Un nuevo centro tecnológico para anticiparse al futuro
Accenture abre en Madrid el Liquid Studio con el fin de acelerar la transformación empresarial mediante el uso de tecnologías clave como ‘blockchain’, inteligencia artificial y ‘cloud’
La multinacional Accenture ha sido una de las últimas empresas en sumarse a los espacios de colaboración y cocreación tecnológica. Su apuesta se llama Liquid Studio, un centro de trabajo flexible, diáfano y abierto al diálogo entre sus trabajadores y los clientes que pidan sus servicios. El reto que han presentado como carta de presentación es ambicioso: anticiparse al futuro. “Trabajamos conjuntamente para crear esa hoja de ruta a corto y largo plazo con respecto a lo que está por venir desde la tecnología. Adaptamos nuestros proyectos y conocimiento a las necesidades de los usuarios”, ha afirmado Adán Plaza, senior managing director de Accenture, durante la presentación del centro.
El intercambio constante de información es una de las obsesiones de este Liquid Studio, del que ya hay 25 repartidos por todo el mundo. Más de 100 profesionales formados en diferentes áreas de nuevas tecnologías, como blockchain, inteligencia artificial y cloud, comparten sus ideas para hallar la solución digital ideal a los problemas que puedan presentar sus usuarios. Plaza ha reiterado que no se trata de nada abstracto o de una arquitectura intangible. “Aportamos productos reales en tiempo real. Creamos unos prototipos que, una vez validados, pueden escalarse fácilmente”, ha recalcado.
Según los datos facilitados por Accenture, este hub tecnológico, puesto en marcha en octubre del año pasado, ya ha lidiado con 48 proyectos diferentes y en los que el 80% pertenece a empresas del Ibex-35. Los equipos de trabajo se agrupan en diferentes espacios tecnológicos, en función de su área principal, repartidos por los 900 metros cuadrados de los que dispone el Studio. La idea de la multinacional, tal y como ha explicado su senior managing director, es la integración de estas nuevas tecnologías en una arquitectura flexible como de la que ellos mismos disponen. “Ofrecemos la posibilidad de aplicar hoy las últimas nuevas tecnologías a nuestros clientes, estableciendo un ambiente de startup y prototipado para la cocreación con ellos”, ha añadido.
Año 2025, año de la paridad laboral
Las mujeres inmersas en empresas tecnológicas, independientemente del cargo que ocupen, no representan precisamente a una mayoría en el sector. Para corregir esta situación preocupante, Accenture ha ideado un plan estratégico con el que conseguir que 2025 sea el año de la paridad efectiva en el seno de la compañía. Uno de los principales problemas que alega la multinacional de la preponderancia masculina es que no se fomenta este tipo de formación desde edades más tempranas. “Si queremos corregir esta disparidad, no vale con centrarnos en las universidades o la formación profesional, hay que inculcar este tipo de inquietudes en niñas de ocho o 10 años”, ha afirmado Adán Plaza, senior managing director de la multinacional. De momento, en su nuevo Liquid Studio, de cada decena de trabajadores, solo tres son mujeres.
Para hacer gala de la colaboración que pregonan, la compañía ha apostado por incluir las nuevas tecnologías disponibles en el mercado de otras organizaciones. La realidad inmervisa y la nube de Microsoft y los productos de SAP, Oracle y Salesforce forman parte del método de trabajo del Liquid Studio. Con la ayuda de todas estas herramientas, uno de los proyectos que verá la luz en pocas semanas será la de la transformación de los call centre de una financiera. En su intención de adelantarse al futuro, pretenden crear una centralita en la que convivan la inteligencia artificial con los trabajadores y todo ello con la vocación de dejar atrás la típica estampa de personas delante de una pantalla hablando por un micrófono.
“Hay que incubar una nueva generación de talento abierto y líquido. Las universidades, empresas y startups tenemos que colaborar para erradicar la falta de talento especializado”, ha argumentado Plaza. Este es uno de los objetivos de Accenture y al que pretende dar respuesta a través del nuevo centro inaugurado. El dinamismo de las nuevas tecnologías ha provocado que las titulaciones clásicas hayan quedado casi obsoletas. Solo vislumbran la vía de construir nuevos profesionales que les permitan ofrecer esas soluciones reales y tangibles. “Tenemos la necesidad de potenciar esta brecha formativa para seguir mostrando toda la innovación de la que disponemos actualmente”, ha concluido.
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