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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La semana negra de los datos oficiales sobre el coronavirus

Los datos sobre el coronavirus, en la 'newsletter' de Kiko Llaneras

Kiko Llaneras

¡Buenas Tardes! Esta semana ha sido muy difícil seguir el ritmo del virus en España. El Ministerio de Sanidad cambió sus estadísticas y provocó un desbarajuste en mal momento. Estábamos pendientes de posibles rebrotes y nos quedamos prácticamente a oscuras de información pública. A estas alturas una lección de esta crisis me parece evidente: nuestras Administraciones deben mejorar su capacidad de gestionar datos.

¿Qué ha pasado? Esta semana se ha hecho efectiva la orden que dio el ministerio para que las comunidades reporten datos individuales de cada infectado o fallecido (ahora les llegarán cifras persona a persona, con sus características, sus fechas de diagnóstico, etcétera). Es un cambio potencialmente positivo, porque permitirá ofrecer información más precisa de los contagios recientes, pero la transición ha sido un desastre. Han dejado de publicarse series y el informe diario ha sido indescifrable.

1. Una semana sin poder ver el ritmo de contagios. La mejor demostración de que el cambio dificulta seguir la evolución del virus es que ni el ministerio pudo hacerlo: su panel Situación de Covid-19 en España, que es la única web que ofrecía algunas series de datos reproducibles —con la evolución de positivos, hospitalizados y fallecidos—, lleva sin actualizarse desde el día 21 de mayo.

2. No sabemos cuántas muertes se han conocido esta semana. El ministerio ha dejado de actualizar a diario la cifra de muertes notificadas, que ahora se reportarán semanalmente. Es útil que se conozca la fecha de cada defunción. ¿Pero qué impide que se informe también del total de muertes notificadas?

3. Peor aún: se publica un falso total de fallecidos. El informe mantiene una columna extraña, que llama “total fallecidos”, pero que es un dato parcial: solo se suman “de forma diaria los casos en los que consta como fecha de fallecimiento la del día previo”. La cifra es una subestimación permanente porque hoy solo se conoce una parte de las muertes de ayer por culpa de los retrasos. Pero si mañana conocemos una muerte de ayer, esa ya no se sumará, como dice el propio Fernando Simón (minuto 23). No lo entiendo. Las muertes recientes se pueden mostrar en la tabla, si se quiere, pero incluir una columna “total” que no es un verdadero total me parece un sinsentido.

4. Esto explica parte del caos de esta semana con las muertes diarias. Hubo días donde el falso total creció solo en uno o dos muertos, que son los que se conocieron en menos de 24 horas. Pero las muertes nunca han sido tan pocas. El ministerio también informa de las muertes "con fecha de defunción en los últimos siete días" y esas son unas 40, que serían 5 o 6 diarias según Simón (minuto 24). Ese dato, por cierto, choca con las cifras de nuevas muertes notificadas diariamente hasta el domingo, que eran más de 50 cada día (y que ahora ya no se publican). ¿Es posible deducir de los datos oficiales cuantas personas han muerto por coronavirus hoy, ayer o esta semana? Yo he sido incapaz, pero conté aquí mi intento.

5. Con los infectados ocurre algo parecido. El ministerio reporta los casos “diagnosticados el día previo”, que han rondado los 200 o 300 esta semana, pero que también son una subestimación. Lo sabemos porque la columna con los diagnósticos de los últimos siete días reporta 2.825 casos, que son como 400 diarios. Simón ha explicado que ahora no interesan tanto los nuevos notificados “como aquellos notificados que se han infectado recientemente”, porque esos son son los casos que hay que vigilar para evitar rebrotes. Es razonable poner énfasis ahí. Pero el informe sería más claro si a la información reciente-pero-parcial se le añadiese información-menos-reciente-pero-completa.

6. Una limitación de fondo es que la información publicada sigue siendo agregada. Ahora el ministerio recibe de las comunidades autónomas datos caso por caso, con detalles de fechas y localización. Eso le servirá, por ejemplo, para detectar un repunte de infecciones en una comarca o un pueblo. Pero la información que publican se agrega por comunidades y no deja ver nada parecido.

7. Además hay información que sigue sin conocerse. Cuando se presentó el plan de desescalada Simón habló de una nueva interfaz con información “posiblemente” por provincias. Porque esa iba a ser la unidad geográfica importante. Pero han pasado semanas y el ministerio sigue sin publicar datos a nivel provincial. También son una incógnita los esfuerzos de rastreo que está haciendo cada comunidad: ¿Con qué intensidad, con qué personal, con qué resultados? El BOE del día 12 de mayo dice que las comunidades deben reportar esos indicadores al ministerio, pero si es así no se conocen.

8. El lío de esta semana no es el primero. Este lunes, junto a Borja Andrino y Daniele Grasso, recopilamos 15 problemas de Sanidad en la gestión de datos del coronavirus. Es una historia difícil de contar sin aburrir, porque es un infierno de detalles, archivos, asteriscos y continuos cambios. Pero creemos que es importante.

Seguir los números de la epidemia era fundamental para conocer el ritmo de contagios, la carga de los hospitales o el total de fallecidos. Pero la capacidad de las Administraciones para gestionar y difundir esos datos se ha demostrado, en mi opinión, insuficiente y anticuada.

Y no es solo un problema de comunicación y transparencia. Controlar al virus está exigiendo un rastreo de contactos, que es una tarea de los servicios de Salud Pública que colapsó en marzo por falta de recursos. Necesitaban un ejército de profesionales que no tenían, pero no solo eso: también requerían sistemas de información ágiles para volcar su información, compartirla, aumentarla y ponerla en acción.

➕ Extra: Una crisis con 43.000 muertes

La cifra más importante esta semana salió de los registros civiles. El miércoles afloraron 12.000 nuevas muertes que elevan el exceso de estos meses: ahora sabemos que desde marzo en España se han registrado 43.000 muertes más de las esperadas en una situación normal. Es el coste de esta crisis.

Eso incluye 16.000 fallecidos que constan en los registros civiles y no cuentan cómo víctimas del virus, aunque muchos lo serán. Lo sabemos gracias a una actualización del Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III.

Los datos del exceso de muertes se pueden desglosar por Comunidades Autónomas. Los mayores excesos se han registrado en Madrid (165%), Castilla-La Mancha (136%), Cataluña (83%) y Castilla y León (78%).

Datos. Aquí puedes ver la evolución del exceso de fallecidos actualizado diariamente, para España y cada comunidad.

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Sobre la firma

Kiko Llaneras
Es periodista de datos en EL PAÍS y doctor en ingeniería. Antes de llegar al periódico en 2016 era profesor en la Universitat de Girona y en la Politécnica de Valencia. Escribe una newsletter semanal, con explicaciones y gráficos del día a día, y acaba de publicar el libro ‘Piensa claro: Ocho reglas para descifrar el mundo’.

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