_
_
_
_
Firma invitada

Cómo crear organizaciones ágiles: cinco factores de éxito

Las empresas han de tener la habilidad de reconfigurar estrategia, estructura, procesos, talento y tecnologías, a la vez que protegen el ADN de la compañía, asegura el socio de McKinsey

Getty Images

La transformación del entorno empresarial cada vez más complejo y volátil es más que patente para prácticamente todas las industrias y notable en todas las regiones del mundo. Ese cambio de la realidad que nos rodea se manifiesta tanto a nivel de competencia, demanda, tecnología como a nivel de regulación, poniendo de relieve la necesidad de adoptar agilidad (agile como término original en inglés) como una de las estrategias clave. La rapidez intrínseca de ‘agile transformation’ apunta a la habilidad de reconfigurar estrategia, estructura, procesos, talento y tecnologías, creando oportunidades de valor que al mismo tiempo protejan el ADN de las compañías. La cultura, los valores y el capital humano han de permanecer siempre en el centro.

En uno de los estudios recientes de McKinsey & Company titulado ‘Cómo crear organizaciones ágiles’, los directivos que participaron en la encuesta global sobre agilidad señalaban ésta como una de sus prioridades estratégicas, reconociendo al mismo tiempo que es su mayor debilidad. Aunque las compañías vayan transformando sus bases organizacionales tales como la innovación de producto, customer experience, operaciones o estrategia, pocas acometen procesos de cambio en bloque y con el dinamismo que exige el entorno.

Una de las razones de por qué la transformación agile es un reto complejo para las organizaciones, es que no existe una fórmula única de abordarla ni de adoptarla. Tanto el punto de partida como el contexto que rodea a las compañías y sus sectores es muy distinto, exigiendo el diseño de un agility journey adaptado a las circunstancias particulares de cada compañía. Hay, sin embargo, denominadores comunes del viaje transformacional que pueden ayudar a afrontar dicho cambio, y que son fruto del análisis de las historias de éxito de empresas a nivel mundial – se trata de cinco pilares fundamentales: el compromiso de la dirección, la agilidad, la visión más allá de lo puramente tecnológico, el liderazgo y la gestión de personas.

La combinación de estos cinco pilares ayudará a crear organizaciones más ágiles y preparadas para desarrollar su actividad dentro del contexto de permanente incertidumbre con confianza y liderazgo, independientemente del sector. Agile es transformar y crecer a escala; crear un marco de referencia sólido que permitirá sanear no solo la propia organización, sino que hará al mismo tiempo de palanca de crecimiento financiero y de innovación. Además, ejecutar la transformación agile de forma adecuada es importante, ya que tiene asociado mejoras reales, entre las que se encuentran un “time-to-market” más rápido, reducción de costes, customer-centricity aplicada a todas las funciones dentro de una organización, optimización de recursos y – objetivo cada vez más relevante porque toca la base de las organizaciones modernas – una cultura empresarial más sana y exitosa, que se plasma en incrementos relevantes de la vinculación del trabajador con la empresa.

Luis Ferrándiz es socio de Mckinsey

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_