La alerta de atentado en el Sáhara enfrenta al Gobierno español con el Polisario
Borrell: "No podemos prohibir que se viaje a los campamentos, pero tenemos que advertir del riesgo"
La alerta de Exteriores desaconsejando viajar a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), ante un riesgo “inminente” de atentado, provocó este jueves un choque diplomático entre el Gobierno español y el Frente Polisario. Las autoridades saharauis calificaron la alerta de “injustificada” y la atribuyeron a una supuesta connivencia de España con Marruecos, mientras que el Gobierno defendió su obligación de advertir a los ciudadanos ante un riesgo cierto. La alerta de atentado llegó en un momento especialmente delicado para el Polisario, que del 19 al 21 de diciembre celebra en los campamentos su 15º congreso, el primero tras la muerte de su líder histórico, Mohamed Abdelaziz, y su relevo por Brahim Gali.
Por la mañana, el Ministerio de Información de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) —Estado que no reconoce España, pero sí la Unión Africana y más de un centenar de países— se despachó con un durísimo comunicado, en el que expresaba su “profundo pesar y sorpresa” ante la advertencia de Exteriores que, en su opinión, “no está justificada”. Tras calificar el aviso de “sospechoso”, lo vinculaba con la visita del ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, quien fue recibido el miércoles en Madrid por su homólogo, Josep Borrell, y por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez.
El objetivo del aviso, según el Polisario, sería empañar la imagen de los campamentos saharauis, “que son bien conocidos por su seguridad”, y presionar a las ONG para que pongan fin a su apoyo humanitario a la población saharaui, “en total sintonía con la campaña liderada por Francia y Marruecos”.
En una rueda de prensa en Madrid, la representante del Frente Polisario en España, Jira Bulahi, insistió en estos argumentos y se quejó de que nadie hubiera contactado con ellos para advertirles de la amenaza yihadista. Antes de acudir al Ministerio de Exteriores (donde fue recibida por la directora general para el Magreb, Mediterráneo y Oriente Próximo, Eva Martínez), reconoció que la seguridad en los campamentos “se ha reforzado” debido a la inestabilidad en la zona, pero sin que haya ninguna alarma concreta. Preguntada si aconseja viajar a los campamentos, en contra de lo que recomienda Exteriores, respondió: “Ni aconsejamos ni dejamos de aconsejar”.
Borrell salió al paso de las críticas asegurando que el Gobierno dispone de “información confidencial, cuyas fuentes no pueden ser reveladas”, de que existe un riesgo de atentado; y lo desvinculó de su encuentro con el ministro marroquí. De hecho, Exteriores lanzó el aviso antes de que Borrell se reuniera con Bourita. “No podemos prohibir que se viaje, pero tenemos la obligación de advertir de la existencia de un riesgo que puede afectar a españoles”, insistió.
Borrell no fue el único ministro que salió al paso de las críticas del Polisario. La titular de Defensa en funciones, Margarita Robles, insistió en que “hay una amenaza seria, contrastada e inminente”, que procede de “servicios de inteligencia extranjeros, muy metidos en la zona [y] con una información muy directa”. La obligación del Gobierno, subrayó, “es dar a conocer la información que tenemos, sin hacer consideraciones políticas”.
También la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, insistió en que existe “una amenaza cierta” y en que la obligación del Gobierno es “proteger a nuestros compatriotas”.
De momento, Exteriores descarta repatriar al centenar de cooperantes que hay en los campamentos, aunque asegura que la recomendación de no ir a la zona supone que se aconseja volver. Respecto a los más de 300 españoles que planean viajar este fin de semana, el presidente de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara, Pepe Taboada, animó a que sigan con sus planes. “Si hay alguna persona que por titulares alarmistas quiere cancelar su viaje porque le ha generado intranquilidad, que lo cancele; pero recomendamos que no lo haga”, declaró a Europa Press.
Marlaska busca el apoyo de Argelia
La polémica por la alerta de atentado en el Sáhara pilló al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en Argel donde destacó la “colaboración plena y absoluta” del Gobierno argelino en la lucha contra el terrorismo yihadista y su condición de “socio estratégico” en el control de las redes de inmigración ilegal. Respecto a los campamentos saharauis, advirtió de que “no es una zona que a día de hoy pueda considerarse segura”, principalmente por la desestabilización de Malí.
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