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Los ladrones más pulcros de la Costa del Sol

La policía desarticula una banda investigada por robar en viviendas de manera tan impoluta que las víctimas tardaban días en darse cuenta

Nacho Sánchez
Parte del material requisado en la Costa del Sol.
Parte del material requisado en la Costa del Sol.Policia Nacional

Dejarse las llaves de casa en el coche mientras se pasa un día de playa o un parque de ocio es algo frecuente. En la arena lo más fácil es perderlas. Y en los toboganes de un parque acuático son una molestia. Bien lo sabía una banda de ladrones asentada en Málaga. Las cogían del interior de los vehículos, con ellas abrían las puertas de las viviendas de sus propietarios cómodamente y robaban de manera pulcra y silenciosa. Luego, devolvían las llaves al coche del que las habían sustraído. Eran tan cuidadosos que era imposible detectar el delito a simple vista. El método no había sido nunca visto antes por la policía.

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No dejaban señal. Su trabajo delictivo era impoluto. La limpieza era tal que las víctimas podían pasar varios días sin darse cuenta de que habían sufrido un robo en casa. Los delincuentes solo se llevaban joyas, dinero en efectivo y algún equipo informático. Y cuando alguna familia finalmente comprendía que les habían sustraído objetos, realizaban la denuncia ante la policía. Pero ya era tarde para que fuese efectiva. Era imposible conocer el día en el que se había cometido el delito. “Y eso complicaba muchísimo la investigación”, asegura Antonio Ruiz, jefe del grupo de robos de la Policía Nacional en Málaga.

Sin fecha del robo, no había forma de conocer información a través de testigos o grabaciones. Tampoco se sabía cómo habían entrado los ladrones a los hogares, ya que las cerraduras estaban intactas. No había huellas. Y salvo los efectos robados, las viviendas no mostraban ningún otro indicio del delito. Sin embargo, los agentes obtuvieron la primera pista de los dos primeros casos: las dos familias habían pasado el día anterior en el mismo parque de atracciones. Era el mes de marzo. Y los agentes comenzaron a realizar vigilancias.

Los policías detectaron entonces a un grupo de personas que merodeaba áreas playeras y zonas de diversión familiares. Principalmente trabajaban en las cercanías de chiringuitos de playa, parques acuáticos de la Costa del Sol o incluso centros hospitalarios. Merodeaban la zona y, cuando tenían oportunidad, forzaban la cerradura del coche de una manera tan imperceptible que sus propietarios no se percataban de ello. Tomaban las llaves, robaban y las devolvían. Rápido y limpio. Lo dejaban todo en su sitio, no desordenaban nada.

Poco a poco, los investigadores comprendieron que se trataba de una banda bien organizada. Detectaron que tenían tres viviendas en las localidades de Torremolinos, Fuengirola y Málaga. Eran de lujo. Alguna de ellas costaba 2.500 euros al mes. Y disponían de siete vehículos -cuatro de ellos ya intervenidos- en los que se movían por toda la costa malagueña, de Nerja a Estepona. Tras robar las llaves, siempre se aseguraban de que no hubiera nadie en la vivienda. “No violentaban casas con personas dentro”, ha detallado José Manuel Rando, jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) en la provincia malagueña.

Tres meses después del inicio de la operación, denominada Fair, los agentes han detenido a siete personas de origen búlgaro de entre 30 y 52 años, de las que cinco ya están en prisión y las otras dos han quedado en libertad con cargos. Con ello se han podido esclarecer 26 robos en vehículos y 13 en viviendas de Marbella, Fuengirola, Mijas y Málaga. “Pero pueden ser bastantes más, porque incluso a algunas familias las hemos avisado nosotros del robo”, subraya el responsable del grupo de robos.

En los tres registros domiciliarios realizado se han intervenido una “gran cantidad de joyas”, de las que buena parte han sido ya devueltas a sus propietarios. También 20.000 euros en efectivo y 37,2 kilos de marihuana lista para su distribución y venta, así como útiles de envasado, prensado y secadores. La operación sigue abierta en su rama internacional, ya que la banda también se dedicaba al tráfico de estupefacientes a diferentes países europeos mediante camiones de alquiler. Por todo ello, a los arrestados se les imputa los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, robo con fuerza y tráfico de drogas.

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