Cinco emprendedoras que han roto el techo de cristal tecnológico
Más mujeres que estudian carreras STEM ampliaría el futuro número de emprendedoras, según los expertos
Misión 2133 no es el título de una película de Ridley Scott. Aunque de momento es ciencia ficción. Es el año en el que se conseguirá la igualdad de géneros según el informe Gender Gap Report 2015 del Foro Económico Mundial (WEF). El mismo estudio de 2016 alerta de que si se cumplen las previsiones de destrucción de empleo motivada por la cuarta revolución industrial, ésta afectará especialmente a las mujeres. Por ello, el organismo cree urgente que más mujeres se introduzcan en sectores de fuerte crecimiento como los que demandan conocimientos STEM (acrónimo en inglés de science, technology, engineering y mathematics).
De momento, solo el 18% de los estudiantes de ingenierías técnicas en España son mujeres, según los datos del Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte. Pero parece que la brecha no se inicia en la Universidad, sino más atrás, en Educación Infantil y Primaria. Los resultados de un estudio publicado este año por la revista Science revelaron que a partir de los seis años las niñas no se consideran a sí mismas tan inteligentes como los niños. Por lo que los estereotipos sociales podrían ser uno de los elementos que lastran desde la educación la presencia de las mujeres en el sector tecnológico.
Aunque cada vez hay más mujeres en puestos de responsabilidad de empresas TIC (un 19% a nivel mundial) y fundadoras de nuevas empresas digitales, según el informe Mujeres y tecnología presentado por la Unión General de Trabajadores (UGT), en 2015 solo el 17,4% de los trabajadores del sector TIC eran mujeres. Además, ganaban un 20% menos que sus compañeros masculinos en este sector. El menor salario y el ambiente masculinizado del sector son algunos de los factores que explican el alto porcentaje de abandono de las profesionales de las TIC y el reducido número de startups dirigidas por mujeres. El factor optimista lo aporta un estudio publicado por Harvard Business Review en 2016: “La brecha de géneros existente en el porcentaje de éxito de una startup desaparece cuando mujeres financian a mujeres”.
Estas son algunas de las mujeres que han saltado esa brecha en España.
Gema Climent
Nesplora Tecnology & Behavior
Tras diez años ejerciendo como forense, neuropsicóloga clínica e investigadora, la necesidad de mejorar las evaluaciones le llevó a luchar contra la incertidumbre a la que se enfrenta cada emprendedor y fundar la empresa Nesplora hace ocho años. “Un gran reto fue lo innovador de nuestros productos y la sensación de estar siempre rompiendo un mercado muy clásico”.
Su proyecto VR Mind, que utiliza la realidad virtual como ayuda para diagnosticar trastornos mentales, la ha hecho ser finalista al premio de la UE a la Mujer Innovadora en 2017. Reconoce que, aunque la brecha de género es menos clara en el sector de las ciencias sociales y de la salud, no solo hay que solucionar un problema de número, sino también de visibilidad. “Cambiar pasa por visibilizar, por crear nuevos entornos educativos y por empatizar y difundir los ámbitos sociales y humanizantes de las carreras tecnológicas, pero no sólo para que decidan más mujeres estudiarlas, sino también porque uno de los motores de cambio social va a pasar necesariamente por la tecnología, y no podemos demonizarla y obviarla, sino acompañarla para crear un futuro mejor para las personas”.
Montse Medina
Jetlore
La situación de las mujeres en Silicon Valley no es mejor que en España. Según resume Montse Medina, fundadora de Jetlore, empresa que ha desarrollado una herramienta de personalización de email marketing que utilizan eBay y Groupon, “en Estados Unidos, independientemente de la aptitud de los solicitantes, tiene que haber un mínimo porcentaje de mujeres admitidas. Como resultado, las mujeres que realmente se merecían el puesto tienen que esforzarse más para demostrar que no están allí por la ayuda recibida”.
Para ella, parte del problema es la falta de ayuda a las adolescentes a encontrar la carrera profesional más apropiada a sus aptitudes. “Hay muchas mujeres que tienen una gran aptitud para la tecnología pero no entran en el sector porque ninguna de sus amigas eligen el Bachillerato tecnológico a los 15 o 16 años. En mi caso, yo siempre he tenido una aptitud especial para las matemáticas, así que la elección era bastante fácil; ser la única chica en clase no me iba a quitar el sueño”.
El apoyo de su tutor de doctorado en la Universidad de Stanford, uno de los fundadores de Pixar, y la elección de un buen socio que le ayudara a llevar el peso de emprender, fue lo que la animó a seguir este camino, además de disponer de una tecnología con un gran potencial en el mercado y estar en el lugar indicado. “Me molestaba que mi tutor me animaba a que emprendiese o me uniese a una ‘start up’, como si yo no valiera para trabajar en un gigante tecnológico tanto como mis compañeros. Ahora entiendo perfectamente a lo que se refería: no me hubiera satisfecho profesionalmente.”
Aun así, reconoce que emprender es como estar en una montaña rusa, con una sucesión de momentos altos y bajos. “Lo más duro es acostumbrarse a no recibir recompensas durante el camino, aunque trabajes duro y lo hagas lo mejor que consideras. Tienes que motivarte tú solo sin recibir nada a cambio durante meses y, en la mayoría de los casos, años hasta que por fin, si tienes suerte, empiezas a ver la recompensa. Y quiero poner énfasis en la suerte”.
