Más de 2.000 académicos e investigadores lanzan un manifiesto contra “las mentiras de Vox”

Más de 2.000 profesores e investigadores han firmado un manifiesto para denunciar “la manipulación de datos” de Vox. “Apelando a fuentes estadísticas e informes sociológicos, han pretendido establecer supuestas relaciones de causa-efecto entre inmigración irregular y delincuencia urbana, población extranjera y violaciones en grupo, el coste del funcionamiento del Estado de las autonomías”, recuerda el documento. La presencia de algunos nombres falsos o repetidos ha obligado a los impulsores del manifiesto a revisar la lista y hacer una limpia de la misma.

Los firmantes consideran que apoyándose en datos falsos, Vox ha construido “propuestas políticas que implican la criminalización y expulsión de inmigrantes, el desmantelamiento de las políticas de igualdad, la negación de la violencia de género, la limitación del autogobierno y del Estado de las autonomías o la ilegalización de partidos políticos”. Y piden que esas manipulaciones sean contrastadas con sus trabajos e investigaciones académicas.

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El escrito cuenta con la firma de académicos de distintas universidades de España, el Reino Unido y Francia y organismos como el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Entre las figuras reconocidas que suscriben el escrito está Ignacio Sánchez-Cuenca, de la Universidad Carlos III; Fernando Vallespín, politólogo y expresidente del Centro de Investigaciones Sociológicas; José Fernández Albertos y Francisco Ferrándiz, ambos investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Decidieron suscribir ese manifiesto tras escuchar la intervención de Santiago Abascal en el debate a cinco del pasado lunes. La iniciativa partió de Alberto Corsín, antropólogo del CSIC, que redactó un documento que envió a otros colegas que, a su vez, añadieron ideas.

El líder de Vox declaró, por ejemplo, que quienes intentaran entrar de forma irregular en España serían “condenados” —no tener papeles no es delito, sino falta administrativa— y que el 70% de los imputados por las llamadas manadas [violaciones en grupo] son extranjeros. Abascal se basó en datos de un estudio del Ministerio del Interior que, lejos de radiografiar la autoría de todas las agresiones sexuales en grupo, solo analizaba un pequeño porcentaje en el que las víctimas no conocían a sus agresores.

“Al revestir con datos supuestamente objetivos lo que es una agenda ideológica de nacionalismo extremo basado en la intolerancia, el racismo y la xenofobia”, afirman los académicos, “no solo se desprestigia y tergiversa el trabajo de miles de investigadores sociales, sino que se deterioran las bases de la convivencia”.