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Un juzgado pide que declare el capitán del barco en el que se fugó hace 27 años Antonio Anglés después del crimen de Alcàsser

El principal sospechoso logró huir gracias a la ayuda de un marinero, según Kenneth Stevens, quien estaba al mando del buque

Ferran Bono
El cartel editado por el Ministerio del Interior en 1993 para la búsqueda de Anglés.
El cartel editado por el Ministerio del Interior en 1993 para la búsqueda de Anglés.

27 años después del asesinato de tres adolescentes en Alcàsser, un juzgado de Alzira ha pedido que se tome declaración al capitán del barco en el que se perdió la pista de Antonio Anglés, el principal sospechoso del brutal crimen. En su huida de la policía, Anglés subió en Lisboa como polizón al mercante City of Plymouth, que partía rumbo a Dublín. Durante el trayecto, la tripulación advirtió la presencia del prófugo de la justicia más buscado por España durante tres décadas. Fue encerrado finalmente en un camarote y se atrancó con maderos la puerta y las ventanas por fuera. Sin embargo, logró escaparse de nuevo el 23 de marzo de 1993 y arrojarse al mar por la borda ya en el puerto de la capital irlandesa. Y eso solo fue posible gracias a la ayuda de algún marinero de la tripulación, según manifestó el que fuera capitán del buque, Kenneth Stevens, en una entrevista emitida en enero de 2018 en el programa Equipo de Investigación, de La Sexta, producido con motivo del 25 aniversario de los asesinatos, torturas y violaciones de Míriam, Toñi y Desirée, que vivían en la población valenciana que da nombre al caso.

Como el caso no prescribe al menos hasta 2029, dado que en 2009 se practicaron más diligencias en busca de Anglés, declarado en rebeldía desde 1993, el Juzgado de Instrucción Número 6 de Alzira ha emitido una comisión rogatoria internacional para tomar declaración al capitán, según adelanta este viernes el diario Las Provincias. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana han confirmado esta mañana a este diario que la "requisitoria (orden de busca y captura internacional contra Antonio Anglés) sigue activa, por lo que ha de investigarse cualquier dato novedoso que pueda contribuir a conocer su paradero y propiciar su detención".

La policía, que reunió a la tripulación del buque en 1993 para explicarle lo que había hecho Anglés, sospechaba de un marinero, pero no pudo reunir suficientes indicios

El juzgado recibió un informe policial donde se solicitaba nuevos interrogatorios a testigos, miembros de la tripulación del barco desde el que supuestamente huyó el fugitivo. De modo que la titular del juzgado "acordó en noviembre pasado la emisión de una orden europea de investigación para solicitar la colaboración de las autoridades del Reino Unido y Escocia en ese sentido, diligencias que se están actualmente cumplimentando", señalan las citadas fuentes.

El capitán Stevens reside en la actualidad en el Reino Unido y allí fue entrevistado por el periodista valenciano Genar Martí, experto en el caso y coautor del libro El fugitiu (Vincle Editorial), junto a Jorge Saucedo. El marinero ya jubilado explica en el programa televisivo, que se puede ver en Internet: “Cuando llegamos al puerto, las autoridades subieron para llevarse al polizón. El oficial jefe dijo entonces que se había ido. ¿Cómo es posible? La madera seguía en la puerta. Alguien tuvo que dejarle salir y haber colocado la madera. No pudo escapar de ese camarote sin ayuda”. El periodista le muestra una lista con los nombres de los marineros, pero Stevens, tras pensárselo,  declina acusar a nadie sin tener pruebas concluyentes. La policía, que reunió a la tripulación del buque en 1993 para contarles lo que había hecho Anglés, sospechaba de un marinero, pero no pudo reunir suficientes indicios.

El que fuera capitán del buque, Kenneth Stevens, en una entrevista de La Sexta en 2018.
El que fuera capitán del buque, Kenneth Stevens, en una entrevista de La Sexta en 2018.
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La declaración del capitán en el interrogatorio al que le sometió la policía en aquel año fue incorporada al sumario del caso en su momento. No proporcionó pistas sobre la fuga de Anglés. La hipótesis más extendida es que Anglés murió ahogado al huir del barco en el puerto de Dublín, si bien nunca se halló el cadáver. Ahora, tras la emisión del programa, la policía española remitió el contenido de la entrevista a la juez de Alzira competente en el caso y esta ha solicitado la colaboración de las autoridades británicas con el objeto de arrojar luz sobre el paradero y la fuga del sospechoso que, cercado por los agentes en su casa de Catarroja, población pegada a Valencia, logró huir por el tejado. Desde allí y armado, según reveló un taxista al que amenazó, atravesó España y se refugió en Lisboa hasta embarcase en el City of Plymouth.

Desde entonces, se ha especulado mucho sobre su paradero y de vez en cuando han salido noticias sobre su posible localización, en países como Uruguay o Brasil (origen de su familia), pero o bien eran pistas falsas o bien nunca se han podido confirmar. Antonio Anglés está acusado de triple asesinato y violación, además de rapto de menores y posesión de armas de fuego. El que fuera su amigo Miguel Ricart fue sentenciado a 170 años de prisión en 1997 por haber sido declarado culpable del crimen de Alcàsser. Tras la suspensión de la doctrina Parot, su condena se redujo y finalmente salió de prisión en 2013, 20 años después de ser arrestado. Es el único juzgado y condenado por uno de los crímenes que más ha sacudido a la sociedad española desde la instauración de la democracia, tras la muerte del dictador Francisco Franco.

Prueba de ello es que, periódicamente, surgen informaciones relativas a un crimen cuya cobertura televisiva se considera como la carta de naturaleza de la llamada telebasura en España. El sensacionalismo morboso, la falta de rigor y la difusión de teorías conspirativas sobre el crimen marcaron la carrera por la audiencia. El pasado año, unos excursionistas, atraídos por el 25 aniversario de los asesinatos, hallaron en la partida de La Romana (en el municipio de Tous), donde fueron hallados los cadáveres mutilados de las niñas de entre 14 y 15 años, restos humanos. Un análisis forense extrajo el ADN y comprobó que no coincidía con el de una de las jóvenes muertas. Ahora se quiere comparar con el de las otras dos.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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