Ana Corrionero y Patricia Alfonso
Enzymlogic
La biotecnología es una de las áreas más frecuentes de emprendimiento femenino. La empresa Enzymlogic, especializada en proporcionar soluciones innovadoras a la industria farmacéutica y biotecnológica para el desarrollo de fármacos, es un ejemplo de ello. Ana Corrionero y Patricia Alfonso se conocieron en el departamento de terapias experimentales del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Durante esa etapa se dieron cuenta de que estaban surgiendo cada vez más empresas que ofrecían servicios innovadores a compañías farmacéuticas, pero no en España. “Nos hacía ilusión poder poner en marcha una empresa de este tipo y aplicar todo el conocimiento que teníamos en soluciones, que de alguna forma pudiesen generar un beneficio no solo para nosotras, sino también para la sociedad”, recuerda Patricia Alfonso. “En España, desgraciadamente la inversión en investigación cada vez es menor y los departamentos de i+d de las farmacéuticas está desapareciendo, por lo que poder contribuir a ese ecosistema innovador es una de las cosas que nos gusta”, añade Ana Corrionero.
Las fundadoras de Enzymlogic reconocen que tuvieron que complementar sus conocimientos científicos con la formación empresarial que les faltaba, para lo que contaron con la ayuda de Madrid+d. El programa Genoma España, que ahora forma parte de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), y el Ministerio de Economía y Competitividad contribuyeron a su financiación, uno de los principales problemas de una empresa emprendedora, según su experiencia, así como el acceso a los clientes, mayormente internacionales en su caso. El asesoramiento y apoyo financiero de una mentora, una directiva del sector informático retirada, es también uno de los factores que más les ha ayudado a lograr ser en solo tres años una empresa galardonada por su innovación tecnológica en los Premios Emprendedor XXI 2016.
“En el ámbito emprendedor femenino falta, en general, la decisión de arriesgarse. Hay que ser consciente de que si no te sale bien no pasa nada. Siempre puedes volver dónde estabas”, aconseja Patricia Alfonso a las futuras empresarias.
Regina Llopis
Grupo AIA
Es sin duda una de las pioneras y un ejemplo a seguir por las nuevas generaciones. Regina Llopis Rivas, doctora en Matemáticas Aplicadas a la Inteligencia Artificial por la Universidad de California Berkeley, es presidenta del grupo tecnológico AIA, Aplicaciones en Informática Avanzada, que recogió hace treinta años junto a su marido, el físico Antonio Trías Bonet, la oportunidad de anticiparse en la aplicación de ciencia básica e inteligencia artificial al sector empresarial en forma de “algoritmos para un mundo mejor”. Otra de sus razones para crear este conglomerado empresarial fue garantizar el patrimonio futuro de su hijo con discapacidad Álvaro.
Durante su trayectoria desarrollando soluciones de innovación industrial aplicada a diversos sectores, que la han hecho merecedora de reconocimientos como el reciente Premio Ada Byron a la Mujer Tecnóloga, otorgado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Deusto en 2017, ha sido testigo de la evolución de las mujeres en el sector tecnológico. “Se han diseñado muchos modelos de promocionar su presencia mediante la motivación y creación de pasión, vocación y disciplina, a través de la presentación de mujeres que sirvan de ejemplo con roles muy definidos, y con actuaciones de concienciación de la gestión de trato equitativo del género (admisiones, promociones, ascensos, presencia en dirección y Consejos académicos y corporativos). Pero para mí es más importante modificar el establecimiento de fronteras prematuras de acceso, a las niñas empezando por la poca exposición a las ciencias, en particular en el campo de juguetes educativos, mecánicos, eléctricos y de codificación versus Barbies, mesas de planchar, etc.”
Desde su privilegiada posición como directiva de una gran empresa, cree en el valor de las actuaciones específicas de soporte al emprendimiento femenino en las áreas de STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Arquitectura y Matemáticas) que pueden realizar mujeres como business angels. Además, Regina Llopis apuesta por la discriminación positiva en la búsqueda de talento en Física, Matemáticas, Informática y Lingüística en Grupo AIA para lograr superar el alrededor del 25% de profesionales femeninos de IA de esta empresa.
¿Cómo acelerar la paridad?
El Foro Económico Mundial recoge en el documento Accelerating Gender Parity in the Fourth Industrial Revolution estas estrategias:
-Aumentar la preparación desde la infancia: apoyar las iniciativas de divulgación que fomenten el interés de las niñas por los temas STEM. Los profesores, las familias y los directivos tienen un papel importante en el cambio de actitud y en el apoyo en sus carreras de las mujeres.
-Redefinir las posibilidades de las carreras STEM: las niñas tienen en cuenta los beneficios que pueden aportar a la sociedad a la hora de elegir una carrera, por lo que cambiar la percepción que se tiene de las ingenierías, las ciencias y las matemáticas puede motivarlas a estudiarlas.
-Apoyar la transición de la etapa formativa al empleo: los programas de tutoría y el patrocinio de directivos pueden ayudar a las estudiantes de ciencias a acelerar su desarrollo profesional y reducir la brecha de género.
-Construir enfoques específicos para reclutar y retener el talento femenino cualificado en STEM en las empresas: programas de tutoría específicos y la exposición a modelos femeninos, así como el reclutamiento de embajadores de la igualdad, pueden ayudar a crear una cultura más inclusiva en los lugares de trabajo.
-Iniciativas sectoriales de formación, orientación y apoyo comunes: compartir con otras empresas los programas más eficientes para atraer y retener el talento femenino disminuirá las inversiones y creará más oportunidades de cambio para todo un sector.
-Incentivos financieros: reservar recursos para las instituciones que mejor están canalizando el talento femenino recompensa sus esfuerzos de mejora de la diversidad de géneros y lanza un mensaje sobre cuáles son las normas que se espera sigan estas instituciones.
-Crear un ambiente de trabajo más inclusivo, respetuoso y basado en la meritocracia: se ha demostrado la necesidad de políticas proactivas para impulsar el cambio y terminar con la discriminación.
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