La Policía trunca una futura vía de entrada de cocaína a través del puerto de Málaga
Cinco de los ocho detenidos son trabajadores del puerto de la localidad
El Puerto de Málaga es territorio desconocido para las bandas de narcotraficantes. Sus instalaciones son rara vez utilizadas para el envío de droga a España escondida en contenedores. Pero una organización ha visto precisamente en ello una oportunidad. Y buscando alternativas a otros recintos portuarios donde el envío de cocaína es más habitual -Algeciras,Valencia y Barcelona, según fuentes policiales- ha intentado abrir una puerta de entrada de cocaína a través del recinto portuario malagueño. No ha tenido éxito: el primer envío de ocho kilos de esta sustancia estupefaciente desde Brasil ha sido incautado por agentes del GRECO de UDYCO Central y UDYCO Costa del Sol y funcionarios de la Agencia Tributaria. En la operación se han detenido a ocho personas. Entre ellas hay cinco trabajadores del puerto -un operador de grúas y cuatro estibadores-, uno de ellos es el presidente del comité de empresa de la Sociedad de Gestión de Estibadores Portuarios en Málaga, que ha ingresado en prisión.
Los narcos hicieron con estos ocho kilos su primer envío a modo de prueba. Estaban ocultos en un bulto precintado de manera diferente del resto de los que viajaban en el interior de un contenedor procedente del Puerto de Salvador, capital del estado brasileño de Bahía. Cuando los agentes policiales y aduaneros lo abrieron ya en Málaga, encontraron la droga en paquetes envueltos en cinta adhesiva. Habían sido introducidos en un contenedor sin conocimiento de la empresa que exportaba desde Brasil ni la importadora en España. Una modalidad denominada gancho ciego y que necesita de colaboración en tierra para primero introducir la droga y, segundo, extraerla cuando el barco entra a puerto con los contenedores y antes de que estos sean distribuidos.
Rutas alternativas
Fuentes policiales afirman que la presión policial en el Campo de Gibraltar hace que los narcotraficantes estén buscando nuevas rutas, como también está ocurriendo al tráfico de hachís y marihuana procedente de Marruecos. A finales del año pasado una operación conjunta de Guardia Civil y Policía Nacional sirvió para incautar seis toneladas de cocaína oculta entre bananas que habían llegado desde Costa Rica al Puerto de Algeciras y, ante actuaciones como esas, los narcos están planteándose alternativas.
Las mismas fuentes consideran que la cantidad enviada, ocho kilos, es “simbólica” y un síntoma evidente de que la organización estaba realizando una prueba para conocer si la nueva ruta iba a ser segura. Y aunque todo había empezado con buen pie para ellos, los agentes policiales han conseguido cerrar la vía incluso antes de que se abriera.
La Operación, denominada Aladin, arrancó a finales del pasado año. Los agentes policiales descubrieron que una organización de narcotraficantes había entablado contactos con empleados de relevancia del Puerto de Málaga. Esos se mostraron de acuerdo en colaborar. Y la banda comenzó a atar cabos para intentar abrir una vía de entrada de droga a España por la capital de la Costa del Sol. Lo hacía con sistemas de comunicación encriptados, para minimizar riesgos. Y distribuyendo los roles que ejercería cada miembro de la red: desde el encargado de introducir la cocaína en el contendor, su enlace con los trabajadores del Puerto de Málaga y al reparto de las tareas a realizar por estos. Entre ellas, facilitar la infraestructura necesaria para extraer la droga del contenedor antes de que este fuera distribuido.
La investigación dio frutos en el mes de junio. Entonces se identificó en el Puerto de Valencia una docena de contenedores que habían partido de Brasil y que tenían como destino final Málaga. Días más tarde, ya en la Costa del Sol, la Policía Nacional y miembros de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria localizaron en el interior de uno de ellos un paquete precintado de manera diferente del resto, donde se ocultaba la droga.
En los seis registros realizados dentro de la operación se descubrió también que uno de los implicados también cultivaba marihuana en una finca rural a las afueras de Cártama, localidad a 20 kilómetros al oeste de Málaga. De hecho, los agentes realizaron un seguimiento a un camión que partió desde la vivienda hasta Francia, donde en el peaje de Benesse Maremne, cerca de Bayona, fue interceptado con 37 kilos de marihuana en su interior.
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