que llevan ya mucho tiempo siendo digitales están cambiando sus modelos de negocio y entrando en nuevos sectores. Los clásicos operadores de red ya no son un simple operador de red: las compañías tecnológicas están entrando en distintos sectores y la variedad de los productos que ofrecen está aumentando. Ya no existe la delimitación clara que teníamos hace incluso cinco años.
Pero esto no ocurre solamente en las compañías digitales. La antigua industria también se está redefiniendo a sí misma y a sus productos en la era digital. Si tomamos como ejemplo la industria del automóvil, ya no se habla de especificaciones técnicas, sino de sistemas inteligentes. La empresa de automóviles del futuro ya no venderá ruedas exclusivamente, sino que ofrecerá servicios y aplicaciones digitales. El coche se está transformando en una plataforma digital para distintos servicios.
Otro ejemplo de sectores que están experimentando un gran cambio es el de banca y servicios financieros. Empresas tan alejadas de este sector como son los fabricantes de hardware Apple y Samsung y compañías telefónicas han avanzado hacia áreas como soluciones de pago y/o banca online. Las empresas están sacando provecho de su fuerza digital para reformular sus modelos de negocio y, a su vez, la forma en la que funcionan los negocios en sectores enteros.
Cuando más grande sea internet, más grande son las necesidades de interconexión
El crecimiento de internet no solo ha creado muchísimas nuevas posibilidades para usuarios y compañías, también ha creado ecosistemas extremadamente exitosos y vibrantes de interconexión. Estos ecosistemas están siendo usados para crear nuevos servicios que siguen el camino de la innovación, la disrupción y la neutralidad, con un único objetivo: un uso directo y eficiente de la interconexión, que tenga como resultado un uso eficiente de internet.
Según un estudio encargado por DE-CIX, la transformación de Frankfurt en un hub digital gracias al crecimiento de internet, la apertura de data centers y el auge de la interconexión tuvo como resultado la creación de 100.000 puestos de trabajo y un crecimiento económico de más de 5.000 millones de euros. Esta potencia se puede trasladar a cualquier ciudad en el mundo si reúne las condiciones adecuadas. Y ese es, precisamente, el caso de España.
Madrid como hub digital
Los flujos de tráfico están cambiando, al mismo tiempo que las necesidades de las compañías y la población crecen. El ancho de banda internacional de toda España alcanzó los 6,7Tb/s en 2015, con un crecimiento anual 21 por ciento entre 2011 y 2015. Y esta tendencia no ha hecho otra cosa que crecer en los años siguientes, con un claro impacto en los ciudadanos. Según un estudio de Akamai de mayo de 2017, España tiene un ancho de banda medio en los hogares de 15,5Mb/s. En 2020, el 100% de la población española tendrá acceso a internet de 30Mb/s, según Agenda Digital. A esto hay que añadir que el porcentaje combinado de conectividad de Francia, Reino Unido y Portugal corresponde al 89% de la capacidad de conexión internacional de España. Mientras que Marruecos tiene una capacidad significante conectada a España (145 Gb por Segundo), la mayoría de su capacidad de internet viene de Reino Unido y Francia, a pesar de la proximidad con España. Algo similar ocurre con Argelia, que depende de Francia e Italia para su capacidad internacional de conexión, en lugar de depender de España por proximidad. Teniendo en cuenta el incremento de factores favorables, la capacidad de conexión de los países del Oeste de África en España debería crecer.
Este panorama ya está empezando a cambiar y las compañías están aprovechando la posición estratégica de la Península Ibérica como punto de entrada y como canal de tráfico que viene de África y Latinoamérica. En el pasado, el tráfico era intercambiado en Londres o Frankfurt, pero cada vez ocurre más en Madrid y otras capitales con similares características, como Marsella y Palermo.
En otras palabras: Madrid será el nuevo Londres para el tráfico proveniente de África y América. Y si las compañías que no estén allí perderán la oportunidad de hacer crecer sus negocios.
Ivo Ivanov es CEO de DE-CIX International
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