El Gobierno enfría las expectativas sobre la mesa de diálogo con Cataluña
La ministra Montero considera que los contactos con la Generalitat no darán frutos a corto plazo aunque los compara con el espíritu de la redacción de la Constitución
El Gobierno central ha reconocido este martes que la mesa de diálogo con la Generalitat para abordar el llamado conflicto catalán —cuyo primer paso será la reunión que el jueves mantendrá el presidente Pedro Sánchez con su homólogo catalán, Quim Torra— difícilmente dará frutos inmediatos ante lo complejo del asunto. La portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha tratado este martes de rebajar las posibles expectativas a corto plazo ante este foro de negociación con el Govern, pactado entre el PSOE y ERC el pasado enero para dar luz verde a la investidura de Sánchez. No obstante, Montero considera que lo importante es “establecer raíles” para “explorar puntos de encuentro” a medio y largo plazo que permitan salir del bloqueo a que ha llevado el desafío independentista.
La ministra ha comparado este diálogo “constructivo, imaginativo y empático” con políticos que están “en las antípodas” de su diagnóstico sobre la situación territorial, con el espíritu que permitió sacar adelante la Constitución de 1978. “Solo desde la vocación de diálogo podemos hallar puntos de encuentro, los padres de la Constitución defendían modelos de España radicalmente distintos. Cuando los señores Suárez y Carrillo se reunieron para tratar sobre la economía de mercado, los derechos sociales, el papel del ejército y la Corona, se encontraban en las antípodas y fueron capaces de alumbrar puntos de encuentro”, ha recordado.
El jueves Sánchez acudirá a la reunión con Torra acompañado por la ministra de Política Territorial, Carolina Darias. “La solución pasa por el diálogo y el Gobierno se agotará explorando vías de diálogo para normalizar las relaciones institucionales con la Generalitat, esa es la vocación del presidente”, ha manifestado la portavoz.
El Gobierno es consciente de que Torra acudirá a la reunión del jueves con un punto casi único en su orden del día, el ejercicio del derecho de autodeterminación que, según él, tiene Cataluña y la amnistía a los políticos presos por el proceso independentista. La agenda del Ejecutivo es distinta. Aunque Sánchez irá con “espíritu constructivo” de escuchar lo que tiene que decir el president, el jefe del Ejecutivo no solo quiere hablar sobre “aspiraciones políticas”, sino también sobre el día a día de las necesidades de los ciudadanos catalanes, y ha citado entre ellas el salario mínimo, las infraestructuras o los daños de temporal.
Montero ha anunciado que el viernes convocará al Consejo de Política Fiscal y Financiera, la reunión del Ministerio de Hacienda con los consejeros autonómicos. La ministra ha adelantado la “pretensión” de que todas las comunidades autónomas, incluida Cataluña, participen en ese encuentro, donde se pondrán sobre la mesa asuntos como el techo de gasto y la senda déficit, necesarios para los próximos Presupuestos Generales del Estado, el gran objetivo político del Gobierno para la primavera.
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