Detenido en Almería un fugitivo que recorrió Europa con armas de guerra y encargó un asesinato en París
Las autoridades francesas lo condenaron por siete delitos, entre ellos el tráfico ilícito de armas de guerra y su participación en un homicidio
Entre enero y julio, Mohammed S. cometió hasta siete delitos en Francia. Desde tráfico ilícito de armas hasta pertenencia a organización criminal o adquisición no autorizada de explosivos, armas de guerra y municiones. También se considera probada su participación en un asesinato en París que él mismo encargó y en el que ejerció de gancho. En agosto fue detenido y en septiembre juzgado y condenado a una pena similar a la prisión permanente revisable, pero escapó antes de entrar en la cárcel. A pesar de haber burlado la justicia durante buena parte de 2019, no pudo pasar un control policial en el puerto de Almería. El pasado jueves 17 de octubre, a las 7.30 de la mañana, bajó del ferry Almariya procedente de Nador y entregó su documentación a los agentes del puesto fronterizo. Mientras esperaba en la fila con el resto del pasaje, las comprobaciones policiales hicieron saltar las alarmas: le buscaban en Francia. Fue detenido de inmediato. El Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional ha decretado su ingreso en prisión..
De 26 años y francés nacido en París, donde tenía su residencia, Mohammed no había perdido sus vínculos con sus orígenes familiares marroquís y disponía de otra vivienda en Nador, al sur de Melilla. Formaba parte de una organización criminal junto a su hermano y su primo. Según la sentencia del Tribunal de Gran Instancia de París, a primeros de año se hizo con armamento militar, armas prohibidas, explosivos y munición que transportó por Países Bajos, Bélgica y Francia. El penúltimo de sus delitos fue la sustracción de unos relojes de alta a gama a un ciudadano parisino. Un robo que se complicó y que, días más tarde, acabó en asesinato.
La víctima de la sustracción de los artículos de lujo sabía quién se los había quitado. Así que días más tarde se enfrentó a él reclamándole los objetos robados. Como respuesta, Mohammed decidió que, además de desvalijarlo, iba a acabar con su vida. Entregó un Kalashnikov a un sicario, le indicó quién era la diana de sus balas y organizó una trampa mortal para facilitarle el trabajo.
El pasado 19 de julio, viernes, Mohammed y su hermano se acercaron hasta el pasaje Hèbrard, en el distrito 10 de París, una cosmopolita barriada al norte del río Sena. Allí la víctima acudió a visitar a unos familiares, como hacía periódicamente. Los delincuentes llamaron a su puerta, discutieron con él, le hicieron bajar de la vivienda y, minutos el asesino lo acribilló a balazos a quemarropa en plena calle. Los vecinos creían haber escuchado petardos, hasta que desde sus ventanas vieron al herido sangrando en la acera. Los servicios sanitarios llegaron cuando aún tenía vida, pero falleció poco después. La calle amaneció con flores y velas en recuerdo de lo sucedido.
La operación parecía redonda, pero el sicario cometió un error. En su huida a la carrera tiró el arma a un contenedor cercano al lugar de los hechos. La policía la encontró. Todo apuntaba a un ajuste de cuentas y el Kaláshnikov lo confirmó. Comenzó entonces una investigación que daría sus frutos pocos días más tarde con la detención de dos familiares suyos y el propio Mohammed S.
El juicio fue rápido y el Tribunal de Gran Instancia de París dictó sentencia el 6 de septiembre: consideró probado que había cometido al menos siete delitos en Francia. Entre ellos participar, junto a su hermano, en el asesinato del pasaje Hèbrard distrayendo al joven al que había robado para facilitar que un sicario contratado le matara. Pero antes de ser encarcelado, se esfumó. Dos semanas más tarde, el 23 de septiembre, el mismo tribunal dictó una orden europea de detención y entrega (OEDE) con el objetivo de que si era detectado en cualquier país miembro de la Unión Europa fuese detenido para su entrega a las autoridades francesas.
El ahora arrestado viajó a Nador y, desde allí, se subió a un ferry de Transmediterránea hasta Almería. Tras su arresto, Mohammed S. fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número cuatro de Almería y, posteriormente, del Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional, donde se ha decretado su ingreso en prisión a la espera de que pueda ser trasladado a Francia.
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