_
_
_
_
_

El gatillo fácil del diputado Marcos de Quinto

Ciudadanos evita defender las manifestaciones insultantes de su fichaje estrella contra la inmigración

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se abraza a Marcos de Quinto, su número dos al Congreso por Madrid, durante la campaña electoral del 28-A. En vídeo, declaraciones del secretario de Organización de Ciudadanos, César Zafra, sobre los tuits de De Quinto.Foto: atlas | Vídeo: Ismael Herrero (efe) / atlas
Fernando J. Pérez

Marcos de Quinto, antiguo vicepresidente de Coca-Cola y fichaje estrella de Ciudadanos para las pasadas elecciones, va camino de convertirse en un dolor de cabeza crónico para la formación de Albert Rivera. El ejecutivo fue presentado en marzo como una muestra de la apertura del partido a la sociedad civil, junto a otras caras nuevas, como el abogado del Estado Edmundo Bal o la letrada de etnia gitana Sara Giménez. Sin embargo, sus aportaciones al debate público hasta ahora —generalmente a través de la red social Twitter, donde es muy activo— han dibujado un perfil corrosivo, bastante más allá de la incorrección política de la que presume el diputado.

Más información
Marcos de Quinto pide el ojo por ojo para el terrorista que secuestró a Ortega Lara
Manuel Valls y Marcos De Quinto se enfrentan tras la reunión de Ciudadanos con Vox en Madrid

El último ejemplo ha sido el pasado fin de semana. El parlamentario, de 60 años, se refirió el viernes a los migrantes que llevaban ayer 17 días en el Open Arms frente a las costas italianas en condiciones cada vez más penosas como los “bien comidos pasajeros” del barco de rescate. El tuit pasó relativamente inadvertido el viernes, pero como sucede a veces en la red social, al día siguiente el público reparó en él y se convirtió en viral. Ante la avalancha de críticas por la aparente inhumanidad de su referencia a los inmigrantes el diputado respondió a la ofensiva. Al portavoz de la asociación de consumidores Facua, Rubén Sánchez, que le dijo que “solo un miserable puede hablar así de quienes huyen de la miseria”, el diputado le respondió: “¿Te he insultado yo a ti? ¿Imbécil, mantenido?”. A un tuitero anónimo le despachó con expresiones como “troll de mierda” y “cretino”.

De Quinto borró posteriormente algunos de sus tuits. Y ayer lanzó otro con una excusa que encerraba otro insulto: “No estoy acostumbrado (ni me quiero acostumbrar) a que la gente me insulte. A quien no le guste lo que escribo, que no lo lea. Lamento que alguna vez haya respondido con la misma moneda, pero no es agradable tener que soportar continuamente a tanto deficitario educacional”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El secretario de Acción de Gobierno de Podemos, Pablo Echenique, considera que es un “despliegue de un clasismo despreciativo, una insensibilidad brutal hacia los que sufren o un comportamiento prepotente y maleducado”. Y Marta Higueras, de Más Madrid, calificó el tuit de “indigno” y lo comparó con los del presidente estadounidense, Donald Trump.

Ciudadanos evitó ayer salir en defensa de De Quinto. El secretario de Organización, César Zafra pidió ayer no entrar a valorar “tuits personales” de De Quinto y recordó que la situación de los migrantes del Open Arms es “bastante dramática”. Los líderes del partido guardaron ayer silencio.

En lo que va de legislatura, De Quinto ha sugerido la aplicación del ojo por ojo a los terroristas que secuestraron al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara y se ha hecho eco de un bulo contra la inmigración.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_