Treinta años de imágenes animadas
El formato GIF, que empieza a coger fuerza entre los usuarios, es más viejo que internet
El formato de moda en los grupos de Whatsapp y las cuentas de Twitter cumple 30 años. Así es: los GIF también son millennials. Aunque todavía no se encuentra registrado en el diccionario de la Real Academia Española, es extraño encontrar a alguien que no haya oído hablar del término. Un GIF puede servir para introducir una sencilla animación en una página web, para expresar un estado de ánimo o dar a conocer un meme, pero también puede entenderse como una nueva narrativa, una manera diferente de contar una historia.
En definitiva: una imagen vale más que mil palabras y el GIF es un formato ideal para comunicar. Los GIF permiten transmitir emociones; la gran mayoría de los términos de búsqueda en las plataformas que alojan estos vídeos breves están relacionados con sentimientos. Algunos recuerdan películas, otros series y muchos de ellos reflejan momentos memorables de la política, la cultura y el deporte. La masificación de su uso es relativamente reciente: no hace más de un año que grandes compañias de mensajería y redes sociales como Whatsapp, Facebook o Twitter han integrado la búsqueda de archivos GIF en sus plataformas. Pero no siempre han sido como los conocemos ahora.
El archivo GIF nace en 1987 de la mano de Steve Wilhite, un ingeniero que trabajaba en la empresa americana Compuserve, que buscaba un formato de imagen ligero y de carga rápida que pudiera visualizarse en cualquier ordenador. Apple, IBM, Atari... cada empresa tenía una forma de mostrar los gráficos, así que Wilhite apostó por buscar una solución que funcionase en todos los equipos.
Dos años después, Tim Berners Lee describiría el protocolo para la transferencia de hipertextos, lo que más tarde se convertiría en la World Wide Web. Y fue gracias a internet —concretamente al navegador Netscape, que integró este formato— que los GIF siguen teniendo vigencia hoy en día. Se popularizó por su algoritmo de compresión, más eficiente que el que utilizaban otros archivos similares, que permitía la descarga en un breve periodo de tiempo. Además, permitía una paleta de hasta 256 colores, una huída importante del blanco y negro.
Pero no todo ha sido un camino de rosas para este formato de archivo. A medida que el diseño web evolucionaba, flash y posteriormente el lenguaje de programación HTML5 fueron ganando fuerza en detrimento del GIF, que quedó reducido a foros de internet y a plataformas como Reddit o Tumblr.
Este tipo de archivo no volvió a escuchar resonar su nombre con fuerza hasta hace cinco años, cuando varios periódicos estadounidenses, entre ellos el New York Times, decidieron utilizar este formato para completar su cobertura de los Juegos Olímpicos de Londres. También en 2012, el diccionario de Oxford nombró GIF como palabra del año —después de esto, no es de extrañar que en 2015 le diera esta categoría a un emoticono—.
En la actualidad, la sobreabundancia de información y el exceso de estímulos convierten al GIF en un formato de consumo rápido ideal que rompe con la imagen estática y evita los tiempos del vídeo para ofrecer a los usuarios una solución concisa y visual para transmitir información.Porque, en internet, para lo bueno y para lo malo, lo más fácil y simple siempre gana.
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