Igea se postulará contra Arrimadas por la presidencia de Ciudadanos tras un último intento de acuerdo
El vicepresidente de Castilla y León, líder del sector crítico, propone un modelo descentralizado de partido y rechaza las coaliciones con el PP
Inés Arrimadas tendrá rival en las primarias por la presidencia de Ciudadanos. Salvo sorpresa de última hora, Francisco Igea, vicepresidente de Castilla y León, dará un paso al frente y se postulará por el liderazgo del partido, según han confirmado fuentes de su entorno a EL PAÍS. Igea tiene previsto anunciar este martes su candidatura después de un último intento de acercamiento con Arrimadas, la portavoz parlamentaria de Cs y figura con el apoyo de la mayor parte de dirigentes del partido: ambos van a encontrarse este lunes en Valladolid, ciudad en la que reside Igea, porque Arrimadas acude para participar en un desayuno informativo. El vicepresidente castellanoleonés tratará de forzar allí una reunión con Arrimadas, pero las posibilidades de un acuerdo entre ambos son prácticamente remotas.
El núcleo del sector crítico se ha reunido a última hora de esta tarde y ha decidido ir adelante con una candidatura alternativa salvo en el caso muy poco probable de que Arrimadas ceda y asuma que los militantes elijan a los líderes territoriales del partido, lo que para ellos es una "línea roja", según fuentes del entorno de Igea. El anuncio de que se postula podría ser este mismo lunes, en caso de que Arrimadas le dirija "algún ataque directo", indican en su entorno. Si no es así, como es esperable, lo normal sería que el anuncio sea el martes, en un acto con compromisarios en Madrid a las siete de la tarde.
Arrimadas ha descartado asumir cambios en el modelo de partido y en su círculo tampoco ven posible la integración de Igea porque entienden que ha traspasado la raya con sus críticas. En el partido sentó muy mal que calificara los estatutos vigentes de “leninistas”. “Es como si me hubiera llamado nazi”, se queja en privado un relevante dirigente de la cúpula. Igea, por su parte, tampoco querría que Arrimadas lo incluyera en su ejecutiva, según fuentes de su entorno, sino conseguir cambios de calado en el funcionamiento del partido que en el fondo le dieran más autonomía política en Castilla y León. El resultado será un congreso en el que confrontarán dos candidaturas de apoyos desiguales: Arrimadas tiene a toda la dirigencia detrás e Igea a un sector crítico que ha removido a una parte de la militancia, pero con poco respaldo orgánico.
Igea ha esperado hasta el límite de los plazos para dar un paso al frente: este miércoles es el último día para presentar candidaturas a la presidencia de Ciudadanos, a la que solo Arrimadas ha confirmado su intención de postularse. Primero, porque quería constatar que había agua en la piscina. El sector crítico, que ha unido a cargos medios y exdirigentes de varias comunidades, así como al ala más socialdemócrata del partido en Cataluña, ha ido ganando apoyos en la militancia según avanzaban las semanas. Pero también porque, según su entorno, cuanto más tiempo pasaba más errores cometía el oficialismo que les beneficiaban.
El último “despropósito”, según los críticos, ha ocurrido este pasado fin de semana, cuando la gestora ha tenido que posponer hasta el fin de semana que viene las votaciones de los compromisarios al congreso y de los candidatos del País Vasco y Cataluña. Un fallo en el sistema de votación telemático, que la dirección provisional ha atribuido a la empresa contratada para gestionarlo, ha impedido a los militantes votar. La gestora externalizó el sistema tras las irregularidades en sus primarias del año pasado contratando a Scytl, una compañía catalana encargada del escrutinio de las pasadas elecciones municipales y europeas que está en preconcurso de acreedores.
El vicepresidente castellanoleonés reclama un cambio organizativo para descentralizar Ciudadanos y que los militantes puedan elegir a sus líderes territoriales, algo que Arrimadas rechaza frontalmente porque considera que convertiría el partido en “17 PSC”, suele decir. Esto es, 17 formaciones que funcionaran con la misma autonomía que el partido de los socialistas catalanes con respecto al PSOE, aunque este es un caso singular en la organización socialista y el resto de sus federaciones no tienen el mismo grado de independencia que el PSC, que es una formación distinta del PSOE. Igea también pretende que la gestora permita la votación en urna en todas las agrupaciones del país, porque no se fía del voto telemático después de lo que ha sucedido este fin de semana y de su propia experiencia, ya que sufrió un pucherazo en sus primarias para la candidatura a la presidencia de Castilla y León que ahora investiga la Fiscalía.
En cambio, tanto Arrimadas como la gestora creen que la organización no debe alterarse para no perder la unidad de discurso territorial que caracteriza a Ciudadanos. El partido se construyó precisamente contra el modelo de baronías territoriales y es el más centralista junto con Vox.
El meollo de la disputa hacia el congreso de Ciudadanos es el modelo de partido y no la estrategia, a pesar de que el partido se desplomó en las urnas el pasado 10 de noviembre y perdió 47 de sus 57 diputados. Los críticos se han levantado contra el sistema y no contra el rumbo porque entienden que el principal problema está en un modelo de partido en el que el líder carece de contrapesos, que podría permitir de nuevo que se impusiera una estrategia errónea como la de Albert Rivera en la última etapa previa al hundimiento en las urnas. Igea también está en contra de las alianzas preelectorales con el PP por las que apuesta Arrimadas en el País Vasco, Galicia y Cataluña, pero de momento tampoco ha sido muy beligerante en su contra. Él cogobierna con el PP en Castilla y León. Ambos coinciden en el discurso de que Ciudadanos debe recuperar el centro político que perdió en 2019.
Está por ver qué apoyos puede reunir la corriente crítica en contra de Arrimadas, a quien el resto de la dirigencia considera la sucesora natural de Albert Rivera y ha arropado frente a Igea. La portavoz parlamentaria de Cs ha celebrado este fin de semana un acto en Barcelona en el que ha contado con el simbólico apoyo de Jordi Cañas, uno de los principales referentes del ala socialdemócrata catalana, que peleó en el congreso de 2017 por evitar que se eliminara la socialdemocracia del ideario de Ciudadanos. Su respaldo ha sido importante porque en Cataluña un sector de las bases y de esa ala más a la izquierda se ha movilizado con Igea. Se han significado cuatro diputados del Parlament y dos cofundadores del partido, Xavier Pericay y Ferrán Toutain, y la enmienda de los críticos a los estatutos venció en algunas de las agrupaciones más significativas. En total, en todo el país su enmienda se impuso en más de 90 agrupaciones, aunque de momento se desconocen las cifras oficiales. Fuentes de la gestora cifran el apoyo a la enmienda en apenas el 10%.
En cambio, Arrimadas reunió a mediados de febrero en un acto en Madrid a 28 dirigentes de la cúpula, entre los que estaban las principales caras visibles del partido incluido Luis Garicano, quien el año pasado lideró la corriente crítica contra Rivera oponiéndose al veto a pactar con el PSOE.
El presidente de Ciudadanos es elegido en primarias por sufragio universal de toda la militancia, que vota a la vez a su ejecutiva. La votación de los 20.979 militantes con derecho a voto está prevista para el fin de semana del 7 y 8 de marzo. Después, el 14 y 15 de ese mismo mes, se celebrará la asamblea extraordinaria en la que los compromisarios aprobarán el modelo de partido y la estrategia para la próxima etapa. La batalla por el liderazgo de Ciudadanos ya tiene dos contrincantes: Arrimadas e Igea.
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