Oviedo se vuelca con la princesa Leonor

El recibimiento de Oviedo a la princesa Leonor (13 años) tenía que estar a la altura de su debut en los Premios Princesa de Asturias. Es decir, de un “acontecimiento histórico, único e inolvidable”, según definió el alcalde de la ciudad, Alfredo Canteli, en un bando municipal en el que animó a todos los vecinos a participar en su bienvenida. Y Oviedo este jueves ha conjurado la amenaza de lluvia y ha respondido ocupando la plaza Alfonso II el Casto y algunas calles adyacentes. La aparición de la familia real a las cinco de la tarde ha originado un clamor entre los centenares de vecinos la esperaban desde una hora antes. Y como les invitó el regidor, han recibido a la Princesa “con cálida hospitalidad” y muestras de “hondo cariño”.

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Los vecinos, entre volteo de campanas y música de gaitas, han vitoreado a la familia real y la han piropeado. Con muchos vivas a Leonor. Es la primera vez que la heredera de la Corona visita Oviedo, un hecho que, según fuentes de la Fundación Princesa de Asturias, la hacía sentirse “muy emocionada e ilusionada”. La Princesa tiene este viernes una importante cita a partir de las 18.30 en el Teatro Campoamor, donde pronunciará su primer discurso durante la ceremonia de los premios que llevan su nombre. Al igual que hiciera su padre en 1981, con su misma edad y en este mismo escenario, leerá unas palabras antes de que el Rey cierre el acto de entrega de estos prestigiosos galardones con un esperado discurso que llega pocos días después de la sentencia del procés y en medio de las reacciones de protesta y violentos disturbios en Cataluña.

Durante el recorrido por la plaza, en el que han saludado sin interrupción, los Reyes han buscado un plano de equidad con la Princesa y la infanta Sofía. El Rey ha saludado con la infanta, mientras que la Reina ha hecho lo propio en el otro lado de la plaza acompañada por la Princesa. La familia real había sido recibida por las autoridades a las puertas de la catedral ovetense. En el cordón oficial de saludo, entre otros, les esperaban el alcalde, el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón y la directora de la fundación, Teresa Sanjurjo. Acompañados por el séquito, han realizado una breve visita a la catedral, parándose en uno de los puntos más calientes del templo: la Cámara Santa, donde se custodia desde el año 908 la Cruz de la Victoria, símbolo de Asturias que se vincula a la batalla de Covadonga de Don Pelayo. La presencia de la Princesa en este recinto, proyectando continuidad, tenía una profunda carga de significado para Asturias y la Monarquía.

El arzobispo Jesús Sanz Montes y el cabildo han regalado a los Reyes un facsímil del testamento de Alfonso II el Casto con motivo de su visita. Los Reyes se han interesado por dos trabajadores de Vesubius que llevan una semana encerrados en la catedral como protesta por el ERE de la multinacional en la planta asturiana de Langreo y la de Miranda de Ebro (Burgos). Durante unos minutos han conversado con ellos sobre su delicada situación y les han dado ánimos. En el exterior, una gran pancarta alusiva al problema presidía la plaza junto a las banderas de España y de Asturias. El arzobispo había anunciado que les pediría a los Reyes que tuvieran un gesto con estos afectados.

A la salida de la catedral, el Coro de la Fundación Princesa de Asturias ha interpretado Asturias, patria querida a capela, contagiando a los Reyes y a la Princesa, que se han sumado al coro. La familia real ha repetido el esquema de saludos del plano de igualdad ante el entusiasmo de los asistentes, que agitaban banderitas de Asturias y España a su paso.

El siguiente punto en la agenda de los Reyes en su primera jornada en Oviedo, ya sin la Princesa ni la infanta Sofía, es el tradicional concierto de los Premios Princesa de Asturias, que se celebra en el auditorio Príncipe Felipe, a cargo de la Orquesta Sinfónica del Principado con participación del Coro de la Fundación Princesa de Asturias y con obras de Verdi, Giordano, Gerónimo Giménez, Amadeo Vives, Miquel Ortega, Pablo Sorozábal y Jacinto Guerrero.

El “efecto Leonor” ha disparado no solo el interés mediático, sino todas las previsiones de público que quería asistir al acto del Teatro Campoamor. La fundación ha recibido un notable incremento de solicitudes de prensa nacional e internacional, así como de peticiones para la ceremonia de entrega de los galardones, pero el Teatro Campoamor solo dispone de 1.313 butacas. Como es habitual, la fundación invita a los miembros del Gobierno y a los dirigentes de los partidos con representación en el Congreso de los Diputados. Este viernes se espera la presencia de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. También asistirán los líderes de PP, Ciudadanos y Vox, Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal, respectivamente.

En la jornada del viernes, la Princesa y la infanta participarán con sus padres en las audiencias previstas en el Hotel de la Reconquista de Oviedo, el cuartel general de los Premios Princesa de Asturias. La familia real recibirá a los mejores estudiantes de la Universidad de Oviedo, a los ganadores de las Medallas de Asturias de 2019, así como a los galardonados de esta edición, que recibirán la insignia de la fundación: el dramaturgo británico Peter Brook (Artes), el Museo del Prado (Comunicación y Humanidades), el matemático e ingeniero estadounidense Salman Khan y su plataforma Khan Academy (Cooperación Internacional), la esquiadora estadounidense Lindsey Vonn (Deportes), la escritora estadounidense Siri Hustvedt (Letras), el sociólogo y demógrafo estadounidense de origen cubano Alejandro Portes (Ciencias Sociales), las científicas Joanne Chory y Sandra Myrna Díaz (Investigación Científica y Técnica) y la ciudad polaca de Gdansk (Concordia).