Los nuevos blindados del Ejército se retrasan un año tras el fiasco del concurso

La decisión de declarar desierto el concurso para la compra de los nuevos blindados del Ejército de Tierra (una primera fase de 345 vehículos por 2.083 millones) retrasará al menos un año el programa, según fuentes militares. Estaba previsto que el contrato del VCR 8x8 Dragón se firmara antes de final de año, pero Defensa rechazó la única oferta, presentada por Santa Bárbara Sistemas (SBB), propiedad de la estadounidense General Dynamics, alegando que no cumplía los requisitos del Pliego de Prescripciones Técnicas (PTT) ni en el plazo de ejecución, ni en el número de prototipos y vehículos ni en el orden de fabricación de las configuraciones.

La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, ya ha anunciado que sacará el programa a “licitación pública”. Eso supone, según las fuentes consultadas, que habrá que convocar un nuevo concurso. Lo que no está claro es si será abierto y podrá presentarse cualquier licitante, o restringido a aquellas empresas que sean previamente invitadas por Defensa. Lo que no parece probable es que se repita la fórmula del concurso negociado sin publicidad con un único ofertante, tras el reciente fiasco.

Si hay una lista corta, alegan las fuentes consultadas, lo lógico es que de la misma formen parte el Boxer alemán, el Freccia italiano, el Patria finlandés y el VBCI francés, además del Piranha de Santa Bárbara, haciendo competir entre sí a los principales modelos europeos.

El problema para Defensa es que ya ha gastado 92 millones de euros en el desarrollo de cinco demostradores tecnológicos que se han basado en la plataforma del Piranha. Aunque estos demostradores, que debían haberse entregado en julio pasado y no llegarán hasta mayo de 2020, han tenido numerosos problemas, no se puede tirar por la borda lo gastado en ellos.

Si opta por aumentar el presupuesto o reducir los requerimientos del programa, el Gobierno le dará la razón a Santa Bárbara, que consideraba imposible cumplirlos sin asumir un riesgo excesivo; si opta por otro modelo, perderá al menos una parte de lo ya invertido. En cualquiera de los casos, el Ejército no tendrá antes de 2022 sus primeros blindados operativos.