Decenas de miles de personas piden en Bilbao el acercamiento de los presos de ETA
Víctimas de la banda y del GAL solicitan no ser usadas políticamente tras una marcha sin incidentes
Decenas de miles de personas han recorrido este sábado el centro de Bilbao para reivindicar el acercamiento de los presos de ETA a las cárceles vascas. Según cálculos de la Policía Municipal, cerca de 65.000 manifestantes se han sumado a la marcha —5.000 menos que en 2019—. La plataforma Sare, una de las convocantes, ha elevado esa cifra hasta los 80.000 asistentes, al contar también las 10.000 personas que se han adherido a una concentración paralela en Bayona (Francia). El grupo terrorista dejó las armas en 2011 y en 2018 anunció su disolución definitiva.
La figura política más destacada que ha asistido a la cita de Bilbao ha sido Arnaldo Otegi, líder de EH Bildu, quien ha estado acompañado de representantes vascos de Unidas Podemos y de dirigentes de Esquerra Republicana (ERC), Junts per Catalunya y la CUP. Otegi ha definido la situación como "insostenible" y ha clamado contra unas "políticas del pasado" que se oponen al "derecho a vivir en paz y sin presos políticos" en el País Vasco. Los políticos catalanes expresaron su "solidaridad" con los "presos políticos" dispersos por cárceles españolas.
La cabecera de la manifestación ha avanzado por las calles bajo el lema "Orain Presoak" [Ahora los presos] y entre vítores, cánticos y algunas bengalas de los asistentes, provenientes de varios puntos de España. Los asistentes han portado banderas en apoyo a los encarcelados vascos y también han mostrado estandartes independentistas catalanes.
La Audiencia Nacional rechazó prohibir esta manifestación de forma preventiva, como pidió una asociación de víctimas, pero sí ordenó a las fuerzas de seguridad que la vigilaran por si se cometía algún delito de enaltecimiento del terrorismo.
En clave catalana
Entre los asistentes, Nuria Picas, diputada de ERC en las Cortes catalanas, ha tildado de "castigo añadido" que los reclusos etarras estén alejados "de sus familiares y amigos". Eduard Pujol, portavoz de JxCat, ha agradecido el apoyo "del pueblo vasco" por la imputación del presidente catalán, Quim Torra. Albert Botran, de la CUP, ha optado por "lanzar un mensaje claro" al nuevo Gobierno de PSOE-Unidas Podemos para reclamarle el acercamiento de los presos. Desde la llegada al Gobierno del socialista Pedro Sánchez hasta 28 etarras han recalado en cárceles más cercanas a Euskadi.
Joseba Azkarraga, portavoz de Sare, ha depositado "esperanzas" en el nuevo Ejecutivo para "poner fin a una situación excepcional". Azkarraga ha recordado que los partidos que han dado el Gobierno a Sánchez han apoyado en el País Vasco y en Navarra las iniciativas planteadas en favor de los reclusos de ETA, banda que asesinó a más de 800 personas.
El abandono del uso de la violencia por parte de los etarras ha sido el principal argumento esgrimido durante la manifestación para reclamar que se aproximen los presos a sus casas. Asun Lasa, hermana de José Antonio Lasa, víctima del GAL; y Rosa Rodero, viuda del ertzaina Joseba Goikoetxea, asesinado por ETA, han sostenido la pancarta reivindicativa y han leído un manifiesto frente al Ayuntamiento bilbaíno. Ambas han considerado que los presos sufren una "vulneración de sus derechos humanos" y han insistido en que no necesitan que nadie hable en su nombre. La última sesión de investidura ha dividido a las víctimas, después de que Pedro Sánchez necesitase la abstención de Bildu para ser elegido presidente.
"Queremos trasladar nuestro cariño y solidaridad a los presos políticos catalanes", han continuado ambas, entre los aplausos de los concentrados junto a la ría bilbaína. Lasa y Rodero han alabado a la ciudadanía vasca que ha salido este sábado a las calles y han emplazado a la "apertura de un nuevo tiempo en el que prevalezca la equidad y la justicia sobre el odio".
